El Gobierno anunció una suba de la electricidad del 24,4 por ciento en promedio para el AMBA, que comenzará a tener impacto en la factura de septiembre. El 37 por ciento del total de usuarios residenciales sin tarifa social, incluidos en la categoría R2, la segunda de más bajo consumo, se enfrentarán a una suba del 26 por ciento y la boleta mensual promedio pasará a 643 pesos. Los usuarios comerciales de menor porte tendrán un aumento del 19 por ciento y facturas promedio de 3007 pesos mensuales. Para la mayor parte de los hogares con tarifa social, la boleta de luz pasa a 268 pesos por mes. Si bien el Gobierno admite que el segmento más carenciado entre los beneficiarios de tarifa social es el que más luz consume, por la falta de gas de red, la boleta mensual del rango más alto (R9) es de 4679 pesos, sin aumento en esta oportunidad. Los subsidios a la electricidad todavía explican el 33 por ciento del costo de generación.
El anuncio estuvo a cargo del ministro de Energía, Javier Iguacel, quien despotricó en varias oportunidades contra los gobiernos de Córdoba y Santa Fe y las respectivas empresas provinciales de electricidad, a quienes culpó de que cobran a sus usuarios muy por encima del valor de enfrentan los hogares AMBA. También criticó que muchos de los nuevos edificios cuenten con calefacción eléctrica y sugirió a los usuarios “pasarse a gas” (ver recuadro). En función de la fuerte devaluación del peso desde mayo, el aumento del 24,4 por ciento es menor a la suba que se preveía según la virtual dolarización de las tarifas que determinó el Gobierno. La clave, dijo Iguacel, es que la mitad del aumento otorgado a las distribuidoras (Edenor y Edesur) se aplicará durante la revisión de febrero de 2019, y se sumará a la suba prevista para el primer semestre de ese año. Otro factor que según Iguacel incidió en morigerar el aumento es la reducción del valor del precio promedio que se paga a las usinas por el gas natural, de 5,20 a 4,20 dólares el millón de BTU.
Los aumentos
El aumento promedio de la luz en el AMBA es del 24,4 por ciento, que se aplica sobre la medición de agosto. Es decir que las boletas de septiembre comenzarán a llegar con los aumentos. La categoría R1 de menor consumo, que abarca a 1.237.144 hogares, tendrá una suba del 26 por ciento y la boleta promedio será de 233 pesos por mes. En R2 (1.256.020 hogares), la factura mensual queda en 643 pesos, luego del aumento del 28 por ciento, mientras que la categoría R3 (304.584 hogares) tiene una suba del 27 por ciento y la factura promedio será de 1043 pesos. En las categorías de mayor consumo, R8 (135.338 usuarios) y R9 (15.676 usuarios), el aumento porcentual es más bajo pero las boletas promedian 4515 y 8451 pesos, respectivamente.
Los 1.119.805 hogares con tarifa social también absorben aumentos, en algunos casos por encima de la media. Por ejemplo, los 410.146 hogares de categoría R2 pasan a pagar 268 pesos por mes, una suba del 37 por ciento. La tarifa social consiste en la bonificación de la totalidad del costo de generación de los primeros 150 kW/h mes, mientras que por el segundo bloque de 150kW/h se paga el 50 por ciento del costo. El ministro Iguacel aseguró que el Gobierno sabe que hay usuarios de muy alto consumo, unas 100 mil conexiones, que están en esa situación porque no cuentan con gas de red, es decir, están en el tope de la pirámide de consumo pero a la vez tienen una condición económica vulnerable. Mientras el funcionario describía esa aparente paradoja, detrás suyo estaba el cuadro tarifario para los beneficiarios de tarifa social: la boleta mensual para las dos categorías de mayor consumo se ubica en 2615 y 4679 pesos. Como el requisito para acceder a la tarifa social es que el usuario perciba menos de dos salarios mínimos, o sea, por debajo de los 20 mil pesos, la boleta de mayor consumo (que aplica para hogares sin acceso al gas), implica que esa familia destina al menos el 25 por ciento de su ingreso a pagar la luz. Iguacel, en cambio, prefirió destacar que la boleta para esos usuarios no tuvo aumento. Con este incremento, el 43 por ciento de todos los usuarios residenciales (incluyendo a los que reciben la tarifa social), pagará hasta 270 pesos y el 73 por ciento afrontará boletas igual o menores a 650 pesos por mes. “Prácticamente todo el AMBA paga menos de mil pesos”, dijo Iguacel.
Entre los usuarios no residenciales, los pequeños comercios (T1) recibirán una suba del 19 por ciento y la factura promedio será de 3007 pesos por mes. Para los usuarios comerciales de mediano porte (T2) el incremento es del 20 por ciento para llegar a una boleta mensual de 39.189 pesos. Los usuarios comerciales e industriales de mayor porte (T3) alcanzarán una boleta de 138.412 mil pesos por mes. Por último, para los usuarios industriales con una potencia de 350kW, el Gobierno eliminó completamente el subsidio y la suba es del 45 por ciento, con lo cual la boleta promedio mensual asciende a casi medio millón de pesos.
Iguacel subrayó que el precio de generación es igual en todo el país y criticó a los gobiernos de Santa Fe y Córdoba y a sus distribuidoras. “Cobran cerca de cuatro veces mas que las distribuidoras del AMBA. Confiamos en la capacidad de esos gobiernos y empresas para no seguir aumentando el costo y que los aumentos sean del 15 o 17 por ciento”.