Las empresas metalúrgicas carroceras ubicadas en el Gran Rosario suspendieron personal y advirtieron que peligran los 800 puestos de trabajo directo y otros 2.000 indirectos que genera la actividad. Así lo indicó la Cámara de Carroceros de Omnibus de Larga Distancia (CALADI), debido a las dificultades para lograr la materia prima que les exige la nueva legislación nacional a los ómnibus de dos pisos, para que tengan mayor seguridad la fabricación de chasis de cuatro ejes en vez de tres.

Ante esta situación, la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani, mantuvo ayer una reunión con integrantes de la CALADI, quienes le expresaron su preocupación porque peligra la continuidad laboral de unos 800 trabajadores de las empresas radicadas en la zona. "No estamos pidiendo dinero ni subsidios, solamente un corrimiento de fechas hasta que haya chasis en el país", dijo a Rosario/12 el vicepresidente de la Cámara, Raúl Dalesandro.

La problemática se presenta a partir de una nueva resolución dictada por la Secretaría de Transporte de la Nación, que establece que estas empresas modifiquen un material en las carrocerías: "Las unidades que se afecten al transporte de pasajeros de larga distancia con una altura igual o superior a 3,80 metros deberán estar carrozadas sobre chasis que dispongan de doble eje delantero". La aplicación de la resolución "se hace sin que exista la posibilidad de tener los chasis de cuatro ejes en el país, porque vienen de Brasil", explicó la viceministra.

Puntualizó que "son ocho las empresas afectadas y las únicas en el

país que carrozan ómnibus de larga distancia de dos pisos". "Son 800 puestos de trabajo directo y 2.000 de manera indirecta que están siendo afectados con suspensiones", añadió.

Para Ciciliani "la solución inmediata sería una prórroga de la vieja legislación hasta que se pueda adecuar la producción a las nuevas exigencias". "Esto debe ser avalado por CALADI, que dice que la resolución es terminante con respecto al tipo de chasis, pero irracional ya que los chasis no existen en el país, por lo que se les hace imposible cumplir con la legislación".

Y agregó: "Es un poco irracional que tengamos trabajadores suspendidos porque no podemos sentarnos a una mesa a adaptar el inicio de una resolución con la realidad económica de conseguir la materia prima para hacerlo".

Por otra parte, la Cámara dio a conocer un comunicado donde destaca que "las terminales automotrices encargadas de proveernos dichas unidades desde Brasil, no lo tienen en producción actualmente y el tiempo de fabricación estimado es imposible de predecir ya que los procesos productivos pueden llevar de uno a dos años".

Como consecuencia de esta falta de material y ante la baja demanda de coches que ya están terminados, pero que no cumplirían con la nueva reglamentación, hay más de 170 empleados que están suspendidos por falta de trabajo. "Dentro de diez días, la gente va a estar afuera, porque prácticamente no tenemos trabajo. En Rosario son entre 800 y mil trabajadores directos", y unos dos mil estarían afectados indirectamente. El empresario explicó: "Las fábricas iban achicando personal de a poco; pero, ya cerró una, que tenía cien empleados y dejaron sólo diez de guardia".

Según indicó Dalesandro se le solicitó a Ciciliani que interceda para que haya mayores controles de ingreso de carrocerías de Brasil. "Estamos pagando un subsidio a las empresas de transporte, por el gasoil, y con ese dinero estas empresas compran carrocerías en Brasil".