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La ciudad de Buenos Aires es rica en cromo, zinc, cobre, plomo, mercurio y diversos hidrocarburos y bencenos. El problema es que esa riqueza tiene un color negro tan denso como el olor nauseabundo que desprende. Se trata del Riachuelo, que ayer fue centro de las denuncias de Greenpeace. La organización ecologista presentó un detallado informe que considera la situación de la cuenca como muy grave, arremetió contra el plan de saneamiento de la secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, María Julia Alsogaray, y reclamó una decisión política que determine el cese del vertido de venenos, mientras un gomón de los ecologistas depositaba en el Riachuelo una veintena de tanques flotantes con los nombres de algunos de los contaminantes más peligrosos.^ En noviembre del año pasado, Greenpeace inició un programa de toma de muestras de agua y sedimentos sobre la cuenca de los ríos Matanza y Riachuelo. Unas treinta muestras fueron enviadas al Laboratorio de Investigaciones de Greenpeace, en la Universidad de Exeter, Inglaterra. El resultado fue presentado ayer por Verónica Odriozola, coordinadora de la Campaña de Tóxicos de la organización, en la Vuelta de Rocha y Caminito, la Boca, sobre las orillas oscuras del Riachuelo. De las treinta muestras recogidas, dos tercios presentaron contaminación con metales pesados o contaminantes orgánicos, denunció Odriozola. Los niveles de contaminación más elevados correspondieron a las zonas más industriales y residenciales. Actualmente, el gobierno desarrolla un plan de saneamiento de la cuenca con recursos provistos por un crédito del BID y por el Tesoro nacional, la provincia de Buenos Aires, y el Gobierno porteño 250 millones de dólares del crédito y otro tanto proveniente de las arcas públicas. El plan está a cargo nada menos que de la secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, María Julia Alsogaray, la misma funcionaria que prometió limpiar el Riachuelo en 1000 días hace más de 2100 días. El Riachuelo sigue igual o peor que en ese momento, lo que no obstaculizó a la ex secretaria de Medio Ambiente a encabezar un nuevo plan de limpieza que propone una primera solución para dentro de otros 1800 días. El plan del gobierno lo que propone no es eliminar los contaminantes sino trasladar su vertido a otra parte, sostuvo Odriozola. Esa otra parte tiene nombre: es el ya contaminado Río de la Plata. Prevén instalar colectores que arrojen los desechos más lejos. Nosotros decimos que ésa no es la solución, que no hay más tiempo y que se debe empezar por tomar una decisión política para que cese el vertido. Los activistas de Greenpeace al cese del vertido de sustancias contaminantes lo llaman vertido cero y exigen que se determine una fecha concreta, un día tope a partir del cual se inicien las tareas de limpieza. La mayor parte de los contaminantes que encontramos es persistente, es decir que permanecerá en los sedimentos mucho tiempo después de que dejen de ser arrojados al agua. Ahora el Riachuelo no tiene oxígeno. Cuando cese el vertido y el oxígeno aparezca va a permitir que algunos de los contaminantes se disuelvan, y va a regenerarse la vida. Pero esa fauna durante mucho tiempo va a absorber los contaminantes existentes en los sedimentos, y es muy probable que luego pasen a incorporarse al organismo humano. Sobre la Vuelta de Rocha, a la altura del nacimiento de la calle Caminito, junto a los cascos herrumbrados de buques apilados contra la orilla, y vigilados por la Prefectura, un gomón de la organización ecologista colocó veinte tanques flotantes de color amarillo con los nombres de los principales venenos que hacen del Riachuelo un cauce líquido pero sin agua: fluroeno, hidrocarburos alifáticos, manganeso, níquel, terfenilos, bifenilos, fenantreno, zinc, bromoclorobencenos, alquilbencenos, plomo, mercurio, terpenoides, cromo, naftaleno, cadmio, diclorobencenos, cobalto, cobre, bencil alcoholes, pireno, cobalto, antraceno, esteroides. La lista es larga, pero no tanto como su peligrosidad: la concentración encontrada en las muestras (verrecuadro) alcanza para provocar dolores de cabeza, mareos, vómitos, irritaciones gastrointestinales, reacciones alérgicas, alteraciones en el hígado, riñones y sistema nervioso central y cáncer. También la muerte. Greenpeace sostiene que la limpieza ecológica está en el discurso político pero no en los hechos, hace falta que se tome la decisión, y no que se diga que se va a limpiar el cauce y se ayude a las industrias para ver cómo trasladan sus residuos a otra parte. Creemos que lo más importante es la decisión política. La limpieza en sí es una cuestión de tecnología, que se deberá hacer en forma paulatina, pero primero tienen que dejar de arrojar contaminantes.
UN EX POLICIA ENTRE LOS DETENIDOS La
plata o la matamos, escuchó del otro lado de la línea telefónica el padre de una
de los dos chicas que habían sido secuestradas seis horas antes en Ocampo y Maipú, en la
localidad de San Martín. En la última llamada, los raptores habían disminuido sus
pretensiones y pedían 50.000 pesos de rescate, dos tercios menos que lo exigido en la
primera comunicación. El hombre les hizo creer que iba a pagar esa suma, después se
comunicó con la policía y en el momento del canje los dos raptores fueron detenidos,
aunque un tercero logró escapar. Uno de ellos es un ex policía exonerado de la
Bonaerense en 1990 tras ser acusado por robo.
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