Domingo, 9 de octubre de 2011 | Hoy
SANTA FE › HABLA EL MéDICO QUE ATIENDE A LA MUJER EMBARAZA QUE VIVE FRENTE A UN CAMPO FUMIGADO.
El obstetra Darío García tomó esa determinación después de comprobar que uno de los gemelos falleció dentro del vientre de esta mujer que vive en Firmat. Otra hija del matrimonio fue trasplantada por lo que "consideré que era un decisión lógica".
Por José Maggi
"Está probado que en dosis muchos más bajas que a las que está sometida esta familia en su propia casa, el glifosato afectó las células placentarias de los animales de laboratorio. Es una cuestión de sentido común pedirles que se fueran de su casa que está calle por medio a un campo que reiteradamente es fumigado con agroquímicos". La contundente frase pertenece al médico Darío García, el obstetra de María Luisa de Fontanellaz, quien le aconsejó dejar su casa luego que la mujer de Firmat perdiera el embarazo de uno de sus dos gemelos, ya que sospecha que las fumigaciones con glifosato que practican en un campo frente mismo a su casa, provocó el triste desenlace.
-¿Cómo comenzó este caso?- preguntó Rosario/12 al doctor García.
-Desde el punto de vista médico María Luisa es una paciente que viene a la consulta con un embarazo doble y en la segunda consulta cuando le hago el examen ecográfico, me encuentro con que uno de estos dos embriones fetos se encontraba sin vida, mientras el otro estaba absolutamente normal. Obviamente el matrimonio debió enfrentar una angustia y la incertidumbre de saber el porqué. Obviamente entramos a indagar no solo en la historia clínica de la mamá, sino con estudios de laboratorio, complementarios y ecográficos y encontramos resultados normales. Por ende, continuamos en la duda de porque se había detenido la vida de un embrión y no los dos. El marido de la paciente (Edgar Fontanellaz) que es bioquímico, nos planteó la posibilidad de que pueda existir el glifosato como riesgo potencial dentro de los agroquímicos a los que estaban expuestos en su morada. Realmente ahondé en el tema y se sabe que el glifosato produce daños a las células placentarias a dosis mucho más bajas a las que se exponían ellos. Debí hacerme responsable del feto que vivía dentro de la panza y del otro que se hallaba sin vida y al que no podemos sacar, y que podía agredir no solo al otro feto vivo sino a la mamá. Tomé entonces la determinación de que la familia se cambie de morada para evitar riesgos. También hay un punto importante: la hija mayor de siete años tiene una hipoacusia neurosensorial congénita y termina de hacerse una transplante coclear bilateral, es decir que todavía está en recuperación posoperatoria y el propio pediatra de la chiquita sugirió el aislamiento de la nena de este tipo de ambiente fumigado.
-¿Dónde vive la familia Fontanellaz?
-En una vivienda que está separada de un campo fumigado solo por una calle. El padre de familia ya había presentado varias y reiteradas denuncias a la intendencia por los riesgos que implicaban para su familia. El señor es bioquímico y tiene mucho criterio en cuanto a la exigencia y a la insistencia de que ellos dejen de exponer a su familia, y al barrio que la rodea, a este tipo de productos como el glifosato.
-¿Cuál entiende que es el riesgo de la familia Fontanellaz?
-Mire, lo que digo es que en laboratorio los estudios realizados en animales de experimentación en dosis muchos más bajas a las que está expuesta esta familia, se afectaron las células de la placenta.
-¿Cómo ha procedido con el embarazo?
-Como obstetra no puedo sacar el feto muerto, porque arriesgo en más de un 90 por ciento al feto vivo, porque se puede lesionar la bolsa, puedo quitar líquido amniótico o lo puedo lesionar, y obviamente se pueden morir los dos. Por ende ahora el feto muerto está dentro del útero y en íntimo contacto con el feto vivo, y decidimos seguir así hasta el parto. Afortunadamente María Luisa cursa un embarazo normal de 37 semanas y media y faltan solo dos semanas para los nueve meses y el feto vivo está en buen estado de salud.
-¿Usted piensa que los agroquímicos afectaron al feto?
-Esto se va a saber con el nacimiento, cuando podamos analizar placenta y membrana y el vestigio de feto que puede haber, ahora en estado de maceración. Estos estudios lo van a decir. En este sentido la abogada Graciela Gómez ya investigó para hacer un estudio desde el punto de vista del gen celular y de cromosomas celulares, y puntualmente dentro de las células de humor vítreo del feto muerto, que serían las células que tendrían mayor adhesividad al glifosato y allí se verá si tuvo ingerencia en deceso de este feto o si fue una casualidad.
-¿Qué grado de certeza tiene usted sobre la relación entre la acción de este agroquímico con la muerte del feto?
-Si bien no tengo un detalle puntual en la investigación de agroquímicos y la afectación del embarazo en evolución, si se sabe a ciencia cierta que en animales de experimentación a dosis ultrabajas, daña las células placentarias y las células fetales. Por una cuestión de sentido común y por una relación directamente proporcional, el glifosato sería un tóxico para estas células placentarias, las del cordón fetal como las células madre que justamente al ser muy inmaduras son muy vulnerables a cualquier exposición a un químico. En este caso puntual no puedo asegurar que en esta muerte fetal haya tenido una ingerencia directa.
-Como obstetra, ¿ha tenido casos similares donde debió indicar el traslado de la embarazada?.
-Trabajaba en el efector de salud provincial de Cabín 9 en Pérez, y empezamos a investigar cuando notamos que había mucha incidencia de leucemia en personas jóvenes y en niños y se llegó a la conclusión de que los cables de alta tensión que estaban muy bajos en ese bario, tenían una relación directa en la afectación por la radiación sobre estas células madre de la sangre que son inmaduras y se llegó a la conclusión y se probó científicamente que afectaban a este tipo de células. Por eso en ese barrio había tantos caso de leucemia, muchos caso de linfomas, que no pasaban en otros lugares.
-¿Qué decisión se tomó?
-Hubo una intervención legal y se trató de quitar ese cableado.
-¿Qué medidas podrían tomarse como política sanitaria sobre las fumigaciones y su afectación sobre la salud humana, puntualmente sobre su población de pacientes, las embarazadas?.
- Así como le sugerí al matrimonio evitar la exposición directa al agroquímico, lo haría como política ya que este producto afecta directamente al genoma celular y provoca una distorsión. Obviamente estoy esperando la confirmación de este caso para pedir en forma imperativa el aislamiento de las embarazadas a este tipo de fumigaciones. Por una cuestión de sentido común, hoy pido evitar exposiciones de este tipo de herbicidas y agroquímicos- concluyó García.
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