Miércoles, 18 de marzo de 2009 | Hoy
22:28 › POR MANO DURA
Alrededor de 5 mil manifestantes se concentraron en la Plaza de Mayo para el acto organizado, entre otros, por una ONG cuya titular es la hija del general Guglielmi, acusado por torturas. La convocatoria fue inferior a la esperada por los organizadores. El sacerdote católico Guillermo Marcó y el rabino Sergio Bergman fueron los oradores centrales.
"Tenemos nuestros representantes en otro lugar discutiendo lo que no necesitamos que se vaya a votar", cuestionó el rabino Sergio Bergman, quien junto con el sacerdote católico Guillermo Marcó y un representante islámico fueron los oradores.
Bergman, aclamado por el público, criticó duramente al Gobierno con frases como "hay una Argentina que puede ser República después de Néstor (Kirchner)" y "no se puede confundir el legado de Perón con la locura de Nerón".
El rabino abrió el discurso con una metáfora: al pedir que se bajen los carteles con imágenes de víctimas del delito para que todos pudieran observar el palco, señaló que "vinimos a ver lo que se quiere ocultar y lo que vinimos a manifestar".
"Reclamar seguridad no es ser de derecha o pedir mano dura, la seguridad es un derecho consagrado en la Constitución Nacional. Los derechos humanos no son de derecha ni de izquierda", dijo Bergman y pidió a los jóvenes "que hagan estallar de votos las urnas".
"Acá está el pueblo, sabemos de qué se trata, la Plaza de Mayo es de todos. Sabemos de qué se trata la inseguridad, no es una sensación, es un flagelo de nuestra comunidad", enfatizó. Y agregó: "No podemos convivir en paz si hay una situación donde se confunde el orden con represión y Justicia con venganza".
Por su parte, Marcó aludió al debate instalado por Susana Giménez sobre la pena de muerte y se diferenció de ese pedido.
"En la antigüedad se vivía la ley de la selva, del más fuerte; después apareció Hammurabi en Babilonia e instauró la ley de 'ojo por ojo, diente por diente'. Es verdad que los delincuentes instalaron la pena de muerte porque te matan por 20 pesos, pero es verdad también que el odio no soluciona nada, porque la pena de muerte la tendrían que instrumentar los jueces que son los mismos que ahora dejan a los delincuentes en libertad", sostuvo Marcó.
"No dejes que el odio te gane el corazón; a las personas que odiás no les hace nada, pero vive con vos, te mata el corazón...
Convertí ese odio en acción cívica, participá, votá, tratá de cambiar las cosas desde la ley, no desde la violencia. El amor es más fuerte que la muerte", enfatizó el cura.
Aseveró que "hay que pedir justicia en el marco de la ley, no de la muerte, hay que terminar con la muerte y vivir en paz" y denunció "cuántas mamás lloran porque a sus hijos se los lleva el 'paco' cuando las autoridades poco o nada hacen".
Hubo figuras conocidas, como la modelo Carolina Baldini -que sufrió un intento de robo días atrás-, y el actor Adrián Martel, cuya ex esposa fue arrojada por una ventana por delincuentes.
"Estamos a favor de la seguridad, no estamos contra nadie", dijo Martel, que justificó la merma de asistentes en que "hicieron correr la bolilla" de que se iba a pedir la pena de muerte "y la gente no viene porque no está de acuerdo con eso".
También estuvieron el humorista y empresario teatral Nito Artaza, el abogado Roberto Damboriana, el histórico militante peronista Tula, las integrantes de las Madres del Dolor Viviam Perrone, Elsa Schenone e Isabel Yaconis; Marcelo Bragagnolo y el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg.
El acto culminó cuando el locutor leyó un pedido para que no haya más "inseguridad", "leyes permisivas", "violaciones", "robos", a cada una de las cuales la gente le respondió con la palabra "Basta".
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