Domingo, 14 de agosto de 2016 | Hoy
FOTOGRAFíA > FESTIVAL DE LA LUZ 2016
110 muestras de más de 300 autores provenientes de 26 países que ocupan 62 espacios en 25 ciudades de la Argentina: así de abigarrado es el Festival de la Luz 2016 que este año reúne obras bajo el amplio paraguas del tema Rastros de irrealidad. Aquí, un recorrido por los imperdibles de un festival lleno de fotografías deslumbrantes y vertiginosas que interpelan, cuestionan, sorprenden y emocionan desde miradas y estéticas muy diferentes, siempre potentes.
Por Marina Oybin
Un caleidoscopio de imágenes de fotógrafos de todo el mundo. Eso es el monumental Festival de la Luz, uno de los principales eventos internacionales de fotografía de Latinoamérica que se presentó por primera vez hace veintisiete años.
En esta edición, cuyo tema convocante es Rastros de Irrealidad, uno se encuentra con un desfile inagotable de trabajos de fotógrafos consagrados y emergentes. Es que el espíritu del festival es descubrir y difundir nuevos autores. Elda Harrington, directora general del festival, y Silvia Mangialardi, directora artística, no buscan famosos sino excelentes fotógrafos aún no conocidos. Y lo hacen viajando incansablemente por el mundo. “No vamos por el camino seguro; nos interesan los que tienen obras, pero no tienen suficientes oportunidades: nuestro objetivo es abrir nuevas puertas”, dice Mangialardi. Y es por esta razón que también invitan a prestigiosos curadores de todo el mundo para promocionar a los fotógrafos locales.
Hay muchísimo para ver en este festival que presenta 110 muestras de más de 300 autores provenientes de 26 países y ocupa 62 espacios en 25 ciudades de todo el país. Cuentan las directoras del festival que a pesar de que el Centro Cultural Recoleta, sede del festival en los últimos 19 años, retiró a último momento sus instalaciones para este evento internacional, lograron reorganizarlo en tiempo récord gracias a la solidaridad de directores de museos, de centros culturales y galerías. En esta edición los principales encuentros del festival ocupan el Cultural San Martín, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo Eduardo Sívori. Hay también muestras en la sede central de la Alianza francesa, el Centro Cultural de la Cooperación, el Marq (Museo de Arquitectura y Diseño) y el Museo Ernesto de la Cárcova, entre muchos otros sitios.
Con el término irrealidad se alude tanto a las distintas realidades –miradas, puntos de vista– que pueden aportar los autores como así también a la realidad que deviene inverosímil por cuestiones sociales y políticas hasta la irrealidad vinculada con la ficción, capaz de dar fuerzas para seguir adelante.
El reconocido fotógrafo español Joan Fontcuberta señala que “la fotografía, a pesar de ser un lenguaje, ha tenido históricamente y ha proyectado la sensación de ser un análogo, una transcripción literal de lo real. Y hasta ha llegado a convencer al espectador de que era la realidad misma”.
Aquí, un recorrido por los imperdibles de este festival que incluye un deslumbrante y vertiginoso conjunto de fotografías que interpelan, cuestionan, sorprenden y emocionan, desde miradas y estéticas diferentes y potentes.
Las fotografías expuestas van desde problemáticas sociales hasta cuestiones bien personales. Aludiendo a las personas en condición de desplazamiento en Colombia, Santiago Escobar-Jaramillo exhibe fotos de intervenciones lumínicas en las que participan familias campesinas e indígenas. En la serie Afganistán 2002-2007, el prestigioso fotógrafo chileno Tomás Munita, que trabajó en Afganistán para la agencia Associated Press (AP), retrata la vida cotidiana durante la guerra con imágenes sutiles y emocionantes: ráfagas vitales entre la muerte. Munita, quien ganó el World Press Photo, realiza reportajes en Latinoamérica, Medio Oriente, Asia, Europa y África para The New York Times, National Geographic y Time. La serie Desaparecidos de Pablo Ortiz Monasterio (México) alude a los cuarenta y tres estudiantes de Ayotzinapa que fueron secuestrados y nunca aparecieron. Las muestras de estos tres últimos fotógrafos se exhiben en el Centro Cultural Conti. También se puede menciona a Andrés Wertheim (Mundo Nuevo Gallery Art) y las fotografías de Wei Bi (de China, en el Centro Cultural Conti), cuya obra Elda Harrington descubrió en 2013 en China aunque recién dos años después pudo dar con el autor que vive en un pueblo alejado; su esposa, que habla inglés, ofició de nexo.
Con una producción descomunal e hipercreativa, los australianos Gerard O´Connor y Marc Wasiak (Cultural San Martín), en su serie Victoriana- Pleasure Garden usan recursos cinematográficos para recrear escenas de época con ácidos guiños a la sociedad actual. Son imágenes teatrales, magníficas, hipnóticas, donde es posible descubrir inquietantes personajes, gestos imperceptibles, cruces inesperados. En sala se puede ver también el video que muestra la pre producción de estas fotografías. En Declared Detachement (Desapego declarado), la fotógrafa rusa Mariya Koshanova (Museo Histórico Sarmiento) aborda el fenómeno del cosplay en los jóvenes rusos. La serie representa a una generación para la que los mitos y creencias que daban sentido a las anteriores generaciones ya no tienen ningún peso. Sus héroes no han realizado proezas ni tienen historia. En Yuen Yeung - Fotografía contemporánea de 7 artistas de Hong Kong, Chun Wai seleccionó siete exponentes de la fotografía con miradas bien distinta, frescas, todos nacidos entre 1970 y 1980 (hay tiempo para verla hasta mañana en el Museo Sívori).
Varios fotógrafos han puesto su interés en distintas ciudades, es el caso de Andrea Valsecchi (de Italia, el Cultural San Martín); Katharina Gaenssler (de Alemania, en el Marq), Marta Bosquet (de España, en Centro Cultural Conti) y Eduardo Longoni (Galería Arcimboldo), que trabaja en esta serie con un proceso inventado hacia 1839 por William Henry Fox Talbot en el inicio de la fotografía. Esteban Pastorino, quien entró en el libro Guinness con una foto de cincuenta metros de largo y luego se superó a sí mismo en Lituania con una de doscientos metros, presenta en la Bahía Grande en Nordelta dos grandísimas fotografías (en las barandas, sobre telas, a la intemperie) tomadas en el Gran Canal de Venecia. Arturo Aguiar expone en el Museo de Arte Contemporáneo de Salta inolvidables fotos con luz barroca de paisajes y personajes enigmáticos, en el límite inestable entre realidad y ficción, imágenes que tomó viajando por el país.
Al cumplirse cincuenta años de la inmigración coreana en nuestro país, Corea es el país invitado en esta edición del festival. Hay dos muestras y un ciclo de proyecciones que festeja al país. En su serie Woods the Walls and Wells, Goseong Choi (nacido en Corea del Sur, vive en Brooklyn) trabaja a partir de la experiencia de haberse perdido en un bosque en el que sacaba fotos: repentinamente la frontera entre belleza y terror deviene difusa (Centro Cultural Coreano). En A Square, las vistas aéreas desde altísimos edificios del fotógrafo coreano Hosang Park (el Cultural San Martín) desconciertan al espectador: son como pinturas abstractas de colores increíbles. El fotógrafo prestó atención a las imágenes desde el punto de vista de un pájaro: logró reflejar la ciudad de modo singular, poniendo en cuestión el concepto de realidad.
Hay alquimia cuando la cámara, por definición intrusiva, se vuelve invisible y toca el núcleo más vulnerable de una persona. En el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco se expone Fotografías de América con imágenes de Werner Bischof, quien trabajó para las publicaciones más importantes del mundo y fue uno de los primeros miembros de la agencia Magnum. Dueño de una empatía singular, Bischof fue testigo clave de su época. Puso en cuestión ciertos mitos. Escribió: “Cuando pienso lo poco objetiva que puede ser una fotografía en ciertas circunstancias, entonces opino que la imagen puede ejercer una función tan falsa como la palabra”. El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) presenta dos muestras con dos tipos de retratos. Soy un paparazzi de los anónimos, dice el famoso fotógrafo brasilero Rogério Reis, de quien se presenta Nadie es de Nadie. Son veinte fotografías en las que indaga en la problemática de los derechos a la imagen personal. En Espacio Cavallero, que acaba de inaugurar, se puede ver la serie Tristeza Globalizada: fotos que Juan Cavallero tomó a personas en situación de calle en distintas ciudades del mundo. Claudia Gaudelli (Alianza Francesa sede Belgrano) hizo su ensayo Mujeres Boxeadoras en la Federación Argentina de Box. Mientras hacía los retratos conoció las historias de vida de estas mujeres luchadoras, que apuestan a cambiar su vida en el cuadrilátero.
En el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti se presenta el ciclo de cine Universos de la fotografía alemana. En el Cultural San Martín y en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti se exhibe Vestigios de irrealidad, un fabuloso ciclo con proyecciones de fotografías y videos internacionales, y un programa especial de proyecciones coreanas con curaduría de Seok Jae-hyun.
Más información y detalles de muestras y sedes en www.encuentrosabiertos.com.ar
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