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El escandalo del PPP telefónico se acerca a Cavallo

El juez federal Adolfo Bagnasco procesó a un colaborador del ex ministro y al titular de  Foetra. La citación a Cavallo es inminente.

El magistrado dice que hubo administración fraudulenta con el PPP.
Los Programas de Propiedad Participada dieron acciones a los trabajadores.

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t.gif (862 bytes)  Wilyan Otrera, ex secretario de Obras Públicas y Comunicaciones durante la gestión de Domingo Cavallo, y el secretario general de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos (Foetra), Rogelio Rodríguez, serán procesados por la Justicia por maniobras fraudulentas en perjuicio de los trabajadores telefónicos y del Estado nacional. El juez federal Adolfo Bagnasco, quien adoptó ayer esta decisión, considera que los acusados -junto con los sindicalistas Diógenes Salazar y Omar Pérez– han incurrido en el delito de administración fraudulenta en relación con los Programas de Propiedad Participada (PPP) instaurados oficialmente como parte del proceso de privatización de Entel.
Según anticipó a Página/12 la letrada Liliana Zabala, impulsora de esta querella, el ex ministro de Economía y su asesor Wenceslao Bunge también deberán transitar los tribunales, a juzgar por los elementos considerados por el magistrado, en pocas semanas. Bunge es más conocido por su rol de apoderado legal del desaparecido empresario Alfredo Yabrán, a quien Cavallo calificó públicamente de “mafioso”. En el litigio por las teleacciones Bunge es sospechado de haber desplegado el lobby entre sindicalistas y funcionarios que permitió la maniobra cuestionada por la Justicia.
En los fundamentos de su medida Bagnasco define como “inicio” de la defraudación a los trabajadores telefónicos un acuerdo del Gobierno de diciembre de 1992 con los sindicatos. En ese momento acordaron pagar en ocho años un pequeño saldo del valor de las acciones transferidas (10 por ciento del paquete de cada compañía). Ello, pese a que con los dividendos devengados desde la transferencia de Entel. en 1990 era posible prácticamente concretar la adquisición de la totalidad de papeles sin inconvenientes. Así se obligó a los telefónicos a tener sus papeles indisponibles por ese prolongado plazo.
Esto, prosigue Bagnasco, permitió que numerosos trabajadores fueran despedidos perdiendo su calidad de accionistas al estar obligados a vender sus papeles. Según expertos en esta cuestión nada menos que 24 de los 42 mil empleados quedaron fuera de las compañías por retiros, despidos o jubilaciones hasta 1997. Y en realidad debieron malvender sus acciones a los sindicalistas (que operaban con los propios fondos de los trabajadores) a un precio de 0,75 peso cuando en el mercado se cotizaban a 3,50.
“En el Acuerdo General de Transferencia confluyeron las voluntades de los sindicalistas, que en aquel momento decían ostentar la representación de los trabajadores, así como la de los funcionarios estatales del Ministerio de Economía (...) y del Ministerio de Trabajo”, explicó el juez en su resolución.
“La medida demuestra que el objetivo de la operación por parte de los sindicalistas –con la connivencia del Gobierno– fue apoderarse de las acciones que pertenecían a los empleados”, señaló a este diario David Alperín, uno de los accionistas afectados, que lleva adelante las demandas judiciales sobre este tema en el fuero contencioso-administrativo.
Según este experto, el operativo síndico-gubernamental habría servido para compensar la anuencia sindical para privatizar y, al mismo tiempo, el acallamiento de las rebeldes comisiones internas. La cosecha de los caciques gremiales rondaría los 100 millones de pesos considerando sólo la operación efectuada en Telefónica de Argentina. En Telecom, en cambio, una traba judicial impidió que se efectivice aún la venta de las acciones de los empleados.

 


 

“BAJARA EL DESEMPLEO DE 3 A 4 PUNTOS”
Erman es un gran soñador

t.gif (862 bytes) Antonio Erman González considera que tiene entre sus manos un arma por demás poderosa. El programa de financiamiento del empleo que lanzará el Ministerio de Trabajo el 1º de abril permitirá reducir la desocupación entre 3 y 4 puntos, arriesgó ayer el titular de esa cartera. Especialistas en el mercado laboral sostienen, en cambio, que la crisis brasileña ocasionará un aumento del desempleo de esa proporción, aunque aclaran –no sin ironía– que sus pronósticos fueron formulados antes de que se conociera el plan Erman.
“La crisis no sólo complica la creación de nuevos puestos, sino que amenaza a algunos de los empleos existentes”, admitió el ministro, antes de asegurar que la iniciativa que impulsa “permitirá una reducción del desempleo de 3 a 4 puntos”. Luego de que Carlos Menem dio su aprobación a la propuesta, Erman precisó ayer en qué consiste el programa.
El subsidio será de 100 pesos mensuales durante un año, cuando la empresa que contrate al trabajador le pague mensualmente entre 600 y 900 pesos. Si el empleado gana entre 300 y 600 pesos, el Estado hará el aporte por 15 meses. Finalmente, el subsidio será por un año y medio cuando el salario sea de hasta 300 pesos.
“La hipótesis de mínima es que se crearán 300 mil puestos, y la de máxima, 500 mil”, dijo González. Asimismo, explicó que los fondos serán cubiertos en gran medida con un crédito del Banco Mundial, mientras que 120 millones de pesos saldrán de una reasignación de partidas del Presupuesto.

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