Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


CARLOS MENEM INAUGURA LAS SESIONES ORDINARIAS DEL PARLAMENTO
Un mensaje en la despedida

La creación de una moneda continental, la “municipalización” del país, la reforma educativa y el impulso del Mercosur serán los temas dominantes  de su discurso, pero el punto clave llegará cuando hable de  la necesidad de una reforma constitucional que le abra el camino a la re-reelección.

Temor: La sesión puede terminar en escándalo si Menem politiza su mensaje y lo convierte en un ataque a la oposición, como ocurrió el año pasado.

Carlos Menem y sus atributos en el Palacio Legislativo.
La ley dice que la de hoy será la última vez como Presidente.

na03fo01.jpg (10875 bytes)

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) Carlos Menem inaugurará hoy el 117º período de sesiones ordinarias del Congreso nacional en un escenario dominado por una renovada efervescencia reeleccionista. El Presidente llegará a las 11 de la mañana a la explanada del Palacio Legislativo, donde será recibido por las máximas autoridades de Congreso, mientras desde la avenida Entre Ríos varios miles de personas apoyarán por aclamación la candidatura de Menem para competir por un nuevo período presidencial, según las promesas de los dirigentes ultramenemistas a cargo de la convocatoria. Las barras en el interior del recinto estarán pobladas por el mismo fervor, tarea de la que se ocupó el jefe de Diputados, Alberto Pierri. La Alianza y el duhaldismo temen que el último discurso de Menem ante la Asamblea Legislativa se convierta en el lanzamiento formal de una nueva ofensiva para perpetuarse en el poder. De todos modos, no podrán evitar que Menem anuncie en su mensaje los objetivos del Gobierno para la próxima década, que en la Rosada definen como la segunda gran transformación que sólo Menem puede conducir.
Al ritmo de los cascos que a cada paso dejan marcados sobre el asfalto de la Avenida de Mayo los caballos del Regimiento de Granaderos, Carlos Menem recorrerá hoy por última vez como presidente de la Nación el trecho que separa la Casa Rosada del Congreso nacional. En la explanada del Palacio Legislativo lo recibirá una muestra de la interna justicialista: el vicepresidente Carlos Ruckauf, un aliado de Eduardo Duhalde; el presidente provisional del Senado Eduardo Menem, que espera una oportunidad para lanzar su propio proyecto político, y el presidente de Diputados Alberto Pierri, recientemente volcado a las filas del menemismo.
Antes, desde la plaza y las veredas adyacentes, recibirá el apoyo de miles de personas que respaldarán su reelección, al menos así lo prometieron el petrolero Antonio Cassia y el presidente del PAMI, Víctor Alderete.
Cinco minutos después, el Presidente comenzará su exposición ante la Asamblea Legislativa, cuyo contenido –contrariando el protocolo de la ceremonia– no les fue entregado a los legisladores con 24 horas de anticipación. En el Gobierno argumentaron que recién el viernes Menem aprobó el borrador del extenso discurso que leerá en el Congreso, cuya versión final quedó en poder del experto redactor presidencial Luis Durán. El texto final llegó a manos del Presidente ayer, donde fue repasado por su grupo íntimo en la quinta de Olivos.
Según anticiparon en la Casa de Gobierno, el mensaje tendrá cinco ejes:
ron2.gif (93 bytes)  La globalización monetaria. La propuesta, si bien no deja de lado la posibilidad de dolarizar la economía argentina, apuntará a instalar el debate en torno a la creación de una nueva moneda continental, en principio en el marco del Mercosur, tal como lo hizo la Comunidad Europea con el euro.
ron2.gif (93 bytes)  La convocatoria a una reforma educativa que contemple la posibilidad de una capacitación permanente que mejore las condiciones de acceso al mercado laboral, cada vez más tecnificado y exigente.
ron2.gif (93 bytes)  Incentivar la exportación de alimentos básicos a nuevos mercados. En este punto no estará ausente un análisis de los efectos de la crisis brasilera en la economía nacional.
ron2.gif (93 bytes)  La necesidad de impulsar una mayor integración de la Argentina en el Mercosur como paso previo a su participación en el ALCA (Asociación de Libre Comercio para las Américas), que impulsa Estados Unidos.
ron2.gif (93 bytes)  Y por último el tema que puede convertir la ceremonia en un escándalo: modificar los mecanismos que rigen para la reforma de la Carta Magna, y habilitar al Congreso para que se pueda introducir cambios en la Constitución nacional a través de un sistema de enmiendas, tal como sucede en los Estados Unidos y como está permitido por algunas constituciones provinciales de la Argentina (ver página 4).
En su discurso, el Presidente también podría anunciar su plan de reforma estructural de la administraciones territoriales, que consiste básicamenteen una municipalización del país. Inspirada en una idea del economista radical Ricardo López Murphy, la iniciativa propone transferir todos los servicios y los organismos de administración que hoy concentra el Estado nacional a la provincias para que éstas, a su vez, los trasladen hasta donde sea posible a los municipios. Según la propuesta, de esta manera se crearían administraciones regionales fuertes con intensa participación y control de los ciudadanos.
De confirmarse el contenido del discurso presidencial, está claro el objetivo de Menem en esta nueva movida de su ofensiva reeleccionista. Se trata de ponerle letra al acto del miércoles pasado en Parque Norte, en el que se presentó como el único que tiene condiciones de estadista como para consolidar el proceso de transformación del país. E intentará demostrarlo hoy con el anuncio de un programa de gobierno audaz cuya concreción demorará tanto como él pretende conservar el poder: unos diez años más.
En otras palabras, más que un mensaje a la Legislatura, Menem tratará hoy de presentar la plataforma de su próximo gobierno, poniéndose por sobre los demás candidatos a los que una vez más les adjudicará su falta de propuestas y la preocupación por las internas que él mismo les supo fabricar.
La sesión puede terminar en escándalo si Menem politiza su mensaje y lo convierte en un ataque a la oposición, como ocurrió el año pasado,
o si en algunos de sus pasajes queda en evidencia su estrategia reeleccionista. También se teme que las barras convocadas para apoyar al Presidente conviertan la ceremonia en un acto proselitista. Es por eso que tanto aliancistas como duhaldistas amenazaron con abandonar el recinto antes de que finalice el discurso si esto sucede, y dejarán que las cámaras de televisión registren la imagen de Menem hablándoles a las butacas desiertas.
Los antimenemistas también disfrutarán de cierta alegría. Supuestamente éste será el último acto de Menem en el Congreso como presidente de la Nación, la próxima vez que lo visite será el 10 de diciembre, cuando deba presenciar ante la Asamblea Legislativa la jura y el mensaje de asunción del que será su sucesor; el peor día de Menem, si es que llega.

 


 

LA ESTRATEGIA DE DISTRAER EN UN LADO Y ATACAR POR EL OTRO
Camino a la Corte con escala en Congreso

Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Con su decisión de plantear en el Congreso la necesidad de incluir las enmiendas como forma de reformar la Constitución, Carlos Menem busca tenderle una emboscada a la oposición. La idea que ronda por la cabeza del jefe de Estado es la de crear un escenario en donde atrapar a la Alianza para atacar por el único frente que le da posibilidades de ganar: la Corte Suprema. Menem resolvió instalar el debate político a instancias de sus principales espadas, que no parecen muy convencidas de la salida judicial.
Con el inicio del año, Menem recuperó la iniciativa en materia de la rereelección; dejó que los gurkas como Antonio Cassia, Alberto Lestelle y Roberto Fernández recorrieran las playas de la costa atlántlica proclamando la “necesidad” de un tercer período para su jefe y sentó a sus principales espadas políticas: Carlos Corach, Alberto Kohan y Eduardo Bauzá para definir los pasos a seguir.
A las charlas, el Presidente sumó a su hermano Eduardo a pesar de las manifestaciones públicas de éste en contra de modificar la Carta Magna. Un rápido análisis arrojó un resultado incierto y sumamente peligroso: la vía judicial.
Aun con este panorama, Menem dio la orden de seguir adelante. Corach fue designado para auscultar los ánimos de los ministros de la Corte y para coordinar la tarea jurídica que llevaron adelante Rodolfo barra, Mariano Cavagna Martínez y César Arias que participaron en la redacción del recurso que se presentará ante el máximo tribunal.
Bauzá y Eduardo Menem prefirieron trabajar en la búsqueda de un delfín para el Presidente, en caso de que no se lograra la habilitación para un tercer período. En esos sondeos, Ramón “Palito” Ortega quedó a un costado del camino y en el horizonte del menemismo apareció la figura de Carlos “Lole” Reutemann. Ante la decisión de instalar el debate sobre una reforma constitucional, Bauzá y el hermano Eduardo parecieron más satisfechos y el santafesino pudo retornar a su provincia con el pedido de que espere sólo 30 días para lanzarse como precandidato presidencial.

 


 

La ruta de Reutemann

Por Pablo Feldman

t.gif (862 bytes) Carlos Reutemann esperó que bajara el sol en Santa Fe para subirse a su auto y partir rumbo a Capital Federal donde mantendrá un encuentro con Antonio Cafiero. Si bien la reunión está marcada para hoy a la mañana en la agenda de ambos senadores, es probable que ya hayan mantenido anoche un contacto que por lo reservado podría considerarse más fructífero que el anunciado en la Cámara alta.
La idea del ex piloto de Fórmula uno es cambiar impresiones con el dirigente al que prefiere como compañero de fórmula en una hipotética candidatura, pero sobre todo “con un hombre que conoce al peronismo como pocos” según la definición del Lole. Si bien Reutemann no hace públicos sus pensamientos, la preocupación en la escudería del santafesino rondaba en torno “a lo que deben haber acordado Menem y Duhalde”.
En realidad, después del encuentro con el Presidente, el Lole despejó las dudas que tenía en torno de las aspiraciones de Menem par un tercer mandato. Lo que le llamó la atención al ex piloto es que lo publicado acerca del cónclave Menem-Duhalde no guarda relación con lo que el Presidente le hizo saber a él 24 horas antes. “Los diarios dicen que Menem le dijo a Duhalde que no iría a una interna si no está habilitado antes para ser candidato y eso no es lo que le dijo a Reutemann”, dice uno de los colaboradores del senador. A esa preocupación le agregan el dato objetivo de las fotos abrazados, o los intercambios de elogios que “parecen de una telenovela” dijo el operador santafesino.

 

Lo que dijo Menem en las aperturas legislativas de los ocho períodos bajo su mandato

`90 El Presidente prefirió pronunciar una defensa encendida de sus políticas de gobierno, antes que una larga rendición de cuentas sobre los logros de sus primeros meses de gestión. “Vamos por la buena senda”, repitió una y otra vez, defendiéndose de los que criticaban los rumbos económicos que había elegido para su gobierno. No se privó de hacer su profesión de fe pragmática: “Mi gobierno se desentiende de las fronteras ideológicas”, aseguró. También delineó el primer y radicalizado proyecto de flexibilización laboral y prometió una lucha feroz contra la corrupción.
`91 Menem leyó un discurso en el que encaró autocríticamente aspectos de su gestión y valoró el papel de la oposición como respaldo del sistema. “Mi gobierno no ha brindado suficientes muestras de austeridad (...) como producto de un exacerbado internismo”, fue el mea culpa del Presidente. Menem dedicó otro tramo a remarcar los logros de su administración. Evitando los grandes anuncios, convocó a los legisladores a crear un marco regulatorio adecuado para las privatizaciones en marcha y, sobre el final, emitió una declaración de guerra al narcotráfico.
`92 Nuevamente el Presidente aprovechó la ocasión para ratificar el modelo económico puesto en vigencia por su gestión. “Mi decisión irrevocable es la de construir un capitalismo humanizado”, dijo cuando Domingo Cavallo llevaba las riendas de la convertibilidad. Tampoco se privó de hablar sobre la corrupción, pero, en medio de una andanada de denuncias periodísticas, se dirigió a la prensa exhortándola a “elegir responsablemente los límites que hacen posible una vida en comunidad”. Para los jubilados prometió un aumento de 12 pesos por mes, tratando de calmar los furiosos reclamos encabezados por Norma Plá.
`93 Un ambiente frío, tanto entre oficialistas como entre opositores, recibió al discurso del Presidente, en el que no hubo referencias a la corrupción ni a la reforma constitucional. Menem se despachó con una larga exposición sobre el plan de gobierno para los últimos dos años de su gestión, que incluía una inversión pública de 30 millones. Ese año incorporó a su mensaje un tema que se haría habitual en el futuro: el desempleo. Anunció que el Gobierno lo enfrentaría profundizando la reforma laboral, que incluía la extensión de la jornada de trabajo a 10 horas.
`94 Con la atmósfera impregnada por los aires del Pacto de Olivos, el presidente Menem comenzó realizando un extenso homenaje a Raúl Alfonsín. “No he venido hoy a hacer grandes anuncios”, aclaró luego. Crisis de las economías regionales, desequilibrios sociales, desempleo, mala imagen de la Justicia, deterioro de los sistemas de salud y de educación, fueron los temas rápida y genéricamente visitados por el texto menemista. El mensaje mostró a Menem preocupado por trasmitir que había tomado nota de las razones por las que había perdido votos en las elecciones del ‘93.
`95 El discurso fue recibido con notoria frialdad por los legisladores propios y ajenos. Por primera vez desde 1983, nadie interrumpió con aplausos la lectura del mensaje presidencial. Menem presentó al mensaje como un balance de toda su gestión, predisponiendo a una larga y aburrida enumeración de logros y virtudes. Durante su exposición no hubo anuncios ni sorpresas, pese a que adelantó que “en poco tiempo más estaremos en condiciones de presentar detalladamente el Plan Quinquenal 1995-99”, lo que luego resultó ser el programa para la campaña electoral por la reelección.
`96 Fue el más corto de los mensajes presidenciales frente a la Asamblea Legislativa: tan sólo 25 minutos le bastaron a Menem para hacer un balance optimista de la situación social y económica, consecuencias del Efecto Tequila incluidas. El Presidente convocó, sin aclarar a quién ni cómo, “a reimpulsar el crecimiento y a eliminar el desempleo”. Un anuncio se puso a tono con el clima de año electoral: Menem impulsó un proyecto de ley para otorgar a los extranjeros con residencia permanente el derecho a participar en la elección de las autoridades nacionales.
`97 El discurso de Menem, que parecía aludir a otro país, fue aplaudido por la bancada oficialista y glosado burlonamente por los opositores. El asesinato, por entonces reciente, de José Luis Cabezas hizo que el Presidente pidiera, antes de comenzar su exposición, un minuto de silencio en memoria del reportero gráfico. Menem utilizó 46 minutos para hacer una defensa de su gestión en todos los frentes, asegurar que la Argentina continuaba en la buena senda y vaticinar que “tras los años difíciles nuestra economía entró nuevamente en el sendero de alto crecimiento”.
`98 En su penúltimo mensaje como presidente ante la Asamblea Legislativa, Carlos Menem se encontró frente a la mayor representación opositora desde que asumió el gobierno en 1989. Fiel al estilo de años anteriores el mensaje no abundó en grandes anuncios ni en sorpresas. Menem no habló directamente del tema re-reelección, pero dijo que “no hay fronteras para mi imaginación de gobernante” y llamó a los legisladores a reglamentar la consulta popular. Sus partidarios en las barras y las bancas hicieron el resto convirtiendo la sesión en un acto de apoyo a una nueva reelección.

OPINION

PRINCIPAL