Martes, 5 de noviembre de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › EL SISTEMA IDEADO POR EL GOBIERNO PORTEñO PARA ELEGIR ESCUELAS QUEDó SATURADO EN SU DíA DE ESTRENO
El método creado para agilizar la inscripción escolar y evitar supuestas digitaciones quedó fuera de sistema porque no dio abasto. Multitudes de padres se quejaron. Tampoco la línea 147 funcionó. Es la misma que se utiliza para llamadas de auxilio.
El sistema de inscripción online impulsado por el gobierno porteño arrancó con el pie izquierdo: en su primer día de funcionamiento, padres y estudiantes denunciaron que no podían ingresar los datos de los aspirantes a las distintas escuelas porteñas. Además, también colapsó la línea 147 que se había habilitado para ofrecer información sobre el trámite. Desde el Ministerio de Educación de la Ciudad sólo hablaron de una “interrupción de cuatro minutos a la mañana” y aseguraron que cerca de las 20 ya habían superado los 9 mil inscriptos.
Según denunciaron los afectados, en algunos casos no se podía acceder a la página, en otros se colgaba, mientras que en algunas situaciones puntuales en que se podía ingresar no figuraba la escuela que el padre quería para su hijo.
En tanto, también se verificó que en la base de datos no figuraba la dirección actualizada de algunas escuelas, como la María Claudia Falcone. “Esto implica dos consecuencias: la primera es que los padres no saben dónde están inscribiendo a sus hijos, si en la Falcone actual, que está sobre la calle Malabia, o en la escuela que funciona en la calle Yerbal, y la segunda es que una de esas dos escuelas se queda sin inscriptos”, dijo Cecilia, una de las madres que utilizó el nuevo sistema.
Además, los interesados no se pudieron comunicar con la línea 147, que se había habilitado para ofrecer información sobre el trámite, ya que se encontraba colapsada, como le demostraron al mismísimo ministro Esteban Bullrich. En una entrevista con el programa radial Guetap (Vorterix FM 103.1), el funcionario destacaba las bondades del sistema hasta que le mostraron que era imposible comunicarse con la línea telefónica que repetía el mensaje: “Las líneas de atención del número solicitado se encuentran ocupadas. Por favor, aguarde unos instantes e intente nuevamente”, decía la voz en el teléfono que le hicieron escuchar.
“Me avisaron y agradezco, estamos viendo. El número está preparado para recibir un gran caudal de llamados, pero, obviamente, hay una gran demanda. En Internet, en los primeros cinco minutos inscribimos a más de 150 personas y tenemos más de 15 mil procesándose”, se escudó Bullrich.
En tanto, fuentes de la cartera explicaron en diálogo con Página/12 que hubo dificultades porque “mucha gente buscó inscribirse” y, a las 16, ya había siete mil inscriptos, el 15 por ciento del total esperado, mientras que cerca de las 20 el número había trepado a nueve mil.
En este sentido, destacaron que hay tiempo para inscribirse hasta el 22 de noviembre, y que los que se anoten antes no tienen prioridad en cuanto a las vacantes, con lo cual no es necesario apurarse.
En cuanto a las dificultades, señalaron que hubo una “interrupción que duró cuatro minutos”, entre las 9.30 y la 10 de la mañana, mientras que “no hubo más problemas durante el día”.
Por otra parte, el juez en lo Contencioso Administrativo Osvaldo Otheguy debe responder entre hoy y mañana un recurso de amparo presentado por la Defensoría General de la Ciudad, al que adhieren sindicatos docentes y la Defensoría del Pueblo, para que este sistema no sea la única opción que exista para inscribir a los chicos en la escuela, dado que muchas personas no tienen acceso a una computadora.
El magistrado, entre otros puntos, le pidió al gobierno porteño que explicara si la obligación de preinscribir a los alumnos en ocho colegios –cinco que da el sistema por default y tres a elegir– “modifica la posibilidad de anotarse en establecimientos educativos fuera del área de influencia del domicilio”.
También requirió que la Ciudad señalara la causa por la cual los padres pueden elegir libremente sólo tres escuelas de toda la oferta educativa existente.
Consultado por este diario, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, enfatizó que las dificultades con el funcionamiento del sistema son un problema de forma, mientras que el problema de fondo es que los padres “no pueden elegir las orientaciones filosóficas y pedagógicas que quieren para sus hijos, como establece la Ley de Educación”. “Tenemos los números de madres que nos llamaron por las dificultades que tenían para enviar la información y anotarse. El sistema colapsó varias veces, fue medio caótico. Sin embargo, aun si se soluciona, éste es un problema de forma, mientras que el problema de fondo continúa.”
“Tienen problemas los que no manejan herramientas informáticas, los que ya se inscribieron hace meses y los que manejamos herramientas informáticas, pero queremos decidir por nosotros mismos las orientaciones filosóficas y pedagógicas para nuestros hijos y no que lo haga una máquina. Hay elecciones y tradiciones familiares que no se respetan para los que elegimos la educación pública y para los privados sí”, afirmó.
De acuerdo con esto, López contó su propia experiencia. “Yo trabajo en una secundaria de noche en Villa Soldati, a la que vienen las madres a anotar a sus hijos. Si les digo que tienen que ir a la computadora, registrarse con un mail, ingresar los datos, presentar la documentación en el colegio que les sale y esperar al 9 de diciembre para que les confirmen la vacante, mientras les digo todo esto se fueron. En tanto, en la escuela privada de enfrente dice ‘solicite entrevista personal’, lo que es un derecho que los que vamos a la pública no tenemos más.”
Informe: María Julieta Rumi.
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