El DVD como reservorio de la televisión. Tras las recientes ediciones de Viendo a Biondi y La Argentina de Tato –a cargo del sello Emerald–, ahora es SBP la que sale con una nueva cajota, dedicada a otro gran programa catódico nacional: Caloi en su tinta. Tres discos contiene la caja, cuyo lanzamiento cuenta con auspicio de Canal 7, donde el programa pasó sus primeros diez años y adonde a mediados de esta década volvió para quedarse. Dieciocho años lleva en el aire el ciclo conducido por el inventor de Clemente, dedicado a relevar lo mejor del cine de animación, representado aquí por nueve emisiones. Unas cuatro horas y media en total, a pura tinta, plastilina, pincel o computadora.

“Lo que nos interesa es el cine de animación de autor, que muestra el sentimiento, el pensamiento de los realizadores, no de las megaproductoras”, afirmaba Carlos Loiseau unos años atrás, en entrevista con Página/12. A ese credo se mantuvo fiel Caloi en su tinta, desde aquel día inaugural de 1990 hasta hoy, cuando puede vérselo los sábados a las 19. Aunque la información adjunta no permite precisarlo con exactitud (pecadillo que comete el propio programa, al prescindir de fichas técnicas), los programas incluidos en el boxset que acaba de lanzarse son más o menos recientes, todos presentados por un Caloi de cabello entrecano. El carisma del conductor, que transcribe con amena fluidez guiones claros y precisos, no es el menor de los hallazgos de Caloi en su tinta. El resto queda a cargo de la muy buena selección del material, el acertado criterio de agruparlo temáticamente, la magnífica idea de relacionar lo que se exhibe con la historia del arte y una revalorización de la didáctica, que es posiblemente uno de los pilares del programa.

No es raro que en las emisiones de Caloi en su tinta predominen, y los cortos incluidos en esta caja así lo prueban, muestras de animación que provienen de Canadá, Francia, Inglaterra y el ex bloque socialista. En el primer caso, porque The National Film Board es, desde los tiempos de Norman McLaren, uno de los más consecuentes motores del rubro. En los otros, porque se trata de países que siempre estimularon la producción de cine de animación. El programa de Caloi siempre trató de sumarles producción argentina y latinoamericana. Así lo demuestra el hecho de haberse constituido en primer circuito de exhibición para la producción del porteño Juan Carlos Zaramella o del rosarino Pablo Rodríguez Jáuregui, responsable además de los separadores del programa. También se le dedicaron varias emisiones a la producción del continente, una de los cuales se incluye en este boxset.

Como sabrá de sobra quien haya visto alguna vez el programa, una característica distintiva reside en la puesta en diálogo de los cortos exhibidos con pintores, estilos o movimientos artísticos de todas las épocas. Berni y Juanito Laguna, Gustave Courbet, Ma-cció, Torres García, Matisse, Picasso, Francis Bacon son algunos cuya obra se estudia aquí, con relax, síntesis certera y una excelente utilización de la truca, que permite que el conductor se pasee por interiores de Edward Hopper o se siente en un taburete del célebre bar de Trasnochadores. Sí: Caloi en su tinta es ese tabú de la televisión, el programa capaz de aunar cultura, didáctica y entretenimiento, rematando siempre con unos gags que nunca suenan forzados (más forzada es su inclusión como extra en esta caja, que decididamente no se destaca por sus bonus).

Finalmente, el corazón del asunto: los films animados, que ayudaron a dar a conocer, en Argentina, el planeta off–Disney, que se creía inexistente. Ese planeta, no siempre cantado y nada pueril, se ve representado aquí por las múltiples técnicas y talentos del británico Barry Purves, la checa Michaela Pavlatová, la canadiense Caroline Leaf, los franceses Gagnol y Felicioli, el mexicano René Castillo o el argentino Simón Feldman, para mencionar sólo algunos. Faltan, sí, Wallace & Gromit, a quienes Caloi en su tinta introdujo en el país. Pero eso es porque otra compañía los editó antes en DVD.