“Es un año más de lucha, un año más de concientización, un año más de pregonar por el respeto a la vida.” Así resumó Sergio Levin, uno de los creadores de la Fundación Conduciendo a conciencia, junto con los demás familiares de los nueve alumnos y la profesora del Colegio Ecos de Villa Crespo que murieron en la tragedia ocurrida hace siete años en una ruta de Santa Fe, cuando regresaban de una tarea solidaria. Con un festival de rock que se hizo anoche en el microestadio del club Ferro Carril Oeste, el mensaje estuvo dirigido “a los jóvenes, a través de su música favorita, y a través de los artistas que ellos quieren y que les traen un mensaje solidario, de conciencia, para que todos podamos contribuir a cambiar esta historia, porque por cada persona que muere por año en casos de ‘inseguridad’, hay cinco muertes por inseguridad vial en la Argentina”.

En diálogo con Página/12, Levin se refirió a los reclamos que dirigen hacia las autoridades: “Al gobierno nacional le pedimos que profundice lo que está haciendo para mejorar la situación, a la Justicia le pedimos que reaccione, y al Poder Legislativo, que no se esconda más”. En un estadio repleto por una mayoría de jóvenes, una bandera repetía una vez más el lema de la fundación: “Basta de muertes en las rutas y calles argentinas. Seguridad Vial-Política de Estado. La seguridad vial también es un derecho humano. ¿Por qué no tomar el compromiso de defenderlo?”.

En el encuentro de ayer, además del rock and roll, se destacó la presencia de voluntarias “susurradoras de poemas”, que recrearon el método desarrollado en Francia por artistas que salían a la calle a recitar poesía al oído de los transeúntes, para “desacelerarlos” de la vorágine cotidiana. “No será que ese dolor traerá la luz y dar conciencia para abrir, abrir tu cabeza”, le susurraron a dúo, a Página/12, la profesora de literatura Romina Pizzorno y Lucila Crudo. “Abrir, abrir, abrir la cabeza”, repetía, a su vez, María “de Pergamino”, tal como se presentó. El mensaje llegaba a los oídos a través de coloridos tubos de cartón.

La apertura del rock estuvo a cargo del grupo Salta la Banca, y el show central corrió por cuenta de León Gieco, uno de los músicos comprometidos desde el primer día con la propuesta de los familiares de los chicos de Ecos. El otro gran protagonista de los festivales anteriores, el Flaco Luis Alberto Spinetta, fue objeto de un sentido homenaje por parte de los organizadores. Se pasó un video en el cual se escucharon palabras del Flaco en apoyo a la lucha por “conducir a conciencia”.

También tocaron Los Tipitos, Los Pericos, Los Auténticos Decadentes, Catupecu Machu, Ciro y Los Persas, y otros artistas que levantaron al público que había ingresado al festival, luego de conseguir su entrada a cambio de un alimento no perecedero. Los padres de los chicos de Ecos, siguiendo el ejemplo de ellos, realizan viajes a escuelas del Noroeste y del Noreste, donde llevan alimentos, ropa y útiles escolares. Es lo que venían de hacer los chicos cuando se produjo el accidente.

Levin, a pesar de mantener en pie sus demandas, consideró que en estos siete años “se ha ido mejorando, pero falta mucho porque es difícil cambiar la cultura vial en la Argentina. Los cambios van a llegar a largo plazo y nuestra fundación trabaja para eso, para cambiar hábitos, costumbres de manejo y lograr que la gente valore su vida y la de los demás”. Héctor Bravo, papá de otra de las víctimas, destacó el hecho de que todas las familias sigan trabajando juntas: “Eso nos da mucha fuerza y hacer estos recitales nos pone en contacto con la juventud y sentimos que estamos ayudando a que mejore la seguridad vial”.

El 8 de octubre de 2006 se produjo la tragedia, y esa fecha fue incorporada al calendario escolar como el Día del Estudiante Solidario, en recuerdo de Benjamín, Daniela, Delfina, Federico, Juli, Julieta, Justine, Lucas, Nicolás y Mariana, quienes volvían del Chaco luego de realizar una acción solidaria en una escuela rural de esa provincia.