Para bien o para mal, los cinco "law lords" anunciarán hoy su veredicto: libertad o extradición de Pinochet. Los magistrados se encuentran divididos y hay polémica sobre lo que pasará tras la sentencia, cualquiera sea ésta. |
Por Marcelo Justo desde Londres Hoy a las 14 hora londinense (11 hora argentina) los cinco "law lords" enfrentarán a sus pares en la Cámara y al mundo entero. Tras seis días de audiencias y casi dos semanas de deliberaciones los lores darán a conocer el dictamen que puede devolver a Pinochet a Chile o iniciar su extradición a España. Afuera de la Cámara grupos de exiliados chilenos de todo el mundo se congregarán a la espera de una revocación del fallo favorable al ex dictador que alcanzó el 28 de octubre pasado el Real Tribunal Superior de Londres. No demasiado lejos, en su último domicilio conocido, en la Clínica Psiquiátrica Grovelands Priory en el norte de Londres, el general, su familia y su entorno político también aguardarán con ansiedad para saber de qué manera celebrarán los 83 años que, por un asombroso azar del destino, cumple hoy el ex dictador. Los ojos del mundo y de la posteridad se centrarán en la figura del presidente del comité Lord Slynn, quien simplemente anunciará el fallo, tras lo cual cada uno de los restantes lores dirá a la Corte si están o no de acuerdo con el dictamen. La ceremonia no durará más de 10 minutos. La especulación sobre esas breves palabras, en cambio, ha desvelado a muchos. "Obviamente esperamos que lo extraditen. Pero sabemos que va a ser muy reñido", señaló a Página/12 Carlos Reyes Manso, de Chile Democrático, grupo del exilio chileno. Los especialistas en temas legales consultados a lo largo del proceso por Página/12 coinciden en que dos de los lores se inclinarán por la extradición del general a España. "Lord Hoffman y Lord Stein se criaron en Sudáfrica y tienen una experiencia de primera mano en regímenes que violan los derechos humanos. A lo largo del caso mostraron una posición más proclive a la Fiscalía", señaló a Página/12 Michael Byers (ver entrevista). La opinión de Hoffman puede tener un mayor peso específico dado el claro ascendiente que tiene sobre el resto. Recientemente, la revista especializada Legal Business lo nombró la "personalidad más dominante e influyente de los 'law lords'". Lord Lloyd, el de edad más avanzada de los cinco, con la jubilación en diciembre a la vista, lidera el campo de los conservadores. A él podría agregarse el "moderado" del panel, Lord Nicols, de personalidad reservada, seca e intelectual, el Lord que menos intervenciones tuvo en el curso de las audiencias. "A mi juicio el que inclinará la balanza en una dirección u otra será Lord Slynn", indicó a Página/12 Byers. De 68 años, Lord Slynn es un eurófilo que pasó 11 años en Luxemburgo como abogado general de la Corte Europea de Justicia. "Es un gran juez que se atendrá al máximo a los argumentos legales en juego. En su caso los factores ideológicos no tendrán mucho peso", opinó Byers. Algunos especialistas consultados por Página/12, como Michael Zander de la London School of Economics and Political Science, se inclinaron por un resultado más acorde con el precedente: que los "law lords" ratifiquen el dictamen del Real Tribunal Superior de Londres. "Al principio pensaba que esto ocurriría de manera unánime. Hoy me inclino por un fallo más reñido. Pero de todas maneras me parece que ratificarán el fallo y Pinochet regresará a Chile", indicó Zander. Los especialistas coincidieron en un aspecto: el poder político no influiría en el dictamen. "Sería imposible. Un escándalo mayúsculo. De ninguna manera creo que sea posible", indicó a Página/12 Colin Gibson de la Universidad de Londres. Una solución salomónica fue esbozada el domingo por el prestigioso conductor del noticiero del Canal 4 y columnista Jon Snow. Citando "intensos rumores" de la Cámara de los Lores, Snow escribió en el Independent on Sunday que los lores revocarían el fallo del Real Tribunal Superior de Londres dictaminando que Pinochet no puede ampararse en la inmunidad soberana pero solicitando al mismo tiempo que se tome en cuenta la situación política en Chile a la hora de decidir qué se hace con él. Esto allanaría el camino para que el ministro del Interior Jack Straw use una prerrogativa que lo autoriza a conceder la libertad en casos de extradición y el general sería de inmediato trasladado al avión que lo aguarda desde fines de octubre en una base de la Fuerza Aérea británica en Oxfordshire. "La celeridad del proceso es fundamental para que el avión del general parta para Chile antes de que Amnistía Internacional apele contra la decisión de Straw", concluye Snow.
UN EXPERTO DE AMNESTY ANALIZA LAS CHANCES Asesor legal de Amnistía Internacional y de las víctimas del régimen de Augusto Pinochet en la apelación a la Cámara de los Lores, el especialista en Derecho Internacional de la Universidad de Oxford Michael Byers dialogó con Página/12 sobre el caso y el posible fallo hoy de los cinco "law lords". "El hecho de que los cinco lores hayan tomado casi dos semanas en llegar a una decisión indica que hay fuertes diferencias entre ellos mismos. Si hubiera habido unanimidad a favor de Pinochet el anuncio se hubiera hecho de inmediato. De modo que es 3-2. Para un lado o para el otro", predijo Byers. --Legalmente ¿de qué depende el caso? --De la interpretación de la ley inglesa sobre la inmunidad del jefe de Estado. En caso de que los jueces encuentren que hay una ambigüedad en la ley, deberán referirse al derecho internacional. Si no la hay, Pinochet podrá marcharse a Chile. --Uno de los argumentos de la fiscalía es que hubo 28 desapariciones el mismo 11 de setiembre cuando el status de Pinochet como jefe de Estado era por definición incierto. Según la fiscalía este status sólo se precisó con la Constitución de 1980. ¿Qué peso tiene este argumento? --Les dio a los lores la posibilidad de ver que durante un día no fue jefe de Estado, puntualizando las paradojas de ese argumento. Pero es un tecnicismo y no pienso que la decisión vaya a ser tomada de esta manera. Lo que van a primar son los dos grandes temas: la inmunidad absoluta o no del jefe de Estado y el status de los crímenes contra la humanidad en el derecho internacional. --El argumento de la fiscalía es que la ley inglesa de inmunidad no protege contra crímenes de lesa humanidad. --La ley inglesa de inmunidad del Estado se divide en tres partes. Las dos primeras partes se aplican a los estados como tales. En la tercera hay una especificación que se refiere a los jefes de Estado en la que sí se hace referencia a actos criminales. Allí se le concede a los jefes de Estado la inmunidad que tienen los jefes de misiones diplomáticos de acuerdo con la Convención de Viena. De modo que la pregunta es si la Convención de Viena se aplica a jefes de Estado en casos de tortura y asesinato. Esto a su vez plantea otra pregunta: ¿qué son actos de Estado? El argumento que dio la fiscalía es que la tortura y el asesinato no pueden ser considerados de ninguna manera actos de Estado. --¿Cómo ve que interpretarán los cinco lores esta ambigüedad? --Es muy ajustado. Las probabilidades son 50-50. Por ser un caso de derechos humanos la ley tiende a inclinarse por las víctimas. Pero es difícil de prever. --¿Qué importancia tendrán los factores políticos en la decisión de los lores? --Los lores se enorgullecen de su independencia del poder político. Obviamente son conscientes de la trascendencia del caso tanto en el Reino Unido como en el resto del mundo. Prestarán debida atención al impacto político y diplomático que tendrá su dictamen pero usando un criterio propio. Los políticos no tendrán ninguna influencia en la decisión que tomen los lores. El tema político adquirirá importancia si se decide que no hay inmunidad, porque entonces, según la ley de extradición, el ministro del Interior tiene la prerrogativa de dejarlo en libertad. --¿Le parece posible que el gobierno laborista use esta prerrogativa? --Me sorprendería mucho. Por tres razones. Durante todo el proceso el ministro del Interior Jack Straw dijo que se trataba de un tema legal. Si los lores revocan la sentencia del Real Tribunal Superior, le será muy difícil desdecirse y utilizar esta prerrogativa que es fundamentalmente política. Además, muchos países europeos han solicitado la extradición. Por último el Partido Laborista mismo favorece que se juzgue a Pinochet. De modo que el costo político sería muy alto.
"Aún si los Lores lo absuelven, podría ser extraditado a Francia"
Por Eduardo Febbro desde París "Incluso si los Lores fallan por la inmunidad, Pinochet no estaría a salvo de la extradición. En vez de España es muy probable que le toque venir a Francia. Porque de los tres países que pidieron la extradición Francia es el único que reconoce la noción de delito continuo, lo que también es muy importante en el caso de Massera", dijo a Página/12 Jacques Miquel, uno de los abogados de las familias de franceses desaparecidos en Argentina. Esta es la entrevista. --Usted está convencido de que Pinochet no podrá escapar a la Justicia. --Mire, si aceptamos la hipótesis de que la Cámara de los Lores va a liberar a Pinochet, cosa que no es segura, incluso en ese caso Pinochet no estaría a salvo de la extradición. En vez de España es muy probable que le toque venir a Francia. ¿Por qué? Porque hay tres países que cursaron pedidos de extradición. Suiza, que no pertenece a la Unión Europea y no está ligada por los mismos tratados de extradición, España, que fundó su pedido en otros motivos, y Francia. Pero nosotros somos el único de los tres países donde se reconoce la noción de delito continuo. Esta noción es muy importante en el caso de Pinochet y en el de Massera. La diferencia es radical. Tanto el juez español Baltasar Garzón como la Alta Corte de Justicia y la Cámara de los Lores analizan el caso Pinochet en el período que va del año '73 a 1990, es decir, cuando fue jefe de la Junta Militar y posteriormente jefe de Estado. Pero para nosotros, en Francia, en lo que atañe a los casos de los desaparecidos francochilenos -lo mismo es válido para los que desaparecieron en la Argentina-, como nosotros tenemos aquí la noción de crimen continuo, los crímenes de Pinochet siguen vigentes inclusive después de 1990. --Y los lores no podrán saltar este aspecto de la querella francesa... --Efectivamente. Si la Cámara de los Lores mantiene la inmunidad diplomática de Pinochet y niega la extradición del general hacia España, esa decisión sólo es válida para los términos del pedido español, no para el nuestro. Por eso le escribimos a la ministra francesa de Justicia para que advierta a las autoridades británicas sobre el hecho. --¿Es este detalle jurídico el que se hace extensivo para Massera y los demás militares argentinos? --Exactamente. Este punto nos autoriza a poner en tela de juicio a muchísimos militares argentinos. --¿Qué nuevos elementos manejan para reactivar los juicios? --Todo está muy ligado entre sí. Tratándose de Massera, el eje del pedido de juicio en Francia es la entrevista que mantuvo en París con el entonces presidente francés Valéry Giscard d'Estaing. En ese encuentro, Massera le entregó al presidente una lista de 12 desaparecidos que no era la que nosotros habíamos elaborado. Massera está implicado por las declaraciones que le hizo a Giscard d'Estaing en París, el 8 de noviembre de 1978. Le recuerdo que en 1985 Giscard presentó un testimonio escrito ante la Justicia argentina durante los juicios a los generales. El documento data del 4 de setiembre de 1985. Su testimonio, remitido al fiscal Strassera, dice que, punto numero uno: recibí la visita del entonces almirante Massera. Punto dos: en esa ocasión, Massera le informó de la muerte de las dos religiosas francesas y de otro francés que se llama Robert Boudet. Punto tres: Giscard reconoce que Massera le entregó ese día una lista de desaparecidos franceses. Ahora bien, esa lista no es la misma que elaboraron las familias de los franceses desaparecidos y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Esto prueba entonces que Massera preparó su propia lista. Pero ocurre que en esa lista que le entregó a Giscard figuran los nombres de Jean Yves Claudet y Marcel Amiel, dos de los desaparecidos franceses en el marco del Operativo Cóndor que dieron lugar a que Francia pidiera a Gran Bretaña la extradición del general Pinochet. Además, y esto es fundamental para lo que va a ocurrir, durante ese encuentro Massera le dijo a Giscard que las dos religiosas francesas y Robert Boudet estaban muertos. Ahora bien, la pregunta es la siguiente: ¿cómo sabía Massera que estaban muertos? Y si lo sabía, eso quiere decir que es responsable porque hoy sabemos que las religiosas francesas estaban detenidas en la ESMA. En este caso, el primer responsable es Massera y el capitán Astiz un simple ejecutante. Lo más increíble de esta historia es que en la lista que Massera trajo a París había tres nombres de franceses que nosotros desconocíamos. Dos de ellos van a sellar tal vez la suerte de Pinochet en Londres. Marcel Amiel y Claudet. --La nueva ofensiva judicial se desprende entonces de aquella entrevista, del testimonio que prestó Giscard y del que aún pudiera prestar, y de la lista que le entregó Massera en París. --En parte sí. En los próximos días y semanas siguientes vamos a presentar otras querellas contra varios militares argentinos. Una de ellas concierne el caso de Yves Domergue. Pero hay más, incluso es muy probable que se vuelva sobre el caso de las dos religiosas francesas desaparecidas porque ahora contamos con nuevos testimonios. Aparte de Massera, le puedo asegurar que habrá otros militares implicados en los juicios: Menéndez, Acosta y Harguindeguy, por ejemplo. --Si usted tenía en su poder la lista de Massera, ¿por qué hubo que esperar tanto? --Hay varios razones. La primera es que, desde el punto de vista argentino, no podíamos actuar debido a las leyes que usted conoce: Obediencia Debida, Punto Final, el indulto. La segunda es que, gracias a Dios, la Justicia francesa aceptó la noción de crimen continuo.
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