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Los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán mantienen un paro por tiempo indeterminado desde el pasado 23 de mayo. En desacuerdo con el cierre de las paritarias del sector –que definió un aumento salarial escalonado que, mediante diversos conceptos, llegará en septiembre al 32 por ciento–, el gremio local Adiunt exige un incremento del 40 por ciento retroactivo a enero. Además, los profesores piden cambios en el estatuto de la universidad y que los docentes de las escuelas preuniversitarias puedan votar a las autoridades académicas, entre otros puntos. Aunque hubo intervenciones del gobierno provincial, la Justicia y el Ministerio de Trabajo nacional, el conflicto continúa y ya superó los 80 días.

La UNT es una de las universidades más grandes del país, detrás de las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata. Tiene unos 70 mil estudiantes y de su estructura dependen siete escuelas secundarias. Inicialmente, la huelga por tiempo indeterminado afectó por igual a las facultades y a los colegios, pero después de las vacaciones de invierno, Adiunt –gremio enrolado en la Conadu Histórica– decidió flexibilizar la protesta en las escuelas, donde los docentes vienen realizando paros de 48 horas por semana.

El gobernador José Alperovich sostuvo que es “una aberración” que no se dicten clases en la universidad y detalló que “aunque no nos guste los alumnos están perdiendo el año –dijo la semana pasada–. Tienen de rehenes a los chicos y lamentablemente siempre se corta el eslabón por el más débil”.

A partir de una presentación realizada por padres de estudiantes, el martes pasado el juez federal Daniel Bejas instó al Ministerio de Trabajo nacional a convocar a una audiencia de conciliación a Adiunt, la cartera de Educación nacional y la UNT. Trabajo aceptó llamar a una reunión para intentar acercar a las partes, pero en el encuentro no se produjeron avances. Ayer iba a hacerse un segundo encuentro, pero fracasó. Es que antes la Secretaría de Trabajo provincial había dictado la conciliación obligatoria y citado a las partes ayer por la mañana. Pero, para Adiunt, el conflicto es de competencia federal (la universidad depende de la Nación), por lo que la secretaría laboral de Tucumán no tendría jurisdicción. Así las cosas, el gremio desconoció la conciliación obligatoria y se presentó a la reunión citada por el Ministerio de Trabajo nacional. Las autoridades de la UNT se presentaron al otro cónclave, el convocado por la provincia, y en ausencia de los docentes ratificaron su voluntad de diálogo.

Ayer por la tarde, no obstante, hubo una reunión en el rectorado, en busca de “acercar posiciones”. “La universidad está en rojo. Hace falta la intervención del gobierno nacional, que hasta ahora no ha hecho nada”, reclamó la secretaria adjunta de Conadu Histórica, Claudia Baigorria, desde Tucumán, en diálogo con este diario.

La paritaria nacional de los docentes universitarios se cerró en junio, con un incremento salarial integrado por varios ítem: aumento del 16,5 por ciento desde junio; aumento (acumulativo) del 10 por ciento desde agosto; una mejora del 2 por ciento desde septiembre (programa de jerarquización docente previsto en el convenio colectivo), además de subas en los adicionales por posgrado y actualización de los nomencladores. El acuerdo fue sellado por Educación con los sindicatos Fedun, Conadu (profesores de educación superior), Ctera y UDA (educación media). Luego se sumó también el gremio Fagdut (profesores de la UTN). La Conadu Histórica rechazó el acuerdo.