Por Claudio Zlotnik
Sociedad Comercial del
Plata, el holding de Santiago Soldati, no pudo hacer frente ayer al pago de 25 millones de
dólares por el vencimiento de un título de deuda. La cesación de pagos de uno de los
principales grupos económicos es la culminación de un proceso iniciado hace más de un
año, cuando la compañía empezó a deshacerse de activos con el objetivo de disminuir su
abultada deuda, cercana a los 800 millones de dólares. La carga de los pasivos fue
ahogando a la empresa, que quedó aislada con sus problemas. Según pudo saber este
diario, hasta último momento los directivos del holding intentaron en vano conseguir un
crédito puente del Citibank, entidad que había colocado el bono impago de Comercial del
Plata. Techint, su socia en Transportadora de Gas del Norte (TGN), también le puso
trabas: frenó la venta de su paquete accionario de la gasífera. En los próximos doce
meses, Comercial debe afrontar deudas por 510 millones.
Soldati tenía previsto pagarles a los inversores con el producto de la venta de su
participación en TGN. Comercial del Plata es dueña del 16,1 por ciento del paquete
accionario de la transportadora y ya había llegado a un principio de acuerdo con la
filial local de la francesa Total para venderle esa porción en un monto de entre 150 y
170 millones de dólares. Pero fue Techint, su socio en TGN, quien se opuso a la
transacción objetando su precio. El grupo encabezado por Roberto Rocca tiene una opción
para igualar la oferta de los franceses y quedarse con la parte de Soldati en la
gasífera. La negociación entre ambos grupos locales demoró la salida de Comercial del
Plata de TGN, lo que desembocó en el incumplimiento.
En una nota enviada a las diez de la mañana a la Bolsa de Comercio, Santiago Soldati
explicó que la suspensión del pago se había decidido en virtud de las actuales
restricciones de caja de la empresa y la dificultad de acceder al financiamiento en el
mercado local e internacional. Y estimó que recién tendrá lista una propuesta
para hacer frente a la obligación hacia fines de mayo, previa contratación
como asesor financiero del banco Merchant Bankers Asociados (MBA).
El no pago de Comercial del Plata impactó en la Bolsa. El papel del conglomerado se
derrumbó un 16,6 por ciento y ya perdió la mitad de su valor desde que comenzó el año.
No bien se conoció la novedad, la calificadora de riesgo estadounidense Standard &
Poors bajó la nota otorgada al programa de endeudamiento de Comercial del Plata,
llevándola a raD. Esa calificación es asignada a las compañías que incumplen con sus
obligaciones financieras y a aquellas que quiebran. Por su parte, la agencia inglés Fitch
IBCA, que había degradado la nota del holding a CCC (posibilidad de incumplimiento),
rebajaría la calificación en las próximas horas. La deuda del grupo no se redujo
pese a que fue vendiendo activos. La razón es que, al mismo tiempo, realizó inversiones
en el Tren de la Costa y en la Compañía General de Combustibles que no se tradujeron en
ingresos mayores, explicó a Página/12 Ana Paula Ares, analista de Fitch IBCA. El
Nación es el principal acreedor del holding en el sistema financiero local: 66,7 millones
de dólares.
El proceso de desinversión de Sociedad Comercial del Plata, con el objetivo de achicar
pasivos, se profundizó en los últimos dos años. En 1997 vendió su parte en la
petrolera EG3, en la transportadora eléctrica Transener, en Refinería San Lorenzo, en
Dapsa, en Parafina del Plata y le cedió la mitad de la constructora Sociedad del Plata
Construcciones a la mexicana ICA. Antes ya se había alejado de Telefónica de Argentina,
Telefé, Droguería Suizo-Argentina y de Philco. Pero en aquel entonces, la estrategia era
volcar esos recursos al corazón de su negocio, el petrolero. En 1997, el holding de
Soldati pagó 73 millones de dólares en concepto de intereses. Y otros 61 millones al
año siguiente. En 1998, las ventas de activos continuó con un dock de Puerto Madero,
áreas gasíferas y petroleras, y las participaciones en Aguas Argentinas y en otras tres
compañías de agua provinciales. Precisamente, los 150 millones de dólares recibidos por
esa operación se destinaron a cumplir con el pago de un título de deuda que venció en
diciembre pasado. En este año, Comercial del Plata ya resignó su parte en la
distribuidora Gas Natural BAN. Y, como se explicó arriba, está a un paso de dejar TGN y
GasAndes, el ducto que une Mendoza con Santiago de Chile.
A la hora de encontrar el origen por la delicada situación del holding, entre los
especialistas no hay dudas: la inversión de 400 millones de dólares que Soldati realizó
en el Tren y Parque de la Costa. La empresa nunca pudo recuperar ni siquiera parte de la
inyección de capitales. Para este año, la situación amaga con repetirse: el tren está
transportando un 40 por ciento menos que hace un año. La única esperanza de Soldati
está jugada a una ficha: al casino que se construirá en el Tigre, al lado del Parque de
la Costa.
La duda de la city: ¿existe riesgo de otra caida? |
Es un caso puntual
Mario Vicens, director de MV Macroeconomía.
El acceso del sector privado al mercado internacional de capitales ha mejorado en
las últimas semanas, producto de la menor tensión en Brasil. Las perspectivas son
bastante más favorables que hace cinco meses, cuando no se sabía cómo iba a evolucionar
la crisis en ese país. El caso de Comercial del Plata no debe interpretarse como
referencia general de otras empresas que deben refinanciar pasivos, sino que fue el caso
puntual de una compañía que tuvo inconvenientes con un negocio: el Parque de la Costa.
De todos modos, el financiamiento al sector privado no es tan fluido como en la primera
parte del 97 y del 98. Los inversores todavía seleccionan bien a quién le
prestan, y esto va a seguir así hasta que asuma el próximo gobierno y defina las pautas
de su política económica. |
Afectará a más empresas
Guillermo Corzo, economista de Fundación Capital.
El incumplimiento de Comercial del Plata ensucia el mercado. Las empresas todavía
están pagando mayores tasas por sus colocaciones de deuda y los plazos son mucho más
cortos que antes de la crisis brasileña. En este contexto, que un grupo importante como
Soldati no pueda afrontar un vencimiento influye sobre los bancos y los fondos de
inversión extranjeros. Más que por un aumento de tasas, por una mayor cautela de a quien
le refinancian sus deudas. Las empresas de primera línea o que tienen mercados cautivos,
como las privatizadas, no van a tener mayores problemas en colocar ON. Pero podrían
llegar a verse afectadas aquellas que no reúnen esas condiciones y estén vinculadas a
sectores muy golpeados por la crisis brasileña, como las autopartistas, textiles,
alimentarias y siderúrgicas. |
La culpa es del tren
Orlando Ferreres, consultor de empresas.
El problema que tuvo Comercial del Plata en cubrir un vencimiento, así como antes
ocurrió con Piedra del Aguila y Alpargatas, es un caso aislado. Todos los analistas
sabíamos que en algún momento podía pasar. No fue el aumento del riesgo país el que le
originó problemas a Soldati, sino el mal negocio del Tren de la Costa. El Estado está
desplazando al sector privado para conseguir financiamiento. Por ejemplo, bancos locales
de primera línea prefieren prestarle 80 millones de dólares a un gobierno provincial,
que presenta como garantía la coparticipación federal de impuestos, y no 8 millones a
diez empresas. Lo mismo ocurre con el Gobierno, que a través de las Letras del Tesoro
absorbe fondos que de otro modo podrían drenar hacia el sector privado. |
HASTA FIN DE AÑO VENCEN DEUDAS POR U$S 4615
MILLONES
Empresas con la soga al cuello
Por David Cufré
Los sucesivos
incumplimientos en el pago de capital o intereses de deuda de Alpargatas, Hidroeléctrica
Piedra del Aguila y, ahora, Comercial del Plata, encienden luces amarillas entre los
bancos e inversores extranjeros con respecto de las empresas argentinas. En lo que resta
del año, el sector privado debe refinanciar pasivos por 4615 millones de dólares, monto
que para parámetros internacionales es razonable, pero que dado el contexto recesivo y
los problemas que aún afronta Brasil principal mercado exportador, genera
nerviosismo en más de una compañía.
Los primeros síntomas de las dificultades que encuentran las empresas para emitir
Obligaciones Negociables son las mayores tasas de interés y los plazos cortos en que se
pactan esas colocaciones.
En el primer trimestre, apenas el 20,5 por ciento de los títulos de deuda que emitió el
sector privado fue a más de doce meses, mientras que en 1998 el 65 por ciento de las
colocaciones fueron a largo plazo, y en 1997 alcanzaron al 87 por ciento. Las firmas más
afectadas en la refinanciación de pasivos son las que tienen mayor dependencia en sus
exportaciones a Brasil, como las automotrices y autopartistas, textiles, siderúrgicas y
alimenticias. Las tasas para esos créditos se ubican entre el 13 y el 15 por ciento, dos
puntos por encima de las que paga el Estado.
En un círculo vicioso, la recesión traba las colocaciones del sector privado, que por lo
tanto posterga planes de inversión, haciendo más pronunciada la caída en el nivel de
actividad. Los inversores extranjeros toman nota de ese panorama y se tornan más
selectivos en la compra de títulos de deuda privada. Las empresas de primera línea,
entre las que se encuentra la mayoría de las privatizadas con mercados cautivos, tienen
un acceso más fluido al crédito.
Pero antes deben soportar la competencia del sector público tanto nacional como de
las provincias, que absorben capitales antes disponibles para los privados. Con las
crisis internacional, los fondos disponibles para Argentina fueron tomados por el
Gobierno. Los financistas prefieren prestarle al Estado, que arriesgarse a comprar
títulos de empresas.
OPINION
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