Francisco Bochatón, Sergio Pángaro, Leo García, Adrián Paoletti y una buena cantidad de bandas y solistas que pululan por la escena porteña tomaron el reto de grabar y mostrar sus canciones en estado virginal, casi. El resultado, una muestra ¿generacional? del estado de las cosas.

Textos: MARTIN PEREZ
Fotos: NORA LEZANO

El término es de un cuento de Mallarmé. Tiene ciertas connotaciones sexuales, pero en la tapa del CD adquiere apenas referencia a lo que bautiza. Invierno del ‘98, entonces. Estación en la que Indice Virgen deja el cuento y es el título de un álbum con 18 temas que de otra manera se hubieran desvanecido en el aire. Como el verano que pasó, durante el cual nació la idea de grabar a los artistas en su cuarto. Como este invierno en el que los convocados actúan maratónicamente todas las trasnoches de los sábados en El Observatorio, a veces -como sucedió el fin de semana pasado- hasta que el domingo hace su aparición con sol y todo. Días y noches, veladas e ideas que se desvanecen, que mutan como la original portada del disco, cubierta por un plástico rojo. A simple vista se lee Indice Virgen, grabaciones pop. Se levanta el plástico, y todo queda un poco más claro: el subtítulo es “grabaciones íntimas, canciones pop”. Pero también puede no levantarse nunca. O elegir leer sólo las palabras antes ausentes: “íntimas canciones”. No es cuestión de explicar todo antes de que sea necesario. Que alcance con la idea de que los temas que contiene el disco ya no se desvanecerán jamás. Y entonces play.

“El silencio que no esperaba/ y sacude el alma/ Ves, quiero que me cuentes algo/ y te vas” Loch Ness, quiero que me cuentes algo (track 1, 2’20”)

“Todo comenzó a armarse en enero. Quería mostrar lo que estaba pasando, y lo que estaba pasando era eso: más allá que haya una crisis, el músico sigue grabando.” El que habla es Sebastián Carreras, el responsable de Indice Virgen. Sebastián forma parte del grupo Tus Hermosos, y antes había incursionado en la producción independiente con el ambicioso sello Plot. Sebastián entonces formaba parte del grupo Tus Hermosos Perdedores. Se quedó sin grupo pero siguió componiendo. Y se dio cuenta que alrededor suyo a otros músicos le pasaba lo mismo. Las canciones seguían naciendo en los cuartos, en las salas de ensayo, y apenas si tenían destino de portaestudio. Entonces pensó en recopilarlas y publicarlas en una suerte de arca de la canción pop. Entonces pensó en Indice Virgen. “Tanta ciudad/ ¿cuánto vale callar?/ demasiadas frustraciones/ demasiadas impresiones/ que olvidar” Menos que Cero, Demasiadas Impresiones (track 5, 2’25”)

EMILIO

NANCY

MARIANO

Dice Sergio Pángaro: “El gran logro de Sebastián es que bandas disímiles hayan compartido una misma consigna”. Dice Francisco Bochatón: “Es un disco que logra lo que pocas compilaciones: se puede escuchar de punta a punta”. Dice Nancy, de Terciopelo Azul: “Casi todos los temas están grabados en un portaestudio, y eso permite que cuando uno lo escuche en su casa se sienta más cerca del que lo hizo”. Dice Sebastián: “Quería mostrar una etapa que por lo general no se muestra: el momento en que el músico graba en su cuarto la canción antes de presentársela al resto del grupo”. Todos podrían tener su índice virgen, calcula Sebastián. Como las Peel Sessions. O las Grabaciones encontradas.

“Amor/ bebamos daikiris/ embriágate y dime que no es así/ qué quieres de mí/ hacer el amor y luego partir” Sergio Pángaro, Daikiris (track 10, 3’01”)

“Los temas que se acercan más a la consigna son los de Santi Amor y de Francisco Bochatón”, apunta Sebastián. “Ellos se metieron en su pieza y los grabaron.” En el caso del cantante de los Peligrosos Gorriones, la propuesta de Indice Virgen fue un rescate del limbo. “Lo tenía ahí y lo escuchaban mis amigos y mi novia cuando lo tocaba en la guitarra”. Lo que hace Indice Virgen, para decirlo en palabras de Francisco, es dejar en claro todo lo que estaba bastante oculto. O, para usar palabras de un famoso converso low-fi, Charly García: “Lo que ves es lo que hay”.

MARTIN

JULIETA

SEBASTIAN

“Y si miro a otras mujeres es para confirmar tu belleza” Paoletti, Ciego (track 13, 4’59”) Allá por los años sesenta, una película sobre jóvenes beat en Villa Gesell llevaba por título Los jóvenes viejos. Si hay que buscar un símil generacional, por momentos estos jóvenes no parecen viejos, sino vencidos. El grupo anterior de Sebastián era Tus Hermosos Perdedores. El que unía al Joven Low Fi y Santi Amor llevaba por nombre Perdedores Pop. “Creo que la palabra perdedor se aplica en este caso sólo en cuestión de negocios, porque en resultados artísticos uno no se siente perdedor”, opina Mariano, de Menos que Cero. “Es verdad que este compilado reúne a una generación que toca desde hace mucho, y algunos llegamos a verla de cerca: yo toqué en Obras dos veces, por ejemplo. Pero ninguno la redondeó”. Indice Virgen tiene, entonces, algo generacional. “Pero no como bandera. Cada uno tiene una historia diferente y escribe diferente”, aclara Bochatón. “Yo no me siento unida a nadie”, dice Julieta, de Giradioses, que aporta el muy pop tema “Alta frecuencia”. Hace tres años, Giradioses editó su primer y único disco. Indice Virgen los sacó de su silencio discográfico.

“Yo estaré tan contento de ser/ quien ha visto el viento” Opio, Vía Láctea en re menor (track 17, 2’31”)

Desde el primer al último tema, Indice Virgen se escucha con atención. Con sensibilidad. Con entrega. Con emoción, incluso. Si uno se permite semejante promiscuidad, claro. Es la voz de solistas y grupos que pululan por los escenarios porteños, tienen su público, tienen sus canciones, les faltan sus discos. En una escena sin grabadoras independientes, Indice Virgen es un celebrado primer intento. Así es posible confirmar (Paoletti), descubrir (Pángaro) y redescubrir (Loch Ness). “En las disquerías me dicen que se lo hacen escuchar a la gente, les gusta y se lo llevan”, se entusiasma Sebastián. “Para mí, que venía desilusionado por un fracaso, es un triunfo. Me di cuenta que el secreto está en darle al público una auténtica alternativa”. Y, si es posible, virgen.