La historia de la radio de la Universidad de Buenos Aires (UBA) está plagada de vaivenes. Pero éste parece ser el año de su despegue o, al menos, eso es lo que plantean los responsables de moldear su perfil: el subsecretario de Medios de la UBA, Glen Postolsky, y el flamante director de la FM 90.5, Damián Valls. En diálogo con Página/12, explican que el objetivo es crear “un espacio de opinión dentro de la sociedad, autónomo de los grandes medios”. Los nuevos contenidos de la programación estarán en el aire dentro de dos semanas.

“Seguramente son muchos los obstáculos que habrá que sortear para que la radio funcione como a uno le parece que debería, pero vamos a hacer lo posible”, avisa Postolsky. El subsecretario de Medios de la UBA está finalizando el proceso de evaluación del estado en que se encuentra la radio para comenzar a timonear el medio de comunicación. “Hace un poco más de seis meses que comenzamos con el trabajo de reordenar un poco la radio, situación que se fue alargando con el tiempo. Por distintas cuestiones la radio pasa a estar siempre fuera de la lista de prioridades. Es entendible, desde el punto de vista presupuestario, por la situación por la que está pasando la universidad, pero no deja de ser importante tener un medio masivo de comunicación al servicio de la UBA”, analiza Postolsky.

Después de los ocho meses de acefalía que sufrió la UBA durante el 2006, la radio fue casi la última dependencia de la casa de estudios a la que se le asignó funcionario. Ese fue el último escalón de su compleja historia: la FM UBA viene de recorrer un camino largo y enredado desde sus inicios. En julio de 1989 el entonces presidente Raúl Alfonsín firmó el decreto en el que la creaba bajo la identificación de LRL 310. Pero se fueron sucediendo traspiés e indefiniciones políticas que demoraron la salida al ruedo de la emisora. Recién dieciséis años después, el 20 de diciembre de 2005 –“gracias al trabajo de Oscar Bosetti, el anterior secretario de Medios”, recuerda Postolsky– se puso en el aire el primer separador en el que Eduardo Aliverti decía: “UBA FM 90.5, la memoria presente”.

A principios de este mes asumió como director Damián Valls, experimentado en medios de comunicación alternativos, fundador de FM La Tribu y director de la FM 2x4 hasta mediados de 2006, además de docente en la carrera de Ciencias de la Comunicación. Aunque todavía se encuentra en un proceso de desarrollo del plan de trabajo, Valls esboza el perfil que buscará imprimirle a la radio de la UBA. “Desde la crisis del 2001 la universidad tiene que tener una presencia mucho más fuerte dentro del escenario social en cuanto a opinión. Aunque sí es verdad que a partir de ahí empezó a participar del debate público, mientras que en los ’90 se había dado todo lo contrario.”

Uno de los puntos cruciales del proyecto es comunicar e informar con una mirada más allá de los medios masivos. “La universidad tiene que construir un espacio autónomo. En términos estratégicos, a largo plazo, más que nunca se hace necesario para la sociedad que tenga un discurso con cierto margen de autonomía respecto del poder mediático, que satisface más el derecho a la curiosidad que el derecho a la información. Del mismo modo, es necesario mantener una distancia sana de los medios estatales”, estima el flamante director.

El proyecto institucional llegará a los parlantes a partir del 5 de mayo, cuando se lance la nueva programación (ver aparte). Más adelante, después de junio, se incluirá también una versión radiofónica de Televisión x la identidad, el programa que narraba las historias de nietos de desaparecidos, apropiados durante la dictadura y que se reencontraron con su identidad gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. “Serán trece capítulos dedicados a contar los casos de chicos recuperados por las Abuelas, con invitados en el estudio”, cuenta Postolsky. Habrá varios libretistas colaborando, entre los que ya está confirmado el reconocido dramaturgo Roberto “Tito” Cossa.