A nivel nacional, en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara baja quedó cajoneado en las últimas semanas un proyecto de reglamentación de los abortos no punibles impulsado por las diputadas Juliana Marino (PJ) y Silvia Ausgburger (socialismo). Ausgburger anunció a Página/12 que pedirá a las autoridades de la Cámara de Diputados que el proyecto tenga tratamiento antes de fin de año, pero lo más probable es que su planteo no tenga eco. En el Congreso evalúan que dormir esta iniciativa –que obtuvo dictamen de la Comisión de Salud– sería parte de las ofrendas del kirchnerismo para acercarse a la Iglesia Católica, ferviente opositora de este tipo de normativas, en el nuevo gobierno que se inicia. Las ofrendas del Gobierno incluirían también bloquear el tratamiento en Diputados de una propuesta de la radical Alicia Tate para que se convierta en ley la distribución gratuita de la píldora del día después. “Esta iniciativa tiene desde hace meses dictamen favorable de dos comisiones, de Familia y de Salud, y ya está en condiciones de ser tratada en el recinto, si quisiera el oficialismo”, explicó a Página/12 Tate, ofuscada porque ya percibe que su proyecto puede correr la misma suerte que la reglamentación de abortos no punibles. La diputada santafesina pidió la preferencia para que sea tratado y asegura que el presidente de la Cámara, Alberto Balestrini, “me dio su palabra de que después de las elecciones” el proyecto sería llevado al recinto. Insistirá hoy para que ingrese al temario legislativo de la sesión del jueves. “El proyecto es importante –sostuvo Tate–, porque ahora hay una resolución del ministro de Salud para entregar la anticoncepción de emergencia gratuitamente en hospitales, pero lo que un ministro escribió con la mano puede borrarlo el día siguiente con el codo.”