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La diputada Lorena Pokoik, del Frente para la Victoria, afirmó que el proyecto sancionado “recoge la demanda de los centros culturales y pone fin al período de clausuras de estos espacios, en los cuales se expresa, se produce y se disfruta la diversidad y pluralidad cultural que caracteriza a la Ciudad de Buenos Aires”.

En tanto, la presidenta del bloque kirchnerista, Gabriela Alegre, aseguró que “esta ley es un símbolo de lo que podemos llegar a hacer cuando nos escuchamos para llegar a un consenso”.

Por su parte, el diputado por Seamos Libres, Pablo Ferreyra, celebró la aprobación de la ley dado que con la norma “va a sacar de la clandestinidad a los centros culturales que tanto aportan a la identidad de la Ciudad”.

Para el legislador de Nuevo Encuentro Edgardo Form, la norma “es un paso muy importante porque viene a cubrir un vacío legal y crea un marco normativo que garantiza la estabilidad de los centros”. En tanto, el legislador de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, aseguró que la aprobación “expresa la lucha del movimiento cultural en la Ciudad y el no renunciar a los matices de la diversidad”.

Por último, Claudio Coreman, de MECA -uno de los colectivos que participó de la redacción de la ley- consideró su aprobación como “un gesto del sector político, que acusó recibo de nuestras manifestaciones para salir de la clandestinidad”.