- La Venus Terrestre y la Venus Celeste (en Adán Buenosayres, Leopoldo Marechal): Solveig Amundsen es una joven de belleza demoledora. Pero Adán reviste a la chica de un lirismo tal que su mente la termina desdoblando. De manera que, por un lado, queda un ser mundano y cada vez menos importante (terrestre), y por otro una Solveig completamente idealizada que sólo existe en la mente del protagonista.

- Rosaura (en Rosaura a las diez, Marco Denevi): Podría ser calificada como “mujer imaginada en segundo grado”, ya que quien la inventa es otro personaje, Camilo Canegato. Contrariamente a lo que sucede con La Venus Terrestre, Rosaura termina entrando en la realidad a fuerza de ser soñada.

- Elsa (en Los siete locos y Los lanzallamas, Roberto Arlt): Esposa del castigado Remo Erdosain. Es el prototipo de pequeño-burguesa gris e indolente que todo barrio que se precie de tal contiene en grandes cantidades. Frígida, infiel y castigada por la vida, pero indiferente ante el sufrimiento ajeno.

- Talita (en Rayuela, Julio Cortázar): Contraparte armónica de La Maga, la farmacéutica es el eje sobre el cual giran su esposo Traveler y Oliveira en la segunda parte del clásico cortazariano. El capítulo en el que, haciendo equilibrio sobre una tabla, Talita pasa yerba y clavos desde el edificio de Traveler al de Oliveira es el primero que escribió el autor cuando estaba empezando la novela.

- Alejandra Vidal Olmos (en Sobre héroes y tumbas, Ernesto Sabato): Inspiradora de grandes tormentas en el espíritu del personaje principal de Sobre héroes.... Ejerce un influjo hipnótico sobre hombres y mujeres. Orgullosa, blasfema y atea, es el último eslabón de una familia patricia destruida por la endogamia y la locura.