El índice de pobreza porteño registró una reducción en el tercer trimestre respecto del segundo de dos puntos, si se lo mide en cantidad de personas que viven en la Ciudad, y se ubicó en 18,1 por ciento, aunque se mantuvo por encima del 17,6 de la primera parte del año. Según la Dirección de Estadística y Censos porteña, los hogares en condiciones de pobreza representaron en el tercer trimestre 12,3 por ciento del total, 2,4 puntos menos que en el segundo pero 0,4 más que en el primero.
La mejora en los indicadores responde a que en el segundo trimestre quedó suspendida por una medida cautelar la aplicación del tarifazo sobre el gas, el cual empezó a regir en el último trimestre. Esto permitió una breve pausa en las mediciones de alza de la inflación, que volvió a su escalada cuando se hizo efectivo el aumento de los servicios. Las cifras no se pueden contrastar con el año previo, debido a que el ente estadístico porteño cambió la medición e inició este relevamiento con el informe anterior relativo al segundo semestre.
En el debut de este indicador, que estratifica los hogares y personas y mide su participación en la torta, había mostrado un fuerte crecimiento en pobres e indigentes. En esta segunda edición, con el efecto suspensivo de los tarifazos, la medición muestra una leve mejora. En el caso de la indigencia también hubo una menor variación en la suba de alimentos. En esta segunda medición, la indigencia alcanzó a 44.000 hogares, lo que representó el 3,4 por ciento del total, apenas 0,5 por debajo del segundo trimestre. También incorporó a 146.000 personas, el 4,8 por ciento, 1 punto menos que en la medición anterior. La pobreza alcanzó a 552.000 personas (18,1 por ciento) y 166.000 hogares (12,7).
El relevamiento también toma en cuenta a los “no pobres vulnerables”, cuyo ingreso se ubica entre canasta básica y la total. La canasta básica alimentaria para una familia de cuatro miembros en septiembre para este ente fue de 7258 pesos y la canasta total, de 16.746. En este segmento se ubicó el 8 por ciento de los hogares y 8,1 por ciento de las personas, con disminuciones de 1,9 y 2,7 puntos frente al segundo trimestre, respectivamente. Se los considera vulnerables porque ante una eventual disminución de su poder adquisitivo (por ejemplo, por una suba de precios por encima de sus ingresos) o ante la pérdida del empleo o del ingreso de alguno de sus miembros, tienen probabilidad cierta de caer en los estratos más bajos. En el “sector medio frágil”, con ingreso se ubica entre el costo de consumo total y 1,25 veces esa misma canasta, los hogares representaron el 9 por ciento, 0,5 puntos menos que en el segundo trimestre.
El informe de “Condiciones de vida en la Ciudad de Buenos Aires” considera “clase media” a los hogares cuyo ingreso se ubica entre 1,25 veces y 4 veces la canasta total. Según esta estratificación, se considera clase media a 720.000 hogares, el 55,2 por ciento del total. En esa clasificación están incluidas 1.612.000 personas, el 52,8 por ciento. Por último, los sectores acomodados de la Ciudad, cuyo ingreso mensual es mayor a cuatro veces la canasta total, representan el 15 por ciento de los hogares.