El peso de las boletas de luz y gas sobre los ingresos laborales del conjunto de los trabajadores se multiplicó siete veces desde la llegada de Cambiemos a la Casa Rosada. Estimaciones realizadas por los investigadores del Cifra-CTA evidencian que las tarifas se llevan el 14,5 por ciento del total de los salarios. Previo al recambio presidencial esa relación era de apenas 2,7 por ciento. Entre diciembre de 2015 y abril de 2018, las tarifas de gas natural para el área metropolitana de Buenos Aires registraron incrementos entre 400 y 920 por ciento. En ese mismo período las tarifas de Edenor y Edesur registraron subas que oscilaron entre 800 y 2300 por ciento.
“Si el objetivo era reducir el déficit fiscal con la quita de subsidios, lo que se ve es que lejos de encontrar una solución agrandó su problema. Sacaron impuestos a sectores de altos ingresos, como es el caso de las retenciones, y se reemplaza el gasto en subsidios por el pago de intereses de la deuda”, apuntó Pablo Manzanelli del Cifra-CTA. “Las políticas implementadas iban a redundar en un incremento de la producción de hidrocarburos pero el resultado fue el opuesto ya que en 2017 cayó la producción tanto de petróleo como de gas. El resultado real es la consumación de una transferencia de ingresos en detrimento de los trabajadores, que deben destinar una mayor parte de su ingresos al pago de servicios públicos”, consideró el investigador.
La estimación realizada por el equipo del Cifra contempló los servicios residenciales de electricidad y gas natural, sin considerar los aumentos de agua. Por eso, se trata de una evaluación de “mínima”. Las tarifas utilizadas corresponden a los servicios en los partidos del conurbano bonaerense, para consumos “moderados” (R3 1 en el caso de gas y R3 en el de electricidad). En el caso del gas, los mayores aumentos se registraron para los segmentos más bajos. La factura mensual de consumo moderado R3 escaló des 158 a 1234 pesos, es decir aumentó 681 por ciento. Con esa escalada el peso del pago de servicios del gas natural se incrementó del 1,0 al 4,2 por ciento sobre el salario registrado del sector privado, en tanto que pasó del 2,1 al 8,3 por ciento del ingreso laboral del conjunto de los ocupados.
En la electricidad los mayores aumentos también se registraron entre los consumos más bajos (R1 a R5). Para el segmento utilizado por Cifra (R3) la factura mensual tipo creció de 49 a 922 pesos, un aumento del 1781 por ciento. De esa manera, el peso del pago de servicios de electricidad se incrementó del 0,3 al 3,2 por ciento sobre el salario registrado del sector privado y del 0,6 al 6,2 por ciento sobre el ingreso laboral del total de los ocupados.
A nivel agregado, el equipo de investigadores compuesto por Mariano Barrera, María José Castells, Ana Laura Fernández, Mariana González y Manzanelli estimó que, la suma de los aumentos en gas y electricidad, pasó de representar el 1,4 al 7,4 por ciento del salario promedio de los trabajadores registrados del sector privado y del 2,7 al 14,5 por ciento de los ingresos laborales del conjunto de los ocupados entre fines de 2015 y abril de 2018.