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Por Roberto Navarro "No va a haber cupos ni se van a instrumentar medidas de salvaguardia para restringir las importaciones provenientes de Brasil". La afirmación pertenece a Jorge Campbell, subsecretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, que está negociando con funcionarios brasileños la instrumentación de medidas que frenen la importación de productos brasileños hacia Argentina, que se espera crezca fuertemente como producto de la devaluación del real. El resultado de las negociaciones será anunciado mañana, luego de la cumbre que mantendrán los presidentes Carlos Menem y Fernando Henrique Cardoso en San Pablo. En una reunión con la Comisión Mercosur del Congreso, conformada por diputados y senadores, Campbell afirmó que la intención argentina es conseguir avanzar en la liberalización total del comercio intrabloque. Para eso, le reclamaron a la administración brasileña la eliminación de subsidios a las exportaciones dentro del Mercosur, en el que Brasil invierte 1000 millones de dólares anuales, y el desmantelamiento de todas las medidas paraarancelarias que el socio mayor del Mercosur instrumentó en los últimos años. La negativa del subsecretario sobre la posibilidad de tomar medidas que restrinjan directamente el ingreso de productos brasileños, como los cupos o las medidas de salvaguardia, es una virtual respuesta a los reclamos en ese sentido que realizaron distintas organizaciones empresariales, entre ellas, la Unión Industrial. Pero Campbell, además, les contestó en forma directa: "Ciertos sectores quieren aprovechar la coyuntura para insistir con sus históricas demandas", advirtió el subsecretario. Los legisladores de la Alianza que estaban en la reunión le reclamaron a Campbell la "mayor firmeza en la negociación", pero advirtieron que "el Mercosur es una prioridad para el país". En declaraciones a Página/12, tanto el senador Mario Lozada como el diputado Carlos Raimundi coincidieron con el Gobierno en que "no hay que tomar medidas unilaterales que puedan afectar la relación bilateral. Y aceptaron que algunos reclamos del sector industrial podrían ser "exagerados". El equipo de negociadores de Brasil, que se va a volver a reunir mañana en San Pablo con la misión argentina, para ultimar los detalles de la cumbre presidencial, está conformado por el ministro de Hacienda, Pedro Malan, el canciller, Luis Felipe Lampreia, y el secretario de la Cámara de Comercio Exterior, José Botafogo. En la primera de las reuniones, que se llevó a cabo el lunes, los funcionarios brasileños le hicieron saber a Campbell su desagrado por lo que consideran una "exagerada" reacción argentina frente al probable incremento de las ventas hacia Argentina. "Nosotros tuvimos un déficit de 6000 millones en los últimos tres años y no hicimos tanto escándalo", disparó el canciller Lampreia, apenas comenzada la reunión. El que dejó entrever que Brasil aceptaría alguno de los reclamos argentinos fue el embajador en Argentina, Sebastian Do Rego Barros Neto, que aceptó que Cardoso le concedería a Menem el desmantelamiento de los subsidios a las exportaciones. Reclamo que, por otra parte, coincide con las exigencias del FMI. Los industriales argentinos advirtieron que habrá que ver en qué plazos y en qué productos Brasil va a eliminar sus subsidios.
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