Los guarandingueros argentinos hoy tienen una cita: es que los cubanos Rita del Prado y Dúo Karma se presentan a las 16 en la Sala Caras y Caretas 2037 (Sarmiento 2037). Y no es cualquier concierto: están celebrando los diez años de aquella juntada que fue revolucionaria, la de La Guarandinga. Lo que surgió como un proyecto de exploración de las raíces de la música cubana, dirigido a los niños y las familias, terminó siendo una seña de identidad que trasciende lo estrictamente musical, y también lo regional. Es que, como señala Del Prado, recién llegada de La Habana: “La guarandinga es el híbrido de un camión con una guagua, es decir un colectivo. Como un tractor que en Cuba lleva pasajeros por caminos de difícil acceso, sobre todo en zonas rurales montañosas. Esta criatura mecánica rodante es una expresión de la voluntad de vencer caminos difíciles, es una especie de reafirmación de no hay que detenerse, de hay que seguir e inventar. Es un símbolo de creatividad, ingenio, tesón y voluntad”, define.

Más allá de este significado implícito, si La Guarandinga se convirtió en algo así como un código compartido, más allá de Cuba, es también por su sonoridad tan diferente, y por su potencia musical. Porque aquí los géneros de la música afrocubana –guajira, conga, mambo congo, o la canción de la trova tradicional, entre muchos otros que los intérpretes investigaron durante mucho tiempo– son tomados para hacer canciones muy divertidas que configuran, por sí mismas, un viaje: por geografías, comidas típicas, frases, personajes, tradiciones, instrumentos, fauna y flora, cubanas. En Guarandinga por toda Cuba se llama el disco que contagia ritmo a la primera escucha.

“Este es un proyecto que comenzó haciendo giras por distintas regiones de Cuba, tanto rurales como urbanas, en escuelas, teatros, hospitales, comunidades campesinas, en escenarios muy pequeños. Y que al año siguiente, sin que nosotros lo hubiéramos ni soñado, ya empezó a tener proyección internacional”, repasan la historia Xóchitl Galán y Fito Hernández, los integrantes del Dúo Karma. Diez años después, ya conquistó a guarandingueros de muchos lugares del planeta; también de la Argentina. ¿Y qué se mantiene de aquella búsqueda, diez años después y ya habiendo salido afuera de Cuba? “En principio, el propósito inicial de defender la identidad de manera divertida”, advierte Del Prado. “En aquel momento estábamos pensando en la identidad nacional, en algo profundamente cubano, por así decirlo. Pero esa identidad se ha ido volviendo compartida con Argentina, Colombia, Brasil, México, y también más allá de Latinoamérica. Aquella raíz que dio origen a La Guarandinga ha crecido florecido y hoy tiene ramas y flores por muchos lugares. Nos hace muy felices que un proyecto que tiene mucho de local haya viajado de una manera tan linda por el mundo, y que hasta haya dado a conocer palabras que son de nuestra cultura local, de nuestros ancestros”.

Para Galán, que junto a Hernández siguió desarrollando en paralelo el Dúo Karma con Hernández, la huella de esos diez años quedó impregnada en todos los proyectos propios. “El haber gestado algo que no se parecía a nada, compartiendo a seis manos la composición de las canciones, nos dio un giro en nuestra manera de hacer, para siempre. Cuando miro a futuro pienso que el recuerdo de ese modo de creación, y el de tanta gente hermosa que conocimos, influye lo que sigue, inevitablemente”, advierte. “En definitiva, lo que se mantiene es el deseo de seguir haciendo música con el otro. Ese es el motor principal, más allá de una estética o conceptos compartidos”, concluye Hernández.

La visita a la Argentina de Rita del Prado –reconocida trovadora, compositora, escritora, docente, fundadora del Movimiento por la Canción infantil Latinoamericana y del Caribe– dará otros frutos atendibles: el próximo sábado 3 de septiembre estará presentando su libro disco Caramelos de luz en La Usina del Arte, dentro del ciclo gratuito La mar en coche, una preciosa antología de las décimas y canciones que fue mostrando en discos como El jardín de la prima Florita o Cantoalegre canta a Rita del Prado. Canciones que acompañaron el crecimiento de muchos chicos, y que se mantienen grandes.