No lo perdonó. Ni siquiera reguló su rendimiento cuando la victoria ya era un hecho. Lejos de apiadarse, Estudiantes castigó a Gimnasia en cada llegada y concretó la máxima goleada en la historia ante su clásico rival. El presente auspicioso del conjunto dirigido por Pedro Troglio en la Copa Sudamericana quedó empañado por una herida que tardará en cicatrizar. Tan sólo un tiempo fue necesario para que el local, con tremenda contundencia, liquidara el partido. Calderón en tres oportunidades, Galván en dos, Pavone y Lugüercio fueron los encargados de coronar una victoria que alimenta el sueño del equipo de Simeone por dar pelea en el campeonato.

Para explicar los motivos de semejante triunfo será necesario retrotraerse al comienzo del partido. Porque de entrada, casi sin darle tiempo a su rival para acomodarse en el campo de juego, Estudiantes dio el primer golpe: Galván conectó de palomita un centro de Verón y puso en ventaja al conjunto que oficiaba de local. Después del gol, el equipo de Simeone se apoderó de la pelota ante un rival desorientado. González y Escobar apenas podían recuperar la pelota. Tampoco Cabrera se consiguió consolidar como una buena alternativa para llevar la pelota y tanto Cuevas como Silva, muy aislados, no participaban del juego.

El tibio planteo que desplegó el visitante para buscar la igualdad desembocó en un nuevo tanto de Estudiantes. Otra vez la pelota parada fue la vía para estirar la diferencia. Braña ejecutó un tiro libre y Calderón, anticipándose a Goux, marcó de cabeza junto al palo izquierdo ante un estático Olave. Con mucho orgullo, Gimnasia intentó adelantar sus líneas, pero sus limitaciones para generar jugadas de riesgo no sólo lo privaron de alcanzar el descuento sino que, además, lo llevaron a desprotegerse en el fondo. Y una vez más, Estudiantes sacó ventaja de la situación: Pavone recibió un pase de Verón y sacó un zurdazo que se clavó junto al palo para cerrar una primera mitad soñada.

Complicado desafío debió afrontar Troglio en el entretiempo. El entrenador de Gimnasia optó por Leguizamón como opción para inquietar a Andújar, pero, apenas comenzado el complemento, su planteo se derrumbó. A los 5 minutos, un centro pasado de Sosa dejó solo a Galván, quien con un derechazo bajo y esquinado empezó a liquidar el partido. Sólo quedó tiempo para que Estudiantes se floreara ante su gente y estirara la diferencia. Lo que ni el más pesimista hincha de Gimnasia se imaginó es que su clásico rival se tomaría esa tarea tan en serio. Para colmo, minutos más tarde, Basualdo se fue expulsado por una fuerte infracción y dejó a Gimnasia a las puertas de un nuevo cachetazo. Cachetazo que llegó a los 27 minutos cuando, después de una buena jugada personal, Pavone le dejó servido el quinto gol a Calderón, que sólo se limitó a empujar la pelota.

El delirio de los hinchas de Estudiantes se convirtió en un partido aparte ante un grupo de simpatizantes de Gimnasia que coqueteaba con provocar la suspensión del partido. Por ese entonces, el equipo conducido por Troglio apenas oponía resistencia y así llegaron otros dos goles. Una nueva expulsión, en este caso de Escobar, complicó aun más el panorama para los visitantes. El sexto fue por obra de Lugüercio, luego de empujar un flojo rechazo de Olave y, a los 39 minutos, Calderón fue el encargado de colocar cifras definitivas. Festeja Estudiantes: con un gran rendimiento colectivo, el conjunto de Simeone goleó a su histórico rival y se ilusiona con dar pelea en el torneo.

Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 3m Galván (E); 23m Calderón (E); 34m Pavone (E); 50m Galván (E); 72m Calderón (E); 76m Lugüercio (E); 84m Calderón (E).
Cambios: 46m Leguizamón por San Esteban (G); 53m Semino por Cuevas (G); 67m Saucedo por Braña (E); 71m Cominges por Sosa (E); 73m Lugüercio por Galván (E).

Incidencias: 51m expulsado Basualdo (G); 69m expulsado Escobar (G).