Las cámaras industriales pymes advirtieron ayer al Gobierno que si no se revierten las líneas centrales de la política tarifaria, monetaria y de contención de la demanda interna se seguirán bajando persianas en el sector. “No puede haber más aumentos tarifarios. La industria nacional no está en condiciones de trasladar las subas de las boletas a los precios porque no hay demanda, con lo cual muchas empresas se endeudan, se han achicado o cierran. Y esto es un efecto dominó, cuando una empresa anda mal, traslada sus problemas a su proveedores, que también son pymes”, indicó Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos. Presentarán un proyecto de ley para que las pymes puedan reclamar de manera más ágil ante las distribuidoras los resarcimientos vinculados a daños por los cortes de luz, que siguen siendo moneda corriente (ver recuadro).
Unas veinte cámaras pyme se reunieron ayer en el Hotel Castelar, que queda justo enfrente de la sede de la Unión Industrial Argentina (criticada por los pymes por su inacción frente al Gobierno). Uno de los ejes de los reclamos fue la cuestión tarifaria. Andrés Repar, especialista del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz, indicó en la apertura del encuentro que “no se entiende por qué los precios del gas en boca de pozo y de generación eléctrica son superiores a los internacionales. El subsidio que antes recibían las distribuidoras se pasó ahora a las petroleras”.
“Aranguren –el ministro de Energía– tiene la teoría del precio marginal, por el cual remunera a cada actor del mercado de gas según el precio más caro de importación, cuando la lógica debería ser pagar un precio promedio. Además, no existe contraprestación en ese precio. El costo de gas en 2014 estaba en 2,6 dólares, el mismo nivel que EEUU. Ya estamos en el doble de ese valor en dólares, pero los costos internos medidos en dólares no se modificaron, mientras que el costo de extracción, según los balances de las petroleras, está en 1,8 dólares. La producción de crudo está barranca abajo y el leve avance del gas no se justifica por el fabuloso incentivo de precios. Vaca Muerta a esta altura es Vaca Sepultada, sólo están en pie los proyectos de YPF y Tecpetrol.” Repar citó al titular de Techint, Paolo Rocca, quien dijo que el gas en boca de pozo debería estar entre 3 y 4 dólares. “Eso implica que la boleta de gas tendría que bajar inmediatamente alrededor de un 30 por ciento, una enormidad”. Según sus cálculos, la boleta de gas en dos años subió hasta un 600 por ciento y la de electricidad lo hizo en un 1000 por ciento.
“En mi empresa, la boleta de luz subió un 1014 por ciento en dos años y el gas, 853 por ciento. Al mismo tiempo, los salarios en mi sector subieron un 57 por ciento. Las subas de tarifas también nos afectan por la baja del consumo. Si la incidencia de los servicios pasaron del 2 al 25 por ciento en el presupuesto familiar, se reduce el dinero disponible al consumo. Encima suben las importaciones”, dijo Rodolfo Liberman, de Apyme. “La boleta de luz pasó de 2 mil a 32 mil pesos en mi empresa, donde somos veinte personas”, agregó Sergio Panossian, de la Cámara del Calzado. “Cuando la boleta aumenta en un 50 por ciento, los precios en las góndolas crecen un 10 por ciento. Es decir afecta a toda la sociedad”, agregó Rosato.
“¿Saben cuántas pymes tienen pedido hace seis meses el procedimiento preventivo de crisis? Son 200 sólo en La Matanza y no tienen respuesta”, señaló Edgardo Cilona, de la Cámara de Comercio e Industria de La Matanza, en relación a la rápida respuesta que ofreció el Gobierno a la presentación del preventivo de crisis para Carrefour. “La tarifa eléctrica no es nuestro único reclamo, también hay otras cuestiones como los costos logísticos. Creo que las pymes no están en la agenda del Gobierno”, dijo Antonio Paolini, de la Cámara del Plástico. “Tenemos menores ventas, mayores costos crediticios, impositivos, de tarifas y aumentan las importaciones. Todos estos cambios se realizaron de forma muy abrupta y no dieron tiempo a las pymes a acomodarse. Nos piden que seamos competitivos pero pagamos tarifas altísimas”, indicó Marco Meloni, de la Fundación ProTejer.