A tres fechas del final de la Superliga, Lisando López, referente y capitán de Racing, se aferra a la posición de líder que el conjunto de Avellaneda mantiene desde la cuarta fecha. Destaca la vocación ofensiva del equipo, la calidad del plantel y del técnico y admite que no imaginó este romance con la red a sus 36 años, que lo ubicó como goleador del certamen.
–¿Cuando selló su vuelta a Racing en diciembre de 2015 imaginaba un presente como este?
–Sí, por supuesto e incluso lo imaginaba mucho tiempo antes. La idea de volver fue por esto, para pelear el campeonato y ganar títulos. En mi cabeza estaba esto. No se pudo dar antes el hecho de pelear una competición hasta el final, pero hoy disfruto este presente y espero que lo podamos coronar.
–¿Qué cualidades tiene Racing para ser líder?
–Es un equipo con una idea clara de juego, con una intensidad alta e importante, que busca tener siempre la posesión de la pelota y a partir de ahí generar situaciones de gol. Llega con mucha gente al ataque y así crea muchas acciones de peligro. Tiene muchas cualidades que le permiten estar ahí arriba: un gran arquero, una defensa sólida, jugadores con buen pie y jerarquía.
–En la vuelta olímpica de 2001, Reinaldo “Mostaza” Merlo instaló el paso a paso hasta que se enojó y dijo que iban a ser campeones. Eduardo Coudet reeditó esta frase en las últimas semanas. ¿En el vestuario se menciona la palabra campeón o es un tema tabú?
–Claro que se habla de la posibilidad del campeonato como se habló toda la vida cuando estás en una competición. Para nosotros no es un tema tabú el campeonato, venimos con la responsabilidad de mantenernos en la punta desde la cuarta fecha. Jamás decimos que somos campeones, pero sí que estamos ante una posibilidad muy buena, muy linda y la vamos a pelear hasta lo último. Eso seguro que lo conversamos porque el grupo está con confianza, porque sabemos que si hacemos las cosas bien podemos terminar coronando.
–¿Siguen las actuaciones de Defensa o están enfocados en lo que puedan hacer ustedes?
–Las dos cosas. En primer lugar estamos enfocados en lo nuestro y después siempre se mira al rival. Es inevitable. Algunos le podemos dar más o menos importancia, pero por supuesto que después de mirarse uno mismo se mira de reojo lo que pasa alrededor.
–En la última fecha recibirán, precisamente, al conjunto de Florencio Varela en el Cilindro. ¿Ya se palpita ese duelo?
–Realmente no se habla de ese partido. No por nada en especial sino porque estamos muy parejos y es una situación que se va dando día a día y fecha tras fecha. Los dos estamos luchando palmo a palmo, pero por lo menos nosotros no nos permitimos mirar más allá del próximo partido (Belgrano, de local, el sábado 16 a las 20). Cuando llegue la última veremos cómo estamos.
–En el Apertura 2004 fue goleador con 12 tantos y se convirtió en el primer jugador del club en conseguir ese logro desde las 14 conquistas logradas por el brasileño Walter Machado da Silva en 1969. Si repite en esta Superliga será el primer jugador de toda la historia del club en lograrlo en dos oportunidades. ¿Cómo lo toma? ¿Lo sabía?
–No, lo tomo como circunstancias del juego. Para ser sincero, nunca imaginaba tener esta cantidad de goles (16) en este campeonato. Mi objetivo era estar a disposición la mayor cantidad de partidos posibles, que el técnico pudiera contar conmigo. De ahí a pelear por ser el goleador para mí es un premio especial, pero es algo circunstancial. Es el equipo, son mis compañeros, es la posibilidad que me da el técnico, la libertad que me da para jugar y un montón de factores que hacen que hoy esté ahí arriba de la tabla de goleadores. De todas formas es un tema completamente secundario en este momento que estamos tan cerca de lograr un título.
–Hablando de la particularidad de sus tantos a lo largo de su carrera, tiene como víctima favorita a Independiente, al que le marcó seis goles. ¿A qué se debe? ¿Juega distinto los clásicos de Avellaneda?
–Se dio así, no hay nada en particular. Boca también es otro equipo grande al que le he hecho un gol menos. Es un poco de suerte nada más.
–En diciembre firmó la renovación hasta junio de 2020. ¿La idea es retirarse en el club, hay chance de una renovación más o incluso de jugar nuevamente en el exterior en alguna liga como la estadounidense?
–La idea es retirarme en el club. La chance de una renovación más la veo muy difícil, pero no la descarto. Cuando llegue el momento habrá que ver cómo estoy y también dependerá del técnico de turno, de la dirigencia y de muchas cosas más.
–¿Considera que la eliminación de la Copa Libertadores del año pasado en manos de River les permitió enfocarse en la Superliga y tener a los grandes atentos a otro frente?
–Sí, la verdad que sí. Más allá de la desilusión, la impotencia y la bronca de haber quedado eliminados en esa instancia de la copa (octavos de final), creo que eso nos llevó a concentrarnos definitivamente en la Superliga y a asumir el compromiso de ir por este título. Y bueno, acá estamos, siempre digo que no hay mal que por bien no venga.
–Tanto en esa serie como en el campeonato no pudieron mostrar su mejor versión ante el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo. ¿Por qué?
–Es verdad, creo que el rival nos superó claramente. No pudimos plasmar en el campo lo que habíamos trabajado y lo que teníamos en mente, como sí lo hicimos en el campeonato en el partido que perdimos 2 a 0. Creo que ahí fuimos superiores. En los partidos de copa no lo supimos hacer, el rival nos opacó dentro del campo de juego y hay que reconocer cuando te superan.
–¿Qué reflexión le merece el hecho de que Ricardo Centurión haya sido apartado del primer equipo?
–Son situaciones que exceden al grupo de jugadores porque involucran sobre todo al cuerpo técnico y a la dirigencia. El club ha tomado una medida de la que nosotros nos mantenemos al margen. Simplemente lo que puedo decir es que espero que él pueda rehacer o continuar con su carrera. Desearle lo mejor a Ricardo sea acá o en otro lado. Sé lo que le gusta el fútbol y los sueños que tiene. Ojalá pueda lograr sus objetivos personales.
–Tras el zurdazo esquinado ante Godoy Cruz, corrió a abrazar a Eduardo Coudet. Luego explicó que fue una muestra de apoyo porque es un técnico injustamente criticado. ¿Por qué le parece que se apunta tanto contra él?
–Sí, lo de Chacho fue exactamente eso, un abrazo de apoyo de persona a persona más que de jugador a técnico. Venía de una semana difícil, él lo había dicho, porque el conflicto con Ricardo no le había hecho bien. Además es verdad lo que dije, siento que muchas veces es criticado injustamente. Sobre todo porque se dice que no gana partidos importantes y que le faltan títulos. Sin embargo, como bien lo explicó, es un técnico que a diario muestra su capacidad, su compromiso con el grupo, con la institución y un título no te hace más o menos grande cuando vos mostrás el compromiso y la dedicación en el día a día.
–¿Tiene alguna técnica para estimularse mentalmente? ¿Hace terapia, lectura, ve películas?
–No, ¡soy un cabeza dura! Un porfiado que siempre busca aprender y siempre quiere mejorar. Considero que siempre se puede dar más y se puede ser mejor. No hay límites de aprendizaje. Creo que eso me llevó a hacer la carrera linda que pienso que hice y que estoy haciendo.