tra señal de que el ánimo colectivo está en movimiento: aunque la lluvia obligó a posponer la función planeada para el sábado, unas veinte mil personas se concentraron el domingo en el Monumento a la Bandera para ver la película Belgrano. El film, dirigido por Sebastián Pivotto y protagonizado por Pablo Rago, contó con la supervisión de Juan José Campanella y rescata las inquietudes, sueños y contradicciones que obsesionaron a uno de los hombres más vituperados del panteón patrio. El estreno fue una fiesta popular y en paz, en claro contraste con la violencia que se vio el fin de semana en las canchas rosarinas. De acuerdo con los organizadores, se trató de la proyección más multitudinaria en la historia del Séptimo Arte argentino. Un lanzamiento ideal para el ciclo “Cine para todos”, que llevará esas pantallas gigantes a setenta y cinco ciudades de todo el país.

“Don Manuel” vivió cincuenta años, y la cinta se centra en su última década. Postrado y sumido en la pobreza, el jurista se pregunta si valió la pena tanto sacrificio. Ese balance levantó la emoción de los que se habían dado cita ahí, al aire libre y a orillas del Paraná, muy cerca del lugar donde flameó por primera vez la insignia nacional. Horas antes, familias, novios y grupos de jóvenes habían ido llegando a las inmediaciones del monumento con reposeras, mates y radios portátiles, mientras el cielo iba pasando del azul al anaranjado y finalmente a la placidez de una noche estrellada. Se cantó muy fuerte el Himno y se reivindicó la justicia social. Triunfo póstumo para un luchador que supo ver en el terreno de lo simbólico otro campo para dar batalla por la independencia.

Belgrano no sólo recorre la biografía del prócer con apellido más propenso a las rimas paródicas. Opta, más bien, por rescatar la fragilidad de un simple mortal que se metió de cabeza en las borrascas de su tiempo. Durante la conferencia de prensa –y tras disimular su estupefacción ante un periodista que le preguntó si “pensaba ganar un Oscar”–, Pivotto (Vientos de agua, Mujeres Asesinas) había explicado que uno de sus objetivos fue “sacar a Belgrano del bronce”. En total, el proyecto costó 4,5 millones de pesos, presupuesto exiguo si se tiene en cuenta que hay secuencias de batallas con cientos de extras.

Hacía tiempo que el titular de Radio y Televisión Argentina, Tristán Bauer, y el propio Campanella venían sopesando la idea de realizar una serie de audiovisuales de corte histórico. Con el Bicentenario llegó la oportunidad: Belgrano está en la calle y el 6 de abril será el turno de Revolución. El cruce de los Andes, de Leandro Ipiña. “Cine para todos” llevará esas obras a plazas y parques de modo libre y gratuito. Y la cosa no termina en eso, porque ya se están haciendo cuatro capítulos sobre la Guerra del Paraguay y hay en vistas otro largo, a confirmar, acerca de la vida de Mariano Moreno. “Precisamos que los medios públicos estén al servicio del pueblo”, comentó Bauer. “Para eso tenemos que esforzarnos por ser motores del presente sin olvidar el pasado.”

El guión de Belgrano estuvo a cargo de Juan Pablo Domenech (Luna de Avellaneda) y Marcelo Camaño (Vidas robadas), con asesoramiento del profesor Javier Trimbolli. Es un relato lleno de guiños a la actualidad. “¡Es que una bandera le va a crear falsas expectativas a la gente!”, le recriminan al general en uno de los diálogos, a lo que éste retruca con palabras sumamente vigentes. “Sí, va a crear expectativas”, contraataca. “Si son falsas o no, el tiempo lo dirá.” Desde una tónica afín se recrean la amistad entre Belgrano y San Martín y la campaña que el abogado devenido militar lideró con el Ejército del Norte, amén de sus vaivenes sentimentales. Pero la escena que marcó la velada fue la de la primera jura, que arrancó aplausos espontáneos y le debe haber puesto la piel de gallina a más de uno.

Para concretar lo visto en pantalla se requirieron tres semanas de rodaje en San Miguel, Amaicha y Tafí del Valle (Tucumán) y en distintas locaciones del Area Metropolitana de Buenos Aires. Siempre con la celeste y blanca a cuestas. La producción estuvo a cargo de la Televisión Pública, Canal Encuentro, la Unidad Bicentenario y Cien Bares, con apoyo del Ente Cultural de Tucumán, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y la Universidad de San Martín (Unsam). Asimismo, Radio Nacional y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario hicieron aportes importantes. ¿Valió la pena semejante movida? Ver a los vecinos volviendo a sus casas intercambiando opiniones y percibiendo esa sensación eléctrica de que lo mejor todavía está por venir daba pistas sobre la respuesta.

* Las próximas proyecciones serán el 18 de diciembre en San Miguel de Tucumán y el 23 en Luján (provincia de Buenos Aires). En enero, Belgrano pasará por Cosquín –el 21– y por diferentes localidades de la Costa. En breve podrá consultarse el cronograma completo ingresando a la página de Canal Encuentro (www.encuentro.gov.ar).