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LA OTAN PUSO EN SU BLANCO EDIFICIOS
GUBERNAMENTALES DEL CENTRO DE BELGRADO
Ahora es el turno de atacar ciudades

Mientras Rusia enviaba naves de guerra ante las costas yugoslavas, EE.UU. y la OTAN escalaban la guerra contra Yugoslavia apuntando a ejes neurálgicos del centro de Belgrado. Ibrahim Rugova, líder de los albano-kosovares, pidió el cese de los ataques.

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Más de 10.000 belgradenses desafían el peligro aéreo en el cuarto concierto de rock anti-OTAN.
El lema es “La música nos mantiene vivos”. Luego, la OTAN atacó un cuartel en el centro de la ciudad.


Por José Comas desde Belgrado

t.gif (862 bytes) Desde la partida del premier ruso Yevgeny Primakov la tarde del martes, Belgrado, capital de la República Federal de Yugoslavia, vive en estado de casi permanente de alarma de bombardeos. Ayer se escucharon explosiones y el ruido de aviones por encima de la ciudad. Pero la población ya se ha acostumbrado. El centro de Belgrado tenía ayer al mediodía un aire de fiesta en un día primaveral. Cientos de asistentes al cuarto día de recital de rock se burlaban de la OTAN e insultaban a sus dirigentes. Al mismo tiempo, otros belgradenses se entregaban al vandalismo y destrozaban los centros culturales de Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, situados en la zona peatonal de la ciudad.
No cabe la menor duda: los habitantes de Belgrado han perdido el miedo a las bombas, que hasta ayer a la tarde sólo caían en zonas alejadas del centro. La amenaza de que en la inmediata escalada las bombas de la OTAN podrían alcanzar los edificios de los ministerios de Interior y de Defensa, situados en el mismo centro de Belgrado (ver recuadro), o no se conocía o no impresionó a los cientos de personas participantes en el concierto de rock, que bajo el lema “La música nos mantiene vivos” se celebra cada mediodía, desde hace cuatro días, en la plaza de la República. Más tarde, el Pentágono anunció que había atacado el cuartel general de las fuerzas especiales serbias cerca del centro de Belgrado.
A pocos metros de la plaza donde se desgañitaban los rockeros, el centro cultural francés y las oficinas de la compañía aérea Air France aparecían destrozadas. Hace días estaban los cristales rotos, pero ayer todo estaba destrozado. Por si faltaba algo por arrasar, tres jóvenes rapados se dedicaban a romper las bombillas y espejos que aún quedaban, ante la mirada complaciente de un policía, que sonreía y comentaba: “A mí me da igual”. Todo estaba pintarrajeado, con textos en francés con expresiones como “¡Criminales!” o “Ustedes son putas”. Se veían además en las paredes cruces gamadas y el símbolo de las cuatro eses en caracteres cirílicos, siglas de la frase “Sólo la unidad salvará a los serbios”.
Olja, una chica de 17 años, se sacaba una foto ante los destrozos y explicaba: “Es para tener un recuerdo, aunque no sé si será un buen recuerdo”. Otras tres chicas comentaban: “Es una pena, porque tenían buenos libros y revistas”. Radovan, un chico de 14 años, decía: “No sé qué pensar”. Ante la puerta del centro cultural francés arrasado, Rivota Matic, 68, pintor de brocha gorda jubilado, montaba guardia portando una pancarta con unos versos del escritor ruso Pushkin: “Los franceses odian en secreto nuestra tierra montañosa y se sonrojan, sin quererlo, cuando ven nuestro calzado”. Colgados al hombro, Matic llevaba unos mocasines rudimentarios y explica que, gracias a ese calzado, los serbios ganaron una batalla en el frente de Salónica, porque la caballería enemiga no podía alcanzar a los serbios, que corrían con ese calzado. “Soy un hombre sencillo y hago esto para que el pueblo francés vea cómo nos bombardean –dice–. Eran nuestros aliados. No me importa que nos bombardeen los alemanes, porque siempre estuvieron contra nosotros, pero me duele que lo hagan los ingleses y franceses.” Un hombre se acerca y comenta: “¡Quiera Dios que nos podamos reconciliar con Francia!”.
A escasos metros, en la misma zona peatonal de la calle Knez Mihajlova (Duque Mihajlov), el centro cultural de EE.UU. también está destrozado por completo. Las paredes han quedado convertidas en murales repletos de pintadas, que compiten en ingenio y obscenidad. Un joven que lleva en la cabeza un gorro hecho de cartón, con la forma del avión F-117 A derribado por las fuerzas de Yugoslavia, deja allí un texto que dice: “Querido Billy (Clinton): Te dejo, porque los serbios apuntan mucho mejor. Monica (Lewinsky)”. Una mujer se acerca con un aerosol y escribe con grandes letras: “¡Albright, perdona que aquí no nos guste practicar la sodomía!”.
Svetozar Tasic, de 70 años, explica: “Cuando era niño, protegía a los pilotos norteamericanos que caían en Serbia. Uno tenía toda la cara quemada y lo guardamos en casa, con gente en la puerta. No teníamos pan y se lo dábamos a él, para que comiera. Ahora, a lo mejor uno de sus hijos bombardea nuestro país”. Señala los destrozos y dice: “Esto es sólo una ventana rota y no una escuela. Han destruido 40 escuelas en nuestro país”. La zona peatonal tiene un aire festivo. Un pintor ha instalado allí su taller y ha colocado un cartel que dice “Pintando contra las bombas”. Uno de los cuadros se llama “Guernica serbia”. Unos metros más allá una especie de collage muestra el avión F-117 A norteamericano derribado con un texto de la Asociación para la Defensa de las Aves Exóticas, que “comunica a los ciudadanos que unos individuos irresponsables derribaron un ave exótica de mucho valor denominada halcón nocturno (el F-117 A)”.

 

Una escalada

Estados Unidos se preparaba ayer a redoblar su apuesta en la guerra de los Balcanes. Por un lado, fuentes citadas por el Washington Post dijeron que Clinton y sus aliados de la OTAN acordaron expandir la campaña de bombardeos en Yugoslavia y apuntar a instalaciones del centro de Belgrado. El objetivo es llevar la guerra aérea cerca del presidente Milosevic, destruyendo instalaciones clave de su gobierno y apuntando a los lugares donde él y sus ministros habitualmente se encuentran. Por otro lado, el Departamento de Estado empezó a alterar su propuesta de autonomía albano-kosovar dentro de Yugoslavia, y a sostener que el futuro de la provincia debe ser una independencia de facto. “Las fuerzas serbias, con su brutalidad, están radicalizando la población en Kosovo y volviendo más difícil imaginar una circunstancia en que ambos pueblos puedan convivir de nuevo”, dijo James Rubin.

 

 

RUGOVA EXIGIO EL FIN DEL ATAQUE
Un aliado clave menos

t.gif (862 bytes) El líder moderado de los albano-kosovares Ibrahim Rugova se volcó públicamente ayer en contra de los ataques de la OTAN, luego de una semana en la que prácticamente se lo había dado por muerto. “Hay que parar los bombardeos, hay que parar todo”, declaró. La nueva posición de Rugova amenaza a poner a la OTAN en una posición falsa si decide continuar sus bombardeos contra Yugoslavia. Si Rugova convence a los moderados albano-kosovares de que le quiten el apoyo a la ofensiva, la OTAN sólo tendría como aliados en ella a los separatistas del Ejército de Liberación de Kosovo.
“Tengo un mensaje para Belgrado: le pido cooperar. Y a la OTAN: que comprenda a la otra parte y que deje de matar gente”. La aparición de Rugova fue sorpresiva, luego de que los países de la OTAN lo consideraron muerto la semana pasada. El líder desde 1989 de los moderados albano-kosovares –quienes no buscan la independencia sino la autonomía incrementada de Kosovo dentro de la República Yugoslava– había sido supuestamente arrestado por la policía serbia cuando comenzaron los bombardeos. Durante el silencio que siguió, las ejecuciones confirmadas de varios líderes políticos albano-kosovares sólo aumentaron la certeza de que él había compartido su suerte. Sin embargo, según Rugova la policía serbia sólo le había “garantizado su seguridad” al recluirlo en su casa de Pristina. Rugova no mencionó a sus correligionarios muertos.

 


 

Buques rusos a la zona y una advertencia nuclear

Por Luis Matías López desde Moscú

na02fo01.jpg (10406 bytes)t.gif (862 bytes) Rusia ha pedido autorización a Turquía para que un barco de reconocimiento de su flota del Mar Negro atraviese los estrechos del Bósforo y los Dardanelos. Su destino: las aguas del Adriático. Su objetivo: observar el desarrollo del conflicto de Yugoslavia. Mientras tanto, el jefe del Estado Mayor, general Anatoli Kvashnin, recordó ayer que, pese a la grave crisis que vive, Rusia es aún la segunda superpotencia atómica del planeta. “Si la elección se plantea entre la vida y la muerte –aseguró–, todo lo que tengan las Fuerzas Armadas, y en particular las armas atómicas, deber ser utilizado.” Una propuesta del Comité de Defensa de la Duma aboga por el uso del “primer ataque preventivo” cuando “las fuerzas convencionales del enemigo sean más poderosas”. El Parlamento quiere que se reúna el Consejo de Seguridad para replantear el papel de Moscú y la Cámara alta ha aprobado una resolución para romper el embargo a Belgrado.
El barco zarpa mañana de Sebastopol, en la península ucraniana de Crimea, y otros seis pueden seguirle pronto. De acuerdo a Sergueyev, la nave de reconocimiento “estudiará la situación en la zona de conflicto y sacará las oportunas conclusiones”. Según la agencia Interfax, la flotilla que se estudia enviar incluiría además navíos portadores de misiles, antisubmarinos y de escolta. Poca cosa para una misión bélica, pero demasiado para una de paz. La temperatura anti OTAN sube cada día unos cuantos grados en Rusia. Las manifestaciones ante la embajada estadounidense reflejan una hostilidad que una encuesta confirma: el 90 por ciento de la población opina que la Alianza no tiene derecho a bombardear Yugoslavia sin autorización de la ONU, y el 63 por ciento estima que el de Kosovo es un problema interno de Belgrado.
Ayer, Yeltsin aseguró que el viaje efectuado del martes a la capital serbia por Yevgueni Primakov había tenido “resultados positivos”, aunque la OTAN los considerase insuficientes para detener sus ataques. El propio jefe de Gobierno se negó a admitir su fracaso, y culpó a los bombardeos aliados del éxodo de refugiados kosovares. Por su parte, el ministro de Exteriores Igor Ivanov afirmó que Slobodan Milosevic “ofreció una señal clara en favor de un arreglo político”, prometió retirar sus tropas de Kosovo apenas cesen los bombardeos y garantizó la “igualdad de todas las comunidades religiosas y étnicas”. Ivanov calificó la ofensiva aliada de “bárbara agresión” y aseguró que la “catástrofe humanitaria ha agravado sustancialmente la situación en Europa y en el mundo”. Citando información fiable”, señaló que EE.UU. estudia “separar Kosovo de Yugoslavia o dividir la provincia”, y que la Alianza prepara la invasión por tierra.
A todo esto, el Consejo de la Federación (Cámara alta) aprobó ayer por unanimidad una resolución que insta a facilitar a Yugoslavia ayuda económica, técnica y militar, lo que significaría la ruptura del embargo internacional. En la Duma (Cámara baja), dominada por los comunistas y sus aliados, se instó al presidente, con sólo dos votos en contra, a que reúna el Consejo de Seguridad para estudiar un cambio de la doctrina militar.

 


 

EL CANCILLER VATICANO VA A BELGRADO
Llega la santa mediación

t.gif (862 bytes) Llueven las bombas y con ellas los visitantes en Yugoslavia. El papa Juan Pablo II envió hoy a su canciller a Belgrado. El arzobispo Jean-Louis Tauran lleva una petición de paz personal del Sumo Pontífice para el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, propuso la convocatoria de una conferencia de paz para el sur de los Balcanes. Günter Verheugen, ministro de Estado de Fischer, viajó ayer a Albania y Macedonia para tratar el tema de los refugiados kosovares en esos países.
La mayoría de los serbios pertenecen a la Iglesia Ortodoxa y en reiteradas oportunidades han declarado a la Iglesia Católica como su enemiga. La mayoría serbia de Yugoslavia también tiene referentes recientes para ver las gestiones del Papa con malos ojos. Alemania y el Vaticano fueron los dos primeros Estados en reconocer la independencia de la católica Croacia en 1991. Para los serbios, este hecho fue el detonante del desmembramiento de la antigua Yugoslavia.
Pero estos obstáculos parecen no asustar al Vaticano, que ya medió en varios conflictos durante la gestión de Juan Pablo II con un escaso “promedio de éxito”. En este caso, el arzobispo Tauran estaría llevando una carta en la que se pide a Milosevic que detenga la violencia en Kosovo a cambio de promesas del Vaticano de que intentará convencer a la OTAN de que detenga los ataques aéreos a Yugoslavia.
La participación del Vaticano en la mediación no es nueva y actualmente se está intensificando. El secretario de Estado vaticano, cardenal Angelo Sodano, se entrevistó ayer por la mañana con el embajador yugoslavo ante la Santa Sede, Dojcilo Maslovaric. Por la tarde recibió “a un grupo de políticos rusos, entre ellos al ex premier Egor Gaidar, quienes vinieron a presentar propuestas que ayuden a restablecer la paz en los Balcanes”, dijo ayer Joaquín Navarro Valls, el vocero del Vaticano.
Navarro Valls también explicó que una de las opciones para frenar la guerra en Yugoslavia es “implicar a la ONU y al OSCE (Organismo de Seguridad y Cooperación de Europa) porque estas dos grandes instituciones supranacionales no están implicadas ahora mismo, pero tendrían que estarlo”. Por su parte, el canciller italiano Lamberto Dini consideró que todavía es posible una tregua, pero admitió que una medida semejante se volvió más difícil debido a “las matanzas de los últimos días”.

OPINION

 

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