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La caribeña ciudad mexicana de Mérida interrumpió ayer violentamente los festejos de Carnaval para recibir al presidente norteamericano Bill Clinton y a su esposa Hillary, quienes partieron el Día de San Valentín rumbo a la tierra de su luna de miel, como para celebrar el final feliz de la tormenta del impeachment. Allí Clinton fue recibido por su par mexicano, Ernesto Zedillo. El tema de conversación más inmediato de los dos mandatarios, según han expresado, es evitar un éxodo masivo de centroamericanos hacia las tierras del Tratado de Libre Comercio (TLC, Estados Unidos y México), en su huida por los daños que el huracán Mitch causó en las economías nacionales. Los organismos de migración de los dos países, a pesar de que exhiben en la actualidad una política más tolerante, han constatado que el flujo de indocumentados creció desde que arrasó el Mitch en octubre pasado. En Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Naturalización informó que el número de detenidos de origen centroamericano creció en un 34 por ciento entre octubre y diciembre de 1998. En el oriental estado mexicano de Veracruz, principal ruta de los indocumentados hacia el norte de México, donde trabajan en empresas maquiladoras antes de pasar a Estados Unidos, las detenciones de centroamericanos aumentaron en 28 por ciento, según informes del Instituto Nacional de Migración. La principal reivindicación de los países afectados Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala es que se les conceda un régimen comercial más abierto por parte de Estados Unidos y de México. A pesar de las asimetrías entre Estados Unidos y México, es una opinión generalizada, en ambientes empresariales, oficiales y académicos, que las relaciones bilaterales se encuentran en un muy buen momento. Como consecuencia de ese entrelazamiento, a los mexicanos les preocupa el trato que reciben sus cientos de miles de compatriotas que cruzan la frontera en busca de trabajo. Esto convierte al tema migratorio en un asunto que dificulta la fluidez en otros campos. Por su lado, Washington ejerce una constante presión para que sus vecinos del sur den facilidades y preferencia a las inversiones de empresarios norteamericanos, y para que detengan el tránsito de droga que está destinada a su mercado y a los miles de ilegales que a través de México quieren llegar a trabajar a Estados Unidos. La historia recuerda a los mexicanos que varios de los principales estados del sur de Estados Unidos fueron parte de su territorio, pero el presente les subraya que la sociedad comercial con su vecino del Norte les ha permitido salvar su economía. El 85 por ciento del comercio exterior mexicano, que en 1998 alcanzó a 242.742 millones de dólares, se realizó con Estados Unidos.
RUSIA REARMARIA A UN AGRESIVO SADDAM CONTRA
EE.UU. A un Bill
Clinton deseoso de mejorar su imagen post impeachment, los sospechosos de siempre le
están dando todas las oportunidades. En versiones que recuerdan la Guerra Fría, el
periódico británico The Sunday Telegraph informó ayer que Rusia estaría reequipando a
las fuerzas armadas de Irak en represalia por la ofensiva anglo-norteamericana
Zorro del Desierto de diciembre. La versión se basa en fuentes del Ministerio
de Relaciones Exteriores británico, que acusaron a los rusos de una flagrante
violación del embargo de armas de lo ONU. Por su parte, el líder iraquí Saddam
Hussein proclamó ayer que está preparado para atacar las bases aéreas en Arabia Saudita
y Kuwait desde donde parten los aviones norteamericanos que patrullan su país. Y el
diario inglés The Guardian informó que el terrorista más buscado por Estados Unidos, el
millonario saudí Osama bin Laden responsable de planear los atentados contra las
embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania podría haber partido rumbo a Irak
desde su santuario en Afganistán.
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