Madrugada del 11 de octubre de 2015. Cámara de seguridad. Un individuo baja de un taxi, cruza la avenida Rivadavia y abre la puerta del edificio a dos personas. El edificio está ubicado a pocos metros de Plaza Flores. En el piso 13 Diana Sacayán luchó por su vida hasta el último segundo.

A partir de este video, la investigación da con un testigo, de ocupación peluquero. El peluquero declara que se cruza en el hall del edificio con dos hombres que salen de un recodo donde estaban ocultos y le piden que abra la puerta. Uno es alto, tirando a rubio y usa jeans. El otro, es más pequeño, viste campera deportiva celeste y gorrita. “Esa madrugaba dos hombres querían que les abriera la puerta de calle y los dejara salir. Uno tenía los ojos muy rojos. Pensé: ‘Que se vayan. Si me pasa algo a mí, quién va a cuidar a mis hijos’”.

En otra imagen se ve que el más alto pasa frente a la cámara tocándose la ingle. Una toma más muestra al sujeto alto conversando con el de gorrita y campera celeste. Salen juntos rumbo a Plaza Flores.

El hombre de jeans, identificado como Gabriel David Marino, fue condenado por el travesticidio de Diana Sacayán. Diversas evidencias materiales, el ADN en las uñas de Diana y escuchas telefónicas lo señalaban como autor del travesticidio de la militante y referente internacional de Derechos Humanos. El fallo fue histórico no solo porque la condena fue por homicidio agravado por crimen de odio y por mediar violencia de género sino porque menciona el término “travesticidio”. La condena fue un triunfo de la militancia lgbti que acompañó el juicio y especialmente de la Comisión Justicia por Diana Sacayán.

Pero quienes acompañaron el juicio en todas las audiencias sabían que apenas se había llegado al final de la primera parte. El hombre de campera celeste acecha en las calles, escondido en la multitud, como cuando escapó en aquella madrugada de 2015. Con el mismo odio y desprecio hacia las existencias travestis que tuvo por Diana.

Ahora existe una nueva esperanza de que la búsqueda de tantos años dé resultados: por pedido del equipo de la Fiscalía Nº4, el Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa de 500 mil pesos a quien dé datos fehacientes del cómplice de Gabriel David Marino. La fiscal Cristina Caamaño señala: “Remarcamos que era importante que el Ministerio de Seguridad remarque la calificación de ‘travesticidio’, y cumplieron. Marino se negó a declarar, no dijo nada sobre su cómplice. La cifra de travesticidios es alarmante en relación a la población travesti”.

Transcurrido poco más de un mes de 2019, murieron a manos de travesticidas Mirna Antonella Di Marzo (30), Laly Heredia Escobar (36) y se investiga como posible travesticidio la muerte de Yessica Benavídez (33). Además de 13 muertes por enfermedades que el colectivo travesti-trans denuncia como travesticidio social y genocidio trans. 

La página de Ministerio de Seguridad está habilitada para recibir información vía correo electrónico. 

“Es la primera vez que el Estado pone una herramienta de esta índole para resolver el caso de una compañera. Esta decisión de la fiscalía de Cristina Caamaño bien podrían tomarla también otros fiscales del país. La descripción física de la persona buscada es: edad de 25 a 30 años, aproximadamente 1,75 de estatura, moreno y delgado”, señala Luciana Sánchez, abogada de la querella familiar.

Say Sacayán, hermano de Diana, manifiesta su preocupación por el incremento de la violencia hacia el colectivo travesti-trans. “Hay un asesino suelto y eso a mí no me deja dormir. Pero más allá de esto, estamos viviendo muchas situaciones de violencia. Tratamos de que las pibas estén organizadas y se cuiden”.

Más información en www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/201286/20190207