|
Por Raúl Dellatorre La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, controlada por la Alianza, quiere echar mano al ajuste que aplicará el Ejecutivo en el presupuesto para que las cuentas le cierren, tras los efectos que se esperan sobre sus arcas por la crisis económica. El titular de dicha cámara, Alejandro Mosquera (Frepaso), junto al titular del bloque aliancista, Germán López (UCR), le reclamaron al ministro de Economía, Jorge Sarghini, poder tener control sobre el ajuste, que representará una poda de más de 300 millones de pesos en las cuentas provinciales para compensar la caída que sufrirá la recaudación por el impuesto a los ingresos brutos y en la partida de la coparticipación federal, que se deriva de los impuestos nacionales. Reclamaron, además, medidas de apoyo financiero a las empresas afectadas por la crisis brasileña y la creación de un fondo de reparación industrial, que el funcionario se comprometió a estudiar. El Ejecutivo provincial logró eludir el paso por el Legislativo de las modificaciones a implementar en el Presupuesto, haciendo uso de una cláusula que lo autoriza a transferir partidas por decreto. Ello impulsó a los legisladores aliancistas a buscar algún mecanismo de acercamiento a Sarghini, a quien le solicitaron alguna forma de control sobre el ajuste. Buscamos mostrarle nuestra voluntad de resolver el tema en conjunto, porque la situación de los sectores productivos de la provincia es crítica y no se puede dar lugar a especulaciones electorales, manifestó Mosquera a Página/12. En el encuentro con los legisladores, Sarghini admitió la profundidad de la crisis, la previsión de un crecimiento nulo en la provincia para este año y de una duración indeterminada. No tiene sentido hacer futurología, más vale ir tomando paulatinamente las medidas necesarias, habría manifestado Sarghini ante los diputados de la oposición. La caída en el nivel de actividad, según se prevé, provocará una disminución en la recaudación de Ingresos Brutos, principal fuente de recursos de la provincia. No sólo tendrá un efecto directo por el menor nivel de ventas, sino adicionalmente por las dificultades financieras de las empresas, que provocará un aumento de la morosidad en los pagos. Por otra parte, se estima una caída en la recaudación de los impuestos nacionales coparticipables (IVA y Ganancias, fundamentalmente) que resentirá los ingresos provinciales de ese origen. En total, se calcula que el recorte de fondos superará los 300 millones de pesos, por lo cual se dispuso un ajuste similar en los gastos. Según lo manifestado por Sarghini, la reducción se aplicará proporcionalmente en las distintas áreas de gobierno, afectando entre un 5 y un 10 por ciento de cada partida (en total, el presupuesto provincial asciende a 10.800 millones de pesos). Pero aseguró, al mismo tiempo, que no se afectará lo sustancial de cada área. Mosquera y López reclamaron el compromiso del Ejecutivo de no salvar el agujero fiscal mediante un mayor endeudamiento, para no comprometer a la futura gestión de gobierno. Y plantearon la necesidad de implementar una serie de medidas financieras de apoyo a los sectores productivos para evitar su desaparición en medio de la crisis. Le adelantamos al ministro que le haremos llegar una propuesta concreta para que se refinancien, a través del Banco Provincia, los pasivos de productores agropecuarios, industriales y comerciantes que no pueden tomar créditos en el sistema bancario, señaló Mosquera a este diario. El reclamo es que se reprogramen las deudas a largo plazo y a tasa subsidiada. La Alianza promoverá, además, un fondo de reparación industrial, a financiar con un bono provincial a 20 años, para promover a las pymes con viabilidad económica que generen trabajo, y que permita cortar este círculo vicioso de endeudamiento y caída de actividad, precisó Mosquera. Por otra parte, la Alianza se comprometió a hacerle llegar a Sarghini unaserie de propuestas que previamente consensuará con sectores empresariales y sindicales, la CTA, el MTA y algunos sindicatos encuadrados en la CGT. Si hay voluntad política, se pueden aplicar, señaló el diputado frepasista, en alusión a la respuesta que espera obtener del gobierno duhaldista.
CAE EL USO DEL TRANSPORTE PUBLICO El
transporte público de pasajeros tuvo su mes negro. En febrero, la cantidad de gente que
viajó en colectivos cayó un 6,8 por ciento en comparación con el mismo mes del
98, mientras que en los trenes urbanos la caída resultó del 2,9 por ciento y en
los interurbanos llegó al 2 por ciento. Al resto de los servicios públicos les fue
mejor. En promedio, el consumo de éstos subió 10,4 por ciento respecto de febrero del
año pasado. La mejora asciende al 8,4 por ciento si se compara el consumo del bimestre
enero-febrero respecto del mismo lapso del 98.
|