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El Buen Inversor

Verás que todo es mentira

Las acciones y títulos registraron una fuerte suba alimentando la idea de que la crisis ha terminado. Si bien hubo hechos que favorecen a encontrar la salida, todavía persisten problemas de fondo.

Por Alfredo Zaiat

¿Terminó la crisis? ¿Empezó un nuevo período de prosperidad financiera? El fuerte repunte de las acciones y bonos induce a pensar que lo peor del derrumbe de los mercados ha pasado. Lentamente los financistas van perdiendo el miedo y vuelven a apostar con un horizonte más prolongado que 24 horas. Si bien en las últimas dos semanas ha habido varios hechos que permiten visualizar una pequeña luz al final del túnel, todavía existen dudas de que la salida esté cerca.

Los acontecimientos que levantaron el ánimo de los corredores son los siguientes:

1. Japón ha aprobado leyes para sanear su sector bancario y ha prometido 30 mil millones de dólares en ayuda al sudeste asiático. Este ha sido el primer paso para rescatarlo de la recesión.

2. Las economías asiáticas, después de 16 meses de sufrir la peor catástrofe económica desde la Segunda Guerra Mundial, están teniendo algunos indicios de recuperación.

3. La Reserva Federal (banca central estadounidense) sorprendió con un ajuste hacia abajo de la tasa de interés de corto plazo, y los analistas opinan que habrá otros retoques adicionales. Esa inesperada política de la FED fue explicada por su vicepresidente, Alice Rivlin, al destacar que “lo primero es levantar obstáculos para detener el contagio, para que los emergentes puedan volver de nuevo sobre sus pasos, y lo segundo es evitar que la mayor economía del mundo (Estados Unidos) disminuya demasiado su ritmo, por nuestro propio bien y el del mundo”.

4. El Congreso de EE.UU. aprobó el paquete de 18 mil millones de dólares para capitalizar al FMI. De ese modo, ese organismo cuenta con recursos para paquetes de rescate.

5. Brasil está terminando de definir los últimos detalles de un fortísimo ajuste fiscal con el FMI para recibir auxilio financiero.

Estos hechos que han mejorado el humor de los mercados son necesarios para superar la crisis bursátil. Pero todavía está lejos de haberse disipado los efectos que ha tenido el derrumbe de los activos de riesgo sobre la economía real. Por caso, el mercado argentino, que tendrá un mejor acceso al financiamiento internacional debido a la baja de la tasa, todavía no puede cantar victoria.

1. Brasil entrará en una profunda desaceleración de su economía, con riesgo de recesión, al aplicar el ajuste acordado con el FMI. Esto afectará las ventas de empresas argentinas hacia esa plaza.

2. La economía argentina crecerá menos debido a la restricción del crédito, al parate brasileño y a que los commodities seguirá deprimido.

3. Con una economía en retroceso, las compañías ganarán menos. Una de las empresas que menos sufre los vaivenes del ciclo económico, como Telefónica, ya redujo sus estimaciones de crecimiento de ganancias del 25 al 10 por ciento y de aumento de líneas del 4 al 2 por ciento para el próximo ejercicio.

Con esas perspectivas, y con todo lo bueno que ha sucedido para poner un piso a la crisis, todavía no es momento de descorchar el champagne. Y mucho menos embriagarse con la suba de las acciones y bonos.