LA VENDETTA
Sin ningún respaldo legal, Estados Unidos tomó represalias por los atentados en Kenia y Tanzania: bombardeó con misiles seis supuestas bases terroristas en Afganistán y una fábrica química en Sudán, donde se reportaron dos muertos.

Washington aseguró que la fábrica de Sudán estaba destinada a la producción de armas químicas "peores a las utilizadas por los terroristas japoneses". 
Los talibanes afganos aseguran que los ataques no dieron en el blanco. El principal objetivo, el supuesto líder terrorista Bin Laden, desmintió su participación en los atentados en Africa.

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