En los allanamientos, los investigadores de la UIF dieron con papeles de policías provinciales, boletos de compraventa de propiedades y una carta furibunda en la que María Jesús Rivero reclama por dinero y destratos a su ex marido, La Chancha Ale. Por la suma de indicios, señala el informe, y el análisis integral y contextual de lo hallado, además del fallo por el caso Verón, “estaríamos ante una aceitada red de trata de personas, cuyos responsables han sabido cultivar por años vínculos con la policía y el poder para garantizar su propia impunidad”.

En la extensa carta que ayudó con el rompecabezas, Rivero trata diversos temas. Por ejemplo, escribió a su ex marido, en relación con él y sus socios: “aunque pongan 20 francotiradores, 200.000 policías, 1000 negros para que me maten NO LES TENGO MIEDO (sic) (...) No te suba la presión por mi culpa, no te olvides que en noviembre pasado me dijiste que vaya a la remisería a hablar, apareciste con el revólver vos y tu hijo Fabián. Vos pedías a gritos llamen a la 3ª. Entonces ¿quién bate más a la cana?”. En otro tramo, Rivero defiende al hijo que tuvo con La Chancha. “Que no inmiscuyan a Angelito en nada de esto, a mi hijo lo parí, lo crié y lo cuido yo. (...) No se les ocurra llamarlo, tienen mi teléfono y dirección (digo por si tienen que mandar a alguien que nos acribille) (...) Qué suerte que tuvieron todos esos hijos de mil puta faloperos que vos le tapes el culo (...) La plata mal habida la tienen tus abogados y Fabián con el Pelado Alberto (...) Ayer en la escribanía hacían transferencias de cheques robados y Iara se llevaba $20.000 en la mano. Jaja son tan ignorantes que todo eso tiene cámaras y yo directo me fui a una pantalla a ver qué pasaba jajaja.”