Sábado, 28 de noviembre de 2009 | Hoy
PALEOCLIMATOLOGIA: LOS EFECTOS DE BRUSCOS CAMBIOS EN EL CLIMA DEL PLANETA
Hace 13 mil años, un lago descomunal que se había formado en Canadá, producto de los deshielos, se desbordó y la inundación que produjo en la Corriente del Golfo afectó el clima de toda Norteamérica y de Europa, produciendo una edad de hielo en tan sólo unos meses. Y las consiguientes extinciones, incluso de humanos.
Por Martin Cagliani
El terreno donde hoy está Canadá era muy diferente hace 13 mil años. Al norte de la región de los Grandes Lagos existía un lago descomunal llamado Agassiz. Tan grande como la provincia de Buenos Aires: se cree que tendría entre 300 y 400 mil kilómetros cuadrados.
Ahora, si queremos saber cómo llegó a formarse este lago tan grande como un mar, tenemos que retroceder en el tiempo unos cuatro mil años. Por esos tiempos era el período de máximo frío de la última edad de hielo, que ya venía enfriando al mundo desde hacía decenas de miles de años, y casi todo Canadá era un inmenso bloque de hielo continental. Pero desde ese pico llamado Máximo Glacial de hace 18 mil años, el frío fue menguando cada vez más.
Ese bloque de hielo de escala continental se fue derritiendo a medida que aumentaba la temperatura global. Toda esa agua de deshielo se fue acumulando en una cuenca gigantesca hasta formar este lago Agassiz.
Pero llegó un momento en que algunos de los bordes de ese inmenso lago cedieron. Se liberó así una cantidad de agua muy grande que escurrió hacia el Golfo de México, al sur, y también hacia el este, al Océano Atlántico. Semejante volumen de agua dulce inyectada en las grandes corrientes marinas hicieron que se diluyese la salinidad del océano y que las corrientes cálidas como la del Golfo se detuvieran.
Los efectos fueron catastróficos, y se notaron en apenas unos meses, con una mini edad de hielo. Este evento ocurrió exactamente hace unos 12.900 años y se lo llama Dryas reciente. ¿Por qué ocurrió esto?
Quien haya visto la película El día después de mañana tendrá un vago recuerdo de cómo un cambio en la dirección o en la temperatura de las corrientes marinas puede destruir el mundo. La película es ficción, pero no tan alejada de la realidad.
Las corrientes marinas son movimientos continuos de grandes masas de agua causadas principalmente por el movimiento de rotación de la Tierra, por los vientos dominantes, y por la forma de los continentes.
Una de las corrientes más beneficiosas para nosotros los humanos es la llamada Corriente del Golfo. Lleva grandes cantidades de aguas cálidas desde el Golfo de México hasta el norte del Océano Atlántico.
Gracias a esta corriente Europa goza de un clima cálido y no muy árido que de otra forma no podría aprovechar, ya que están en una latitud alta, por lo que debería hacer más frío allí.
Investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, analizaron capas y capas del fondo del lago Lough Monreagh, en el oeste de Irlanda. Lo hicieron con una nueva técnica que se vale de robots para cortar capas de apenas un milímetro de espesor. ¿Y esto para qué les sirve?
Así pueden conocer el clima que imperaba en la zona, desde millones de años atrás hasta la fecha, con un grado de detalle tal que en vez de tener una escala en siglos, se pasa a una escala de uno a tres meses. En cada muestra tomada pueden analizar la cantidad de isótopos de carbono para conocer cuánta vida había en el lago, y los isótopos de oxígeno para darse una idea de la temperatura y las lluvias.
Hasta la fecha, numerosos estudios de este tipo se habían realizado en los fondos oceánicos y en las capas de hielo de Groenlandia, y todos apuntaban a que la mini edad de hielo, o el Dryas reciente, había ocurrido hace 12.900 años, pero en el transcurso de algunas décadas. O sea que el frío había ido llegando lentamente.
Pero estudios realizados por otros científicos canadienses en la última década demuestran que el lago Agassiz derramó sus aguas y cambió las corrientes en un evento que ocurrió apenas en el transcurso de algunos meses.
Estos datos geológicos son respaldados ahora por los del lago irlandés, que demuestra que en sólo unos meses la productividad del lago se detuvo por completo. En palabras de los investigadores es como si se hubiese movido a Irlanda hacia Svarbard, en el Artico.
Este cambio climático que ocurrió en el Hemisferio Norte y que sucedió en un período de apenas unos meses, luego se mantuvo durante 1300 años. Fue el último gran frío que sufrió nuestro planeta, pero al contrario de otras Eras de Hielo o Glaciaciones, ésta fue repentina. Ningún tipo de vida puede adaptarse a un cambio tan drástico en el clima.
Como se dijo, en una zona como Irlanda se pasó de un clima no muy diferente del actual a otro similar al del Artico. Esto tuvo que generar unos cambios muy grandes en la flora y la fauna de América del Norte y de Europa, y dentro de esa fauna estaban nuestros antepasados humanos.
La vegetación no se pudo mover, no tuvo más opción que adaptarse al clima, lo que le habrá llevado varios siglos. Los animales podían migrar, pero con un cambio tan repentino no habría migración que alcanzase.
Tan sólo las aves podrían haber recorrido los miles de kilómetros necesarios para huir del frío. Pero sin tener la costumbre, tampoco lo habrían hecho.
Todo esto comienza a encajar como un tetris histórico, ya que se conocía en el registro arqueológico la desaparición de poblaciones humanas tanto en el Norte de América, como en Europa.
En el registro arqueológico del Viejo Mundo se ve el abandono de los sitios de vivienda de los cazadores recolectores del norte, y posiblemente se hayan extinguido las poblaciones humanas que vivían en zonas alejadas, como las islas Británicas.
Pero una de las extinciones más notorias de la arqueología es la de los primeros pobladores de América.
Los seres humanos llegaron a América desde Asia hace unos 30 mil años, y para la época de esta mini Era de Hielo repentina, ya había personas poblando la Patagonia. En lo que hoy es el este de los Estados Unidos, existía una población conocida como cultura Clovis.
Se la llama así por el primer yacimiento donde se descubrieron las herramientas líticas que los caracterizan, que eran muy elaboradas. Pero para el año 12.900 antes del presente, esta cultura se esfuma del registro arqueológico.
Hubo muchas teorías acerca de las causas de la desaparición, incluso una que hoy en día tiene algunos adeptos aboga a favor de un meteorito que explotó en la atmósfera de la zona bombardeando toda la región. Otros dijeron que estaban tan especializados en la caza de la megafauna americana que cuando ésta desapareció, también lo hicieron los Clovis.
Pero lo cierto es que el repliegue humano en América del Norte es muy notorio y coincide perfectamente con la época del deshielo del lago Agassiz. Esto no quiere decir que hayan sido barridos por la inundación, ya que no se cree que ésta haya sido catastrófica. Sino que se vieron afectados, junto con la fauna y flora de la región, por el cambio climático drástico ocurrido luego del derrame del lago.
Pasaron muchos siglos antes de que los humanos volviesen a colonizar la región, y se nota en el registro arqueológico que quienes lo hicieron eran diferentes de los Clovis, tanto en su forma física como en la tecnología lítica que utilizaban.
Por esta razón se cree estos primeros pobladores americanos, los más famosos, fueron una más de las poblaciones humanas que se extinguieron a lo largo del mundo por cambios climáticos. Otra de ellas es una especie humana pariente nuestra, los neandertales.
Estos estudios nos demuestran la importancia de prestar atención al cambio climático que hemos producido en los últimos siglos, y que podrían desencadenar un evento como este Dryas reciente, ya que si el agua dulce de los hielos continentales de Groenlandia se derrite hacia el océano no tenemos idea de lo que podría llegar a ocurrir.
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