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El centro de estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA, conducido por agrupaciones de izquierda, mantuvo ayer la toma de la facultad, iniciada el martes por la noche, después de que el consejo directivo eligiera las nuevas autoridades de la institución: la decana Graciela Morgade y el vicedecano Américo Cristófalo. Los estudiantes reclaman “la democratización de los órganos de gobierno de la universidad”, en medio del proceso de renovación de autoridades académicas que desembocará en la elección del rector de la UBA, prevista para el próximo 5 de diciembre. Además, los alumnos de Filo piden un “edificio único integrado” para la facultad y “la restitución de becas de apuntes”, entre otras cosas. Las autoridades de la facultad llamaron a los alumnos al diálogo y respondieron que la elección de la decana y su vice se realizó “de acuerdo con las normas vigentes” y por “clara y contundente mayoría”.

“Las elecciones estaban previstas según el calendario académico. Hay una constancia firmada por una escribana pública que las avalan”, aseguró Morgade a Página/12. Explicó que concuerda con la necesidad de “cambiar el estatuto universitario y ampliar la representatividad, tema que está en mi agenda de trabajo”, pero aclaró que esa discusión excede a la facultad y abarca a toda la UBA.

En una sesión tumultuosa, con nueve votos afirmativos de las mayorías de profesores y graduados, el martes pasado resultaron electos Morgade y Cristófalo, quienes asumirán en marzo. Un grupo de estudiantes que milita en el PO, Marea Popular y el PTS –según comunicó la facultad– intentó impedir la sesión, pero no lo consiguió.

La presidenta del centro de estudiantes, Luna Mora Palmada, aseguró que los consejeros estudiantiles “tuvieron que pasar por un cordón de seguridad de las agrupaciones que apoyan a la gestión”. Dijo también que la nueva decana está ligada al Ministerio de Educación de la Nación, y la vinculó con uno de los candidatos al rectorado de la UBA, Alberto Barbieri, decano saliente de Ciencias Económicas: “Expresan de la manera más cruda el avance de la privatización de la educación mediante convenios con empresas privadas y negocios para paliar el desfinanciamiento del Gobierno”, destacó. Frente a ello, Morgade declaró su apoyo a las políticas educativas del Gobierno y se desligó de Barbieri. Afirmó que su espacio político presentará un candidato propio para la elección de rector.

El centro de estudiantes asegura que en Filo hay “aulas superpobladas, falta de oferta horaria, reducción de presupuesto para becas y un edificio precario. Mientras los planes de la gestión de construir un edificio para actividades aranceladas agudizan la política de recursos propios, los estudiantes decidimos en asamblea tomar la facultad con clases públicas”. Asimismo, la izquierda estudiantil cuestiona a las autoridades por promover la acreditación de carreras en la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).

Las autoridades respondieron ayer afirmando que las problemáticas que denuncian los alumnos son propias de la universidad pública. “Nadie duda de que en la universidad pública, gratuita y masiva el problema de la relativa escasez de infraestructura es una cuestión siempre latente, que las autoridades electas democráticamente –el decano y el consejo directivo– hemos tenido, junto a docentes, estudiantes y no docentes, presente en todo momento, y que es y ha sido objeto de acciones encaminadas a resolver en sus diferentes aspectos”. También consideraron “inexplicable” el reclamo referido a la Coneau, “dado que el consejo directivo se ha expresado en numerosas ocasiones en contra de acreditar con la actual Ley de Educación Superior”.

Anoche, una asamblea estudiantil analizaba la continuidad de la medida.

Informe: Laura Guarinoni.