El paquete de ajuste aprobado por los ministros incrementó el IVA del 18 al 21 por ciento, en tanto que se prevén congelamientos de sueldo y hasta despidos por la reducción de 3.500 millones de euros que se le hizo a la administración pública. "Se trata de "simplificar las estructuras" y de acercar el régimen de la función pública al del sector privado, añadió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

El ministro también calificó a la situación de España como "dramática" y bajo esa alerta confirmó la eliminación para este año de la paga extra de Navidad a todos los empleados públicos, así como también la reducción del subsidio de desempleo a partir del sexto mes de recibirlo. Y añadió que el 1 de enero de 2013 se suprimirá la deducción fiscal por la compra de viviendas y que habrá una suba en la tributación de las empresas tabacaleras.

Aún así, el funcionario reconoció que las medidas se tomaron no sólo por la situación interna, sino también por la presión externa. "Estuvimos obligados /a tomar esas decisiones) por las circunstancias, por las recomendaciones (de Bruselas), y por la situación de prioridad absoluta de reducción del déficit público en el momento que estamos atravesando".

Por su parte, el CSI-F, sindicato mayoritario de los estatales, decidió una huelga general para septiembre, en rechazo a las medidas. No obstante, no precisó la fecha porque, según los dirigentes, resta acordar con Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), que a nivel general son los dos grandes sindicatos del país.