SOCIEDAD
“Queremos que intervengan”
El abogado de Gabriel, Juan Pablo Gallego, y su terapeuta, Enrique Stola, solicitaron ayer audiencias con el cardenal Jorge Bergoglio, arzobipso de Buenos Aires, y con el obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, para tratar de poner un freno a las agresiones que viene sufriendo el muchacho, uno de los denunciantes del padre Julio César Grassi.
“Gabriel está muy asustado”, describió Stola. “Queremos que intervengan. De alguna manera tenemos que parar esto”, agregó Stola para explicar el motivo del pedido de audiencias a las autoridades eclesiásticas.
Stola mismo fue blanco de aprietes en el marco de la causa que investiga a Grassi: en agosto entraron a su casa desconocidos que amenazaron a su hija, revolvieron el departamento y le dejaron pintadas en la fachada de la puerta. Stola consideró ayer que hay que buscar una solución para garantizar la seguridad de Gabriel, que hoy tiene 20 años, porque “si aparece un papel firmado por él, y él desaparece, la defensa (de Grassi) puede intentar cualquier cosa”.