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Por Ferrán Sales desde Gaza Los palestinos ya tienen aeropuerto internacional. Su inauguración se convirtió ayer en el mayor acontecimiento político y diplomático protagonizado por el gobierno autónomo de Yasser Arafat, desde su instauración en 1994. El aeródromo, construido en gran parte gracias a los aportes económicos de la Unión Europea que ha destinado en estas obras 38 millones de dólares, está llamado a convertirse en uno de los símbolos de la soberanía nacional palestina. Sin embargo, el control del aeropuerto estará compartido por ahora con Israel, cuya policía supervisará la llegada de los aviones, el paso de todas las mercancías y sobre todo la entrada y salida de los 700.000 pasajeros, que cada año utilizarán estas instalaciones, cuando estén en pleno funcionamiento. El avión, el avión,..., gritaban millares de palestinos cada vez que se acercaba un aparato desde el cielo. Ellos se convirtieron ayer en inesperados protagonistas de la inauguración del aeropuerto internacional de Gaza, un acontecimiento al que en principio estaban sólo invitadas autoridades y periodistas. Estos curiosos, que habían logrado burlar los estrictos cordones de seguridad establecidos por las fuerzas palestinas en torno a los edificios, hicieron del aeropuerto un verdadero mercado callejero, en el que se mezclaron vendedores ambulantes de cacahuetes y zumos calientes, jinetes engalanados, familiares de detenidos políticos y espontáneos de todo tipo que no dejaron ni un solo instante de dar vivas en favor de Palestina y de Arafat. El primer avión en aterrizar fue un aparato de la líneas aéreas EgyptAir Saint Catherine, al bordo del cual viajaban varios ministros. El avión tomó tierra a las 8.27 de la mañana, tres minutos antes de lo previsto, iniciándose de esta manera una continuada secuencia de aterrizajes cada media hora, que culminaron a las 12.30 con la llegada del avión personal de Yasser Arafat, aunque llegó vacío. Es un día histórico para los palestinos, afirmó emocionado Arafat, en el interior del pabellón de autoridades del aeropuerto, mientras saludaba una tras otras a los miembros de las delegaciones internacionales que habían aterrizado en la pista con sus aviones. El aeropuerto tiene una pista de más de tres kilómetros de longitud, con capacidad para que aterricen grandes aviones del tipo Jumbo. Las edificaciones han sido construidas por el gobierno marroquí, que ha mantenido en Gaza durante cerca de dos años a un equipo dirigido por el arquitecto Amine El Ouri, quien concibió y potenció en su país los aeródromos de el Aiún, Marrakech y Casablanca. España ha tenido también un importante protagonismo en esta obra, participando con aportaciones tecnológicas que han supuesto unas inversiones de 25 millones de dólares. Las autoridades palestinas, en sus mensajes emocionados, parecían olvidar que aún quedan por resolver numerosos problemas políticos y técnicos hasta que el aeropuerto entre en pleno funcionamiento bajo su entera responsabilidad. Para empezar, el control efectivo de estas instalaciones se encuentra en manos de las autoridades israelíes, que supervisarán la llegada de los viajeros, sellarán los pasaportes, inspeccionarán los aviones y revisarán todas las mercancías. Las inspecciones se efectuarán por el momento en el puesto fronterizo cercano de Rafah, en el límite con Egipto, donde los viajeros serán trasladados con ómnibus, para ser devueltos finalmente a la terminal del aeropuerto. Israel no sólo controlará viajeros y mercancías, sino también vuelos. La torre de control de vuelo palestina no funciona, ya que el gobierno de Israel mantiene bloqueados desde hace varios meses los radares de la estación de seguimiento, que fueron enviados desde España, negándose aentregarlos por razones no explicadas. Esta situación obliga a que los aviones que aterrizan desde ayer en Gaza estén sometidos al control aéreo de la torre de vuelo del aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv, que los acerca hasta la pista palestina, dejando luego en manos y en los ojos de los controladores palestinos que los aparatos lleguen perfectamente a tierra. Quedan bastantes temas pendientes, decía ayer en un tono más realista un responsable de la administración palestina, reconociendo así que el acto de ayer era puramente protocolar, y con una evidente carga política, con la que se pretende demostrar que el proceso de paz está aún vivo. Se desconoce aún con exactitud qué líneas aéreas internacionales utilizarán Gaza, aunque se da por seguro que la compañía Royal Air Marroc acabará aprobando y poniendo en funcionamiento una conexión bisemanal entre Casablanca y Gaza. Se habla ya de enlaces con Arabia Saudita, Chipre, Jordania, Egipto e incluso España. La primera compañía en utilizar el aeropuerto de Gaza será sin embargo la Palestina Airlines, que actualmente efectúa un vuelo diario a Amman y otro semanal al aeropuerto saudí de Jedda, utilizando como punto de partida el aeródromo cercano de El Arish, situado en suelo egipcio.
TRES MUERTOS POR BOMBA EN YEMEN El
espectro de los atentados de este año en Kenia y Tanzania reapareció ayer al estallar en
Yemen un coche bomba cerca de la embajada alemana, dejando un saldo de 3 muertos y 4
heridos. Aunque los signos apuntan a una lucha local en Yemen dentro de una tribu árabe
la embajada está cerca de la residencia del líder de una de ellas, Yemen es
conocido por albergar varios grupos de extremistas islámicos. Algunos de éstos podrían
ser parte del frente islámico del millonario saudita Osama Bin Laden, a quien Washington
responsabilizó de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y
Tanzania.
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