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Un nuevo índice destinado a reflejar el estado de la educación secundaria en todo el país se puso en marcha ayer. La información servirá para mejorar la enseñanza y aprendizaje del nivel. “Será una herramienta que permitirá a las escuelas definir la implementación de los recursos provenientes del Plan de Mejora que desde 2010 llevamos adelante, en el marco de la reforma del secundario”, dijo el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, durante la presentación en la sede de la cartera.

El Indice de Mejora de la Educación Secundaria Argentina (Imesa) generará un valor que irá del 100 al 500, construido sobre la base de tres indicadores: la tasa de egreso, el tiempo medio que les demanda a los alumnos completar el nivel y los resultados de las pruebas del Operativo Nacional de Evaluación (ONE) en Matemática y Lengua.

El Imesa será aplicado, en una primera etapa, en 750 establecimientos pero, según las autoridades educativas, tendrá continuidad en el tiempo y llegará a las 9000 escuelas secundarias de toda la Argentina.

Sileoni ratificó además que en el marco de la política educativa que elevó de 10 a 13 años la obligatoriedad de los estudios, hoy “tenemos 300.000 alumnos más en el nivel secundario”.

“Hay que trabajar con el ingreso y el reingreso –afirmó el ministro–, hay que sostener la permanencia, pero no a cualquier precio: que los jóvenes estén dentro de la escuela, pero aprendiendo. Y reforzar las estrategias que favorezcan el egreso en tiempo y forma.” En tal sentido aseguró que “estamos construyendo otra escuela secundaria, no venimos a refundar nada, construimos una escuela haciendo que los derechos pasen de la ley a la vida”, dijo el ministro.

El nuevo índice, aclaró el ministro, “no busca la competencia entre escuelas o entre provincias”. “Tampoco nos interesa una escuela que en nombre de la calidad excluya, pero tampoco sirve que la escuela en nombre de la inclusión no enseñe. Ese es el desafío: una educación de calidad y que sea para todos”, subrayó.

La directora nacional de Gestión Educativa, Delia Méndez, afirmó, por su parte, que “el índice no es de control, no es para un ranking. Nuestra postura, que es irrenunciable, se dirige a que cada escuela pueda mejorar la calidad de los aprendizajes de los alumnos, que deviene de la mejora de la enseñanza y con el acompañamiento de los equipos técnicos a nivel jurisdiccional y nacional”.