Vidas cruzadas, un mismo destino: el Oscar. Una es en restallante 3D, la otra muda y en blanco y negro. La producción de la Paramount transcurre en París en los años ’30 y, de manera sesgada, hace referencia al pionero del cine Georges Méliès. La realización francesa, en cambio, está ambientada en el Hollywood de 1927, cuando la pantalla todavía no había aprendido a hablar. Ambas, cada una a su manera, son homenajes a los comienzos del cine y se han convertido en las principales contendientes de la 84ª edición de los premios Oscar, que se llevará a cabo el próximo 26 de febrero, en Los Angeles.

Según anunció ayer la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, La invención de Hugo Cabret, un tributo a Méliès disfrazado de aventura infantil, la primera película en 3D de Martin Scorsese, logró once nominaciones, entre ellas las de mejor película, director, guión adaptado (John Logan), dirección artística (Dante Ferreti y Francesca Lo Shiavo) y mejor fotografía (Robert Richardson). Su gran rival será la oda al cine mudo El artista con diez candidaturas, entre las que se cuentan las de mejor película, mejor director (Michel Hazanavicius), mejor actor (Jean Dujardin), mejor actriz de reparto (la argentina Bérénice Bejo, ver aparte) y mejor dirección artística (Laurence Bennett y Robert Gould).

Ambos títulos –aún inéditos en Argentina: Hugo se estrena el 9 de febrero y El artista una semana después– se disputarán el máximo galardón, el de mejor película, con Caballo de guerra, de Steven Spielberg, y El juego de la fortuna, de Bennett Miller, ambas con seis candidaturas. Y en el mismo rubro, pero con menos chances, también compiten El árbol de la vida, de Terrence Malick; Medianoche en París, de Woody Allen; Historias cruzadas, de Tate Taylor, y Tan fuerte y tan cerca, de Stephen Daldry.

Una curiosidad: de acuerdo con las nuevas reglas de la Academia, que últimamente cambian una vez por año, como para desconcertar al más pintado, las candidatas al mejor film pueden ser de cinco a diez. Antes eran rigurosas cinco (y a veces parecían muchas), luego la inflación las duplicó, para incluir películas que pudieran levantar el rating de la transmisión televisiva, cada vez más en baja. Y este año son... nueve. Caprichos de Hollywood.

Otra curiosidad numérica: el rubro “Mejor canción” este año ya no es una terna, sino un duelo, un mano a mano casi a cuchillo entre dos temas, “Man or Muppet”, de Bret McKenzie, para las película Los Muppets, y “Real y Rio”, de Sergio Mendes, Carlinhos Brown y Siedah Garrett para Rio. Ambos, como se sabe, son films animados, pero ninguno figura como candidato al mejor film en su rubro, donde los analistas de Hollywood suponen que la estatuilla quedará en manos de Rango, de Gore Verbinsky.

En esta categoría, hay una omisión que salta a la vista: ¿Y el Tintín de Steven Spielberg? Los cibernautas ayer estaban incendiando la red con sus quejas, alegando que no era posible que figuraran películas como Kung Fu Panda 2 o El gato con botas y, en cambio, la celebrada versión del clásico de Hergé llevado a las tres dimensiones por Spielberg y Peter Jackson se hubiera quedado afuera.

Si de ofensas se trata, ninguna este año parece más grosera que la omisión absoluta de J. Edgar, la película de Clint Eastwood protagonizada por Leonardo DiCaprio, que no obtuvo ninguna candidatura, en ningún rubro, ni siquiera técnico, como si se hubiera filmado en Súper 8. Da toda la impresión de que un personaje como Hoover, el tristemente célebre fundador del FBI, no quiere ser recordado por la siempre bienpensante comunidad de Hollywood. Ante semejante desaire, no parece difícil imaginarse a Eastwood con su clásica vena hinchada de furia en la frente y desempolvando la Magnum 44 que usaba en los tiempos de Harry el Sucio.

La que no puede quejarse es Meryl Streep: por su composición de Margaret Thatcher en La dama de hierro obtuvo su candidatura número... ¡17! Ya ganó como actriz secundaria en Kramer vs. Kramer (1979) y como protagónica por La decisión de Sophie (1982), pero todo eso fue hace ya tanto tiempo que hoy por hoy puede llegar a hacer triplete.

Otro coleccionista de nominaciones es el compositor John Williams, eterno colaborador de Spielberg, que con las dos que suma ahora por Caballo de guerra y Las aventuras de Tintín alcanza la friolera de 47. De hecho, no es la primera vez que compite contra sí mismo, lo que le ha valido la posibilidad de ganarse ya cinco estatuillas. Si fuera pesimista, podría amargarse, pensando en que ya perdió cuarenta veces.