SOCIEDAD › ESTABA EN MISSING CHILDREN Y AMIGOS DE PILAR
De señora paqueta a activista
La falta de apremios económicos y la ausencia de hijos propios no hicieron de María Marta García Belsunce una mujer desinteresada de su entorno. Afincada en un exclusivo country de Pilar, decidió ocuparse de los niños ajenos, aquellos que por diversas razones habían sido perdidos por sus familias. Se abocó también a los apremios económicos y sociales de los demás: desde 1996, con la asociación Damas del Pilar –una entidad integrada por señoras de aristocráticos apellidos– desarrolló acciones para recaudar fondos destinados a la comunidad de ese partido bonaerenese. Desde hace dos años integraba también el reducido grupo de activistas de Missing Children, la organización que en ese lapso ayudó a ubicar a más de setecientos chicos extraviados.
Los que compartieron el trabajo con María Marta cuentan que su actividad fue creciendo desde el voluntariado de señora rica hacia una suerte de militancia social, que en los últimos tiempos consistía en recorrer comedores barriales y villas, y entrevistarse con las madres de los chicos perdidos para llevarles consuelo, valor y esperanza.
Antes, se había interesado por el periodismo, aunque su formación universitaria fue por el andarivel de la Sociología. A principios de los ‘90 compartía la conducción del programa “De Frente” con su hermano, el abogado y periodista Horacio García Belsunce, en el canal de cable P&E. Hasta el 2000, cuando se sumó al equipo Silvia Fernández Barrio, y ella prefirió seguir con su programa en la FM del Sol, de Pilar.
Fue en una entrevista para ese programa que conoció a Susan Morgan, de Missing Children. Conmovida por el trabajo de la organización, María Marta inició un camino sin retorno: su compromiso fue creciendo hasta que se convirtió en su vicepresidenta.
El trabajo en la Asociación Damas del Pilar era algo distinto. Lo iniciaron en 1996 mujeres de apellidos ilustres que organizaban eventos dedicados al diseño y la decoración con el fin de recaudar fondos destinados a obras benéficas. La asociación civil cambió el nombre por uno más aggiornado, Amigos de Pilar. Allí, María Marta ocupó el cargo de vocal de la comisión directiva, que preside Luisa Miguens de Tanoira, secundada por María Marta Derqui de Bello.
Su nombre todavía figura en el staff de la asociación, publicado en su página de Internet. Allí también se detallan las obras realizadas, como la ayuda a hogares de ancianos, de chicos de la calle, de madres solteras y de adictos a las drogas, escuelas para discapacitados, guarderías y un hospital, todas instituciones de Pilar. A su labor comunitaria se sumó en el último tiempo el trabajo en los comedores de Red Solidaria de la zona Norte. Por eso, no fue raro ver en su velatorio a gente humilde, muchos de ellos provenientes de esos comedores, y otros, padres de chicos extraviados.