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Todo por 1.99

 
 
Marky y la banda de los ramones ...

... Se mueve para acá,

se mueve para allá

El ¡Hey Ho, Let’s go! se multiplicó por cientos cuando irrumpió en el escenario la figura desgarbada de Marky Ramone. El ramón original 100 por ciento alzó los brazos, se sentó frente a la batería y cuando todavía no había terminado la ovación, empezó a aporrearla como si intentara batir un record de velocidad. La canción era “Anxiety” y entonces quedó claro algo que ya está claro: el fanatismo argentino por los Ramones (Q.E.P.D.) llega tan lejos, que su baterista forma un trío apenas mediocre y a nadie del público parece importarle. Todo lo contrario: el viernes pasado en Cemento se celebró durante una hora y media una orgía punk que había arrancado desde temprano con Lamento Indio, Antinasti y Flema, representantes locales de un movimiento -ahora sí- auténticamente marginal en estas tierras.

“Esta es la banda de los Ramones/la que se coge a los Stones.” Así entraban en calor los que tomaron por asalto la pista de Cemento para hacer ostentación de un pogo capaz de escandalizar a Marilyn Manson. Entonces la salida de Marky Ramone & the Intruders no fue más que una excelente excusa para desplegar todos los rituales de ocasión. Pibes que rodaban con los borceguíes apuntando al techo sobre crestas y sienes rapadas. Lluvia de escupitajos hacia los músicos (vieja demostración de afecto punk), brazos en alto, humo de marihuana y mucho fervor. Todo eso hubo el viernes, además de algunos clásicos de los Ramones como “I don’t care” y “I wanna be sedated”. Como dijo Yanina, una chica de 16 años forrada de simbología ramonera, antes de comenzar el show: “No espero ver a los Ramones, eso no se iguala, pero es Marky ... es un ramone”. Y así fue, todo el mundo contento. Las tribus tardaron en abandonar Cemento (el pogo se extendió un buen rato después de terminado el show). Cuando ya no quedó nada más que hacer, se alejaron por las calles de Constitución y el “Ramones no murió” sonó una y otra vez en la noche húmeda de Buenos Aires. ¿Los Ramones muertos? En la Argentina, al menos, ni ahí.

P.P.
 
Santos Inocentes y sus merecimientos
Gordo robótico

”Estoy donde siempre he querido llegar” dice uno de los versos de “Microman”, el primer tema de Emporio bizarro, ópera prima de Santos Inocentes. Y al parecer, ésa fue siempre la idea: “Nos merecemos lo que nos está pasando”, dice Andrés Alberti, guitarrista de la banda y hermano del baterista de Soda Stereo. Tras cinco años de fatigar el circuito chico del rock porteño y platense, lograron firmar con una multinacional y fueron agraciados con la grabación de una placa que tiene entre sus realizadores nombres ilustres como el de Tweety González (tecladista y productor multicolaborador) o Eduardo Bergallo (ingeniero de mastering bien conocido) y que fue registrado en Circo Beat, el estudio de Fito Páez. También contaron con la mirada atenta y crítica del ex Soda. El resultado es un disco poderoso, que se debate entre el pop y el rock, dotado de un arsenal tecnológico y una tónica en las letras que hace pensar en ciencia-ficción musical.

Ellos zanjan la distancia entre el rock y el pop con la sencillez de quien tiene claro su proyecto musical: “El rock también es pop”, afirma Andy Dussel (bajo). Todos se confiesan fanáticos de los Beatles, de los que hacen el cover “Ocho días a la semana”. La presentación del disco en un barco resumió bastante el concepto de la banda: su insignia es un Elvis alienígena vestido de Adidas y con una aureola. Y hay otra imagen mejor: en el interior del disco, otro Elvis de blanco, cuya cabeza pertenece a un robot. Un Elvis de fin de siglo, rico, gordo y robótico. Esa es la idea.

MAXIMO ESEVERRI

Miralos antes de que los saquen
Dos videos

Los Auténticos Decadentes. Los Piratas: ¿Es este nuestro Sabotage? Obvio, no tiene nada que ver con el video de Spike Jonze y los Beastie Boys pero ... Lo que era aquél a las series policiales, es éste a las películas argentinas de los setenta y ochenta (la música acompaña, claro). Increíble, sobre todo la escena final con ¡una cupé Fuego blanca!, verdadero símbolo de toda una época en la historia del clásico ganador argentino.

Pearl Jam. Do the evolution: No es fácil que los eternos enojados de Seattle hagan/se presten para un video. En verdad, desde Jeremy que no hacían uno. Entonces, y respondiendo a su tradición comprometida-mesiánica-grandilocuente, el resultado de su regreso (de la mano de Todd Mc Farlane, creador de Spawn) es una suerte de versión grunge de "The Wall" o la historia del mundo según Pearl Jam, y en dibujitos animados.



Pergolini en la revista Soldados
¿Dónde dice conservador?

La publicación de las Fuerzas Armadas incluye en su último número una entrevista a Mario Pergolini. Hasta ahí, nada anormal (¿o sí?). La cuestión es que, más allá de una serie de preguntas convencionales y de respuestas ídem, este bienintencionado medio destaca que se trata de un “ex chico malo”, que “es buen padre de familia” y que en la nota muestra “su faz más familiera y conservadora”. Como si fueran requisitos indispensables para aparecer ahí y como si Pergolini lo hubiera dicho. Habla de sí mismo, de su familia claro, pero nunca dice nada que pueda relacionarse con el conservadurismo. En fin...