Por Diego Schurman
La última cruzada de
Carlos Menem para recuperar el centro de la política tiene nombre: la dolarización. Y
solo dos acompañantes: el secretario de Planeamiento Jorge Castro y el presidente del
Banco Central, Pedro Pou, con el molesto añadido de que el segundo, además, ya está
procesado por la Justicia y acumula más denuncias en su contra.
Aunque ayer el Presidente ordenó a su gabinete que avance a fondo con el proyecto,
ninguno de sus ministros respaldó en público la iniciativa. Algunos, incluso, la
desacreditaron. El propio Roque Fernández confió a sus asesores que hará todo lo
posible para que la dolarización no cuaje.
La idea de dolarizar nació en enero, cuando la crisis brasileña amenazaba lastimar la
economía argentina. Pero luego de un fuerte debate sobre su viabilidad, el proyecto
parecía abandonado. Menem volvió sobre el tema en las últimas semanas, cuando en la
city prendió con fuerza el rumor de una devaluación. Así se reafirmaba en los últimos
meses de su mandato, ante la imposibilidad de llevar a la práctica su sueño
re-reeleccionista y la gradual pérdida de poder que viene sufriendo tras ese fracaso.
Nadie quiere la dolarización. Pero Menem no puede aparecer como un lame duck,
dijo a Página/12 uno de los funcionarios con despacho en la Casa Rosada. Lame duck (pato
rengo) es el término que utilizan los norteamericanos para graficar los últimos años de
poder de un presidente, a raíz de las dificultades que atraviesa para imponer
iniciativas.
Las señales de debilitamiento de Menem son numerosas. Pero las más evidentes fueron las
renuncias de dos de sus ministros en menos de quince días. Hace tiempo nadie hubiera
imaginado al Presidente dejar que Susana Decibe abandonara el ministerio de Educación por
una discusión presupuestaria. Mucho menos tener que despedir a Erman González por
razones éticas a raíz de su jubilación de privilegio de 8 mil pesos.
Lo que le sucedió al ahora ex ministro de Trabajo y amigo de Menem es paradigmático. En
su época de esplendor la suya y la de Menem, Domingo Cavallo admitió estar
percibiendo casi 10 mil pesos extra del instituto de investigaciones de la Fundación
Mediterránea mientras era ministro de Economía. Eran otros tiempos y ese
desliz no hizo que se hablara de renuncia, ni siquiera en el entorno del
Presidente.
La certeza de que la apuesta de Menem es personal se reflejó ayer tras la reunión de
gabinete. Como vocero del encuentro, el secretario de Planeamiento, Jorge Castro, dijo que
el Presidente había instruido a sus ministros para avanzar en toda la línea la
estrategia de la dolarización, convertida en un reemplazo suave de la devaluación
tan temida.
El jefe quiere aparecer como el garante de la estabilidad hasta el final
comentó a Página/12 un funcionario de la Presidencia.
Pero esta vez, a diferencia de lo que sucedió con la re-re, ayer nadie se animó a
realizar una férrea defensa de la iniciativa.
Hay que ser cautelosos y no efectuar declaraciones que puedan en forma directa o
indirecta afectar el prestigio o la solidez de nuestra moneda, desayunó a la prensa
Carlos Corach. El ministro del Interior envió así un claro mensaje al mentor del
proyecto, Pou, quien había afirmado que la Argentina no tiene moneda.
Seguro no tendremos dolarización por decreto dijo a este diario otro
funcionario que pidió reserva de su nombre para no desafiar al Presidente.
Y agregó que a lo sumo avanzará en una doble vía: a través del consenso con los
Estados Unidos y, aquí, con los legisladores del PJ y la Alianza. Como Washington no
está entusiasmado en una dolarización por acuerdo bilateral y a los legisladores no los
vuelve locos la desaparición de la moneda propia, si se elude el decreto será imposible
dolarizar.
Voceros de Economía aseguraron a Página/12 que Roque tiene decidido trabajar para frenar
la dolarización.
Ni siquiera el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, hizo una defensa
abierta de la dolarización.
Estamos estudiando el tema arrancó impávido.
¿Pero por qué antes se hablaba de impulsar un decreto sí o sí y ahora ningún
funcionario sale a defender la propuesta? le preguntó Página/12.
Nada se logra sí o sí. Hay que buscar consensos. Lo único que decimos es que la
dolarización es la continuación de la convertibilidad apuró una respuesta con una
rara mezcla de prudencia y audacia.
Como la re-re, la dolarización une en su contra al precandidato presidenciales del PJ,
Eduardo Duhalde, y al candidato de la Alianza, Fernando De la Rúa. Lo mismo sucede con
los potenciales ministros de Economía de las dos principales agrupaciones, Jorge Remes
Lenicov y José Luis Machinea.
Ni siquiera dos fieles históricos, como Oscar Lamberto y Franco Macri, lo apoyaron. Los
dos definieron igual la dolarización: como un error.
Soros sigue aclarando Eduardo Elsztain, el hombre de Soros en Argentina, salió ayer a aclarar los
dichos de su jefe, afirmando que el financista más famoso del mundo no tiene
posición en contra del peso. Como se sabe, Soros convulsionó el mercado al
sostener que el peso está sobrevaluado. Yo hablé con Soros y me dijo
no creo para nada que haya que devaluar, aseguró Elsztain, presidente
de IRSA, una de las tres compañías del grupo Soros. A través de esa compañía Soros
canaliza inversiones en bienes raíces, mientras que con Cresud compra campos, siendo uno
de los principales terratenientes del país. También tiene una posición importante en
Alto Palermo SA, empresa que reúne una cartera de ocho shoppings. Elsztain explicó que
Soros, ante semejante exposición, no juega contra el peso puesto que sus
inversiones serían muy dañadas en caso de devaluación. Además, resaltó que
la reacción del Ejecutivo y la oposición fue muy clara en favor de la ley de
Convertibilidad. En tal sentido, indicó que ésta es la mejor transición de la
historia argentina. |
EN BRASIL HAY UNA FUERTE OPOSICION A LA
DOLARIZACION
La idea es una estupidez
Página/12 en Brasil
Por Darío Pignotti Desde San Pablo
En Brasil, donde existe
una fuerte oposición al proyecto de dolarización de Menem, el ex ministro de Economía,
Domingo Cavallo, descalificó esa iniciativa e insistió con una propia: una moneda común
para el Mercosur. La integración de los países del bloque sólo será posible con
la creación de una moneda única. En Brasil, las reacciones contra la dolarización
son violentas. El ex presidente del Banco Central y socio de Tendencias, una de las
principales consultoras de la city brasileña, Gustavo Loyola, afirmó tajante a
Página/12 que la dolarización es una estupidez. Para ahuyentar los
fantasmas, Carlos Menem telefoneó a Fernando Cardoso para asegurarle que la Argentina no
reemplazará su régimen cambiario.
El socio de Loyola, Christian Vecchi, responsable del área Argentina de la consultora que
mantiene fluido intercambio de informaciones con la principal consultora de la city
porteña, la de Miguel Angel Broda, calificó de poco felices las declaraciones del
presidente Menem sobre dolarización, que en todo caso podrá ser algo de mediano o largo
plazo. A la resistencia brasileña a la dolarización se le suma lo que aquí se
denomina efecto Tango, que se refiere a la posibilidad de una devaluación del
peso.
¿Por qué los rumores de ajuste cambiario en la Argentina hicieron caer más la
Bolsa de San Pablo que la de Buenos Aires? preguntó Página/12 a Vecchi.
La recuperación brasileña fue muy rápida y se basó más en elementos
psicológicos que concretos, e inmediatamente se presentaron las medidas en el exterior
como un éxito. La euforia no es aconsejable.
Por su parte, el economista jefe del Citibank, Carlos Kawall, minimizó la última crisis
en la Argentina y le restó trascendencia sobre su impacto en Brasil. El banquero
adelantó a este diario que las previsiones son ahora menos optimistas que hace un
mes, pues el superávit comercial no será importante y los desembolsos por servicios de
deuda al exterior superarán los 30 mil millones de dólares.
Tanto Kawall (Citibank) como Loyola y Vecchi (consultora Tendencias) pronostican que no
habrá devaluación en la Argentina por lo menos hasta las elecciones presidenciales.
Vecchi tiene una posición más firme: Argentina puede mantener la Convertibilidad
sin problemas porque cuenta con agregados monetarios sanos como el nivel de
reservas.
¿Cuál es, entonces, la mayor fragilidad brasileña?
En que la recuperación del real luego de la devaluación (de enero) fue en función
del capital especulativo de corto plazo. No fue como en Corea, que registró un aumento de
reservas gracias a un gran superávit comercial.
Machinea y López Murphy contra la
dolarización
Tanto el referente económico de
la Alianza como el economista jefe de FIEL dispararon contra el proyecto del titular del
Central.
José Luis Machinea, el candidato más
firme a ministro de Economía de un gobierno de De la Rúa.
Imponer la dolarización por decreto es un disparate, afirmó, agregando que
Pedro Pou no defiende el peso. |
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Dos de
los principales economistas de la Alianza salieron ayer a bombardear el proyecto de
dolarización que quiere apresurar el Gobierno. José Luis Machinea, el candidato más
firme a ministro de Economía en una eventual presidencia de Fernando de la Rúa,
calificó de disparate la idea de colar la dolarización en los próximos
meses mediante un decreto de necesidad y urgencia, como se especula desde el Gobierno para
disipar la posibilidad de una corrida contra el peso. En tanto, Ricardo López Murphy fue
más diplomático, pero igualmente categórico: Lo más sensato es continuar con el
actual esquema de convertibilidad, afirmó. Más allá de la cuestión política,
ambos economistas plantean las objeciones técnicas obvias al esquema que impulsa el
titular del Banco Central, Pedro Pou.
El presidente del Banco Central parece no confiar en la Convertibilidad, parece no
querer defender el peso, que es justamente una de sus funciones básicas, disparó
ayer Machinea. En declaraciones a Radio Mitre, dijo que nosotros estamos totalmente
en desacuerdo con la propuesta de dolarización. Pero, en todo caso, si
alguien quiere discutirlo, hagámoslo en el Congreso. Lo que me parece realmente
increíble, un disparate, es que alguien esté pensando que una decisión de esta
trascendencia se puede imponer por un decreto de necesidad y urgencia, aseguró.
López Murphy, por su parte, sigue confirmando que, dado su prestigio entre los inversores
financieros, es el único economista de la Alianza que puede hablar con libertad de la
cuestión cambiaria. Lo que hizo (George) Soros fue constatar un hecho que no tiene
mucha discusión, y es que la moneda argentina ha quedado sobrevaluada como consecuencia
de la baja de 40 por ciento en los precios de las commodities, la devaluación del real y
la revaluación del dólar frente a otras monedas del mundo, declaró, sin
eufemismos. Lo que él dijo es que vamos a tener que someternos a una dieta y yo
coincido, completó.
Pero se mostró contrario a la dolarización. Yo desearía que siguiéramos con la
Convertibilidad más que con la dolarización. La dolarización total de la economía es
una decisión de largo plazo y de difícil reversibilidad, sostuvo. Aun así, no se
plantó tan combativo frente al Gobierno como Machinea: Interpreto la actitud del
Presidente en el sentido de que si hubiera una crisis de confianza probablemente se busque
como alternativa ir hacia una completa dolarización, afirmó.
Tanto Machinea como López Murphy destacaron una serie de objeciones técnicas clásicas a
la dolarización:
Argentina
dejaría de ganar por los intereses de sus reservas internacionales, lo que los
economistas llaman señoreaje. Esto representa entre 800 y 1000 millones de dólares
anuales.
El Banco
Central no podría actuar nunca más como prestamista de última instancia de los
bancos, lo que aumentaría la fragilidad del sistema financiero. Sobre este punto,
se dice que Pablo Guidotti, el segundo de Roque Fernández, estaría negociando en Estados
Unidos un acuerdo con la Reserva Federal para que actuase como prestamista de última
instancia de los bancos argentinos. Machinea calificó esta posibilidad de
despropósito.
Machinea
también resaltó que nos olvidaríamos para siempre de tener una moneda única del
Mercosur y nos ataríamos para siempre a la política monetaria de Estados
Unidos.
Rodolfo Terragno tampoco perdió la oportunidad para disparar contra la dolarización y
contra Pou. El presidente del Banco Central conspira contra el peso, es
irresponsable, sentenció. En tanto que definió la dolarización como un
escapismo, es correr hacia adelante sin dar solución al problema de la competitividad de
la economía argentina, explicó. Luego, aclaró, por las dudas, que hay un
problema de competitividad, pero mejorarlo moviendo el tipo de cambio traería costos
extremadamente altos.
CAIDA DEL 2,4% DE LAS ACCIONES
El miedo a la tasa
Los
rumores de devaluación se evaporaron. La dolarización no es un tema que importe a los
operadores para el corto plazo. Lo que les preocupa es la posibilidad cada vez más cierta
de que Estados Unidos eleve la tasa de interés de corto plazo en las próximas semanas.
Ante esa eventualidad, el índice de acciones líderes MerVal cedió el 2,4 por ciento y
ya acumula una caída del 10,1 por ciento en lo que va del mes.
Al principio de la sesión, los rumores de una inminente venta de Perez Companc y el
acuerdo financiero al que llegaron los directivos de Alpargatas con sus acreedores para
salvar a la empresa alcanzaron para que el MerVal mostrara una ligera tendencia positiva.
Pero los precios se replegaron no bien en los Estados Unidos se dio a conocer la noticia
de que la economía, en el primer trimestre, había crecido menos de lo estimado
originalmente. Y que, pese a ello, la inflación no daba signos de ralentizarse.
Justamente, en la city creen que la Reserva Federal (banca central estadounidense) subirá
la tasa en un cuarto de punto en las próximas semanas con el objetivo de contener el
rebrote inflacionario. Pero, de ser así, la medida no hará más que encarecer los costos
de financiamiento de las compañías americanas, enfriará la expansión económica en ese
país y, como efecto colateral, ahuyentará a los capitales de los países emergentes.
Ante esta perspectiva, en Nueva York la baja fue del 2,2 por ciento, 235 puntos, el
derrape más importante de 1999, medido en puntos. Por su parte, la Bolsa de San Pablo
declinó 2,7 por ciento y el real terminó a 1,72 por dólar, contra 1,70 del cierre
anterior. A su vez, en Chile la merma resultó del 1,6 por ciento.
A pesar del acuerdo con los acreedores, la acción de Alpargatas perdió 20 por ciento
debido a que los pequeños inversores en el papel se verán perjudicados por el flamante
arreglo de salvataje. En total, 35 acciones bajaron, 8 subieron y 11 cerraron sin cambios.
En tanto, los títulos públicos volvieron a perder terreno, anotándose una baja de hasta
2,2 por ciento. La tasa interbancaria (call), por su parte, saltó del 7,4 al 8,2 por
ciento en pesos y del 6,6 al 6,8 por ciento anual en dólares.
OPINION
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