El presidente Macri reconoció ayer que la inflación este año será del 30 por ciento. Se trata de una cifra que duplica el objetivo oficial anunciado en diciembre pasado. El error de pronóstico fue exactamente del ciento por ciento. Macri usó las mismas palabras de la mediática Lita de Lázzari (una desaparecida referente de los consumidores) para decirle a la población que busque las promociones de precios para enfrentar la inflación. “La gente tiene que caminar porque en momentos de devaluación hay diferencias de 30 por ciento en los precios”, dijo. Las palabras del Presidente contrastan fuertemente contra las planteadas en la campaña, cuando aseguró que lo más sencillo de su gestión iba a ser bajar la inflación.
Macri planteó que la suba de los precios está relacionada en gran parte con la recomposición de los servicios públicos, que hizo imposible cumplir con la meta de precios propuesta originalmente. “Tuvimos que subir tarifas un 1000 por ciento”, argumentó. Los aumentos tarifarios ya estaban contemplados en su programa de gobierno e incluso por intervención de la Justicia no se ejecutaron más aceleradamente. El presidente aseguró además que “el tormentón” que atraviesa la economía fue otro de los elementos que aceleró la inflación.
“El tormentón” del que habla el Presidente no fue heredado sino autogenerado. Se vincula con la bicicleta financiera potenciada a partir de 2016 con las Lebac y las altas tasas de interés, que se complementó con la apertura total a los flujos de entrada y salida de los capitales. El endeudamiento indiscriminado es el otro elemento que provocó las tensiones este año, con una corrida cambiaria que llevó el tipo de cambio de 20 a 28 pesos en menos de cuatro meses y disparó los precios del mercado interno. Algunos de los rubros que más subieron fueron alimentos, lo cual afecta sensiblemente la capacidad de compra de los sectores vulnerables de la población.
“La gente tiene que caminar, mirar, porque en este momento de devaluación, hay más o menos 30 por ciento (de diferencias) en los precios. Yo le pido que se cuiden, que miren, que comparen precios hasta que esto se equilibre. Y que estén atentos a los vivos”, planteó Macri. El Presidente se refirió a que, pese a las subas de los últimos meses, a partir de ahora el equipo económico tiene mayor margen para enfrentar la tensión de precios. “Ahora estamos mucho más cerca y tenemos mucho más claro cuáles son los problemas con el gasto público”, planteó.
El Presidente utlizó una vez más, para demostrar que las cosas no le han ido tan mal, una comparación caprichosa con Venezuela. “Nos salvamos de ir a un millón por ciento de inflación como Venezuela, pero todavía estamos batallando contra el problema de los precios”, indicó. No obstante, en Argentina la suba de la inflación anotó picos históricos sin enfrentar ninguno de los problemas de boicot y desabastecimiento que sufre el gobierno de Maduro. Por caso, en 2016 se registró una suba del 41 por ciento, la más elevada en 25 años. Pero Macri insistirá en la misma línea, convencido de que alcanzará su objetivo. “Este mes baja, va a seguir yendo a la baja, el año que viene va a bajar y en dos o tres años vamos a tener una inflación de un dígito”, auguró.