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Las pelotas

Esta nota no debería hablar de Divididos, la producción independiente y vivir en las sierras. Al menos, los entrevistados querrían que eso no sucediera. Pero sucede, y en tales condiciones, Germán Daffunchio y Alejandro Sokol responden como pueden (y quieren).

Después de un rato con Las Pelotas, algunas cosas quedan clarísimas. Una: que hablar de Divididos los tiene hartos. Dos: que hablar de su vida cordobesa también los tiene hartos. Tres: que se ríen de sí mismos como si no se tomaran muy en serio, pero que en el fondo tienen algunas convicciones que, al menos por ahora, parecen tan firmes como las montañas que rodean el estudio de grabación que el grupo tiene en Nono, provincia de Córdoba. Allí vive la mitad de la banda con sus esposas y niños, y allí también se grabó Para qué?, disco que este sábado presentarán en vivo.

Ventajas y desventajas de grabar en tu propio estudio.
Alejandro Sokol: “Lo malo no lo sé. Las ventajas son la comodidad, el tiempo, el clima, y el hecho de que no hay gente ajena, siempre somos nosotros”.
Germán Daffunchio: “Si sos una banda más o menos organizada, podés prever el laburo. Y la nuestra es una banda muy organizada (risas). Todos los músicos del mundo tienen el sueño del estudio propio. Pero tenés que ponerte plazos porque si no, te podés quedar un año con una canción. Es parte de la aventura que es grabar, una de las cosas más lindas de la música. Pero sí es verdad que durante un tiempo estuvimos medio... Para este disco estuvimos mejor” (risas).

-Este disco suena más...
Daffunchio: “¿Más qué? ¿Más trabajado? Dale, decilo”. -Sí. Daffunchio: “Claro, ni hablar. Lo que pasa es que nosotros sabemos cómo es la historia íntima de cada disco. Amor seco lo grabamos en un lugar que no era un estudio sino una mesa con un grabador. Y el disco fue un reflejo de eso. No queríamos ir otra vez a un estudio de verdad y nos mandamos en esa. El siguiente fue un disco en vivo, algo que nunca habíamos hecho y nos gusta cómo quedó. Y recién ahora pudimos trabajar como hacía años lo veníamos planeando”.

Vivir en Nono
Daffunchio: “Parece que somos una especie de pelotudos atómicos. Unos hippies boludos que se van... Para nosotros es el equilibrio justo: tenemos un tiempo de calma y un tiempo de rocanrol, no es más que eso. Pasa que como en todo, parece que la Argentina es sólo la Capital Federal y lo demás es raro. En realidad, la única diferencia es que tenemos un par de cayos más en el orto de andar en micro. Igual, me dijeron que los cayos se operan (risas). Además, si conocieras el lugar te darías cuenta. Hasta ahora, todos los músicos que fueron, dijeron Ah, sí, quiero vivir acá”.

El precio de la independencia
Daffunchio: “Nosotros nos sentimos discriminados por ser independientes. Las multinacionales ponen 300 mil dólares para que equis grupo suene en todos lados y el grupo suena. Nosotros vamos con cinco mil pesos y nos dicen ¿Y con esto que hago?. No es que tu música suena porque es buena, es por la plata. Sabemos que el juego es así”.

-¿Pero son ustedes lo que decidieron no firmar con una multinacional?
Daffunchio: “Sí, lo que no quiere decir que mañana no nos vendamos como se vende todo el mundo (risas). No, en serio: tal vez algún día trabajemos con una compañía. Pasa que hay cosas que todavía nosotros no estamos dispuestos a bancarnos. Todavía tenemos la utopía de que si la nuestra está buena, la van a pasar. Y estamos conformes con el disco que sacamos, nos gustaría tener la posibilidad de mostrarlo más”.

Lo importante no es competir
Daffunchio: “Ya nos tienen recontrapodridos con Divididos. Ahí volvemos a lo de los 300 mil dólares. Divididos es una máquina a la que le ponen la guita que sea para vender el disco. ¿Por qué no nos comparan con Los Piojos o con La Renga? La eterna historia de cuánto vendió uno y cuánto vendió el otro... Ellos no tienen nada que ver con nosotros, son seres humanos totalmente distintos a nosotros, tienen su vida y nosotros lanuestra. Hubo algo en común hace diez años, pero ya nos rompe las bolas”. Sokol: “No pasa nada con ellos, pero nunca más vamos a tocar juntos”.
Daffunchio: “Es cierto lo que dice Alejandro”.

-No se van a repetir intentos como los de Uruguay.
Daffunchio: “Es que no fue un intento. Nos contrataron para tocar en Uruguay junto con Divididos y después se armó la bola. OK, hagamos un tema juntos. Pero ellos se volvieron locos. Los que estuvimos ahí sabemos quién está libre de conciencia y quién está mintiendo. No nos vamos a prestar más a ese juego siniestro. Quedamos mal nosotros, ellos también y ¿por qué? Se murió, por ese lado se murió todo”.

Volver al reggae
Daffunchio: “En un momento habíamos dicho que no íbamos a tocar más reggae, y de hecho Amor seco no tiene reggae. Pero salieron estos temas, nos gustaron y los pusimos. No es más complejo que eso. No somos un grupo que analiza lo que se está escuchando... Pero si comparás los primeros reggaes con éstos, creo que hay un avance grande. A nosotros nos pueden criticar todo lo que quieran, pero no nos pueden decir que no somos espontáneos. Realmente hacemos lo que queremos, y los temas que nos gustan son los que ponemos. Me parece que somos auténticos y hacemos lo que nos gusta”.

FERNANDO SANCHEZ

Vinchucas

Los/las Pelotas dicen que no se detuvieron a pensar demasiado en cómo influyó el paisaje cordobés a la hora de escribir. “Yo no me doy cuenta -admite Sokol, autor de varias de las canciones-, pero puede haber una influencia del paisaje, una tendencia en canciones como ‘¿Para qué?’, cosas más tranquilas...”. Germán Daffunchio entiende que si Para qué? .-el disco-. es más relajado, no es por culpa del paisaje sino por una necesidad individual, personal, de cada uno de los músicos. Según su relato, la vida en las sierras no se parece en nada a esa idea de bienestar que sugieren las postales. “Vivir ahí te da tranquilidad, nada más. Uno no puede dejar de sentirse pequeño cuando está al lado de una montaña. Pero la realidad de nuestro pueblo está tan alejada de lo que uno le gustaría que fuera... La realidad del interior es terrible. Cambia el lugar, pero la miseria es peor. Ahí ves gente que se muere porque llega a un hospital y no hay nada, ni médicos. Como si de repente se hubiese tomado un tren hacia 1989, Daffunchio dice: “Si llega a ganar Palito Ortega, es para hacer las valijas e irse a la mierda”. A mí .-dice el guitarrista- me enferma escuchar discursos sobre la salud y la educación cuando ves que la gente está hecha mierda. Allá estás más cerca de la realidad. En Córdoba agarramos un solo canal, y ver Canal 13 es casi surrealista. El contraste es terrible.” Y concluye con una propuesta: “Habría que poner unas cuántas vinchucas en las casas de algunos políticos. Así tal vez se pondrían las pilas”.