Por Nora Veiras A setecientos noventa días de
ayuno docente y en el primer día del pago de impuestos sobre autos, aeronaves y
embarcaciones, se reavivó la campaña de parte del oficialismo contra ese gravamen
destinado a aumentar el sueldo de los maestros. El titular de la Comisión de Presupuesto
de la Cámara baja, Oscar Lamberto, propuso la postergación por 180 días de la
recaudación y estalló otro fuego cruzado. Esta vez no fue sólo Educación el que salió
a repudiar el proyecto sino el propio candidato a presidente de la Alianza, Fernando De La
Rúa, quien exhortó al pago del impuesto. Las huestes de Roque Fernández tuvieron que
desmentirse a sí mismas y admitieron que se harían todos los esfuerzos para
recaudar más de 700 millones de pesos. La CTERA acusó a Economía de liderar
un clarísimo boicot al fondo e insinuó nuevas movilizaciones. El duhaldismo
se ocupó en frenar la iniciativa de Lamberto. Es decir que el impuesto sigue en pie y hay
que pagarlo.
La Ley 25.053 se sancionó hace más de seis meses. Economía y parte del peronismo,
encabezados por Lamberto, rechazaron desde un principio la creación de un impuesto
directo para financiar un aumento a los docentes, encima con control gremial sobre la
distribución. Se produjo así la paradoja de que desde el gobierno se
trabajó para que el impuesto se evada. El consenso social generado por la
Carpa Blanca instalada desde el 2 de abril frente de 1997 frente al Congreso
obligó a la entonces ministra de Educación, Susana Decibe, a buscar alguna fuente de
recursos adicionales. La Alianza y la CTERA avalaron la creación del impuesto del 1 por
ciento sobre autos aeronaves y embarcaciones cuyo valor oscile entre 4 y 20 mil pesos y de
1,5 por ciento para los que superen ese monto. No es la solución sino una salida
menos mala, dijo por entonces la titular de CTERA, Marta Maffei.
En Santa Fe, el gobernador Jorge Obeid adelantó un aumento de 50 pesos a partir de marzo
a cuenta de la recaudación del impuesto automotor. Lamberto, diputado por esa provincia,
quien nunca digirió haber perdido por un voto el dictamen favorable a la creación del
Fondo de Incentivo en la Comisión que preside, encabezó el tardío intento de suspender
la aplicación del impuesto en sintonía con los deseos de Economía. Su par de bancada,
el duhaldista Eduardo Camaño trabajó toda la tarde para impedir el consenso de ese
proyecto en el bloque peronista. Los hombres del gobernador bonaerense vieron en la jugada
un nuevo intento del menemismo por embarrarle su campaña electoral. Otros, en
cambio, interpretaron en la jugada el objetivo de hacerle pagar también a la Alianza el
costo político por el malestar de la gente ante el pago del impuesto.
La Cámara de Empresas de Autotransporte de Pasajeros (CEAP) presentó un recurso de
amparo para no abonar el impuesto porque las tarifas fijadas por el Estado no
contemplan entre los costos ese gravamen y no hay tiempo de trasladarlo al boleto.
El titular de la Comisión de Transporte, el bonaerense Telmo Pérez, presentó un
proyecto para exceptuar a las empresas de autotransporte de carga y de pasajeros del
impuesto. El lobby de los empresarios tanto de aeronavegación como automotor fracasó
durante la discusión de la ley pero no cesa.
Faltan las obleas. Nos llamaron de Santa Fé, diciendo que la gente empezó a
fotocopiarlas para evadir, dramatizaban los hombres de Lamberto al ritmo de los
inconvenientes para saber cuánto, dónde y cómo pagar. La titular de CTERA, Marta
Maffei, dijo a Página/12 que el boicot no es una actitud nueva. Economía
defenestró todos los proyectos de ley de financiamiento. Roque Fernández llegó a poner
a disposición del presidentesu renuncia para evitar que el Fondo salga con la garantía
del Tesoro para el piso de 700 millones de pesos que era lo único atractivo y en los
últimos meses lo acentuaron con el envío rezagado y la manipulación de los valores de
los autos, la falta de envío de las obleas y, para completar, el proyecto de exceptuar al
transporte de cargas y pasajeros. Esto no lo pudieron hacer antes por las movilizaciones
en defensa del presupuesto, entonces ahora confunden a los contribuyentes y hablan de que
sólo se recaudarán 350 millones de pesos porque quieren dejar afuera a los grandes
empresarios.
Después de tensos llamados con Economía, el ministro de Educación, Manuel García
Solá, anunció que el 9 de junio se reunirá el Consejo Federal de Educación
ministros de todo el país para resolver cómo se distribuyen los
recursos entre las provincias y desde cuando se empezará a pagar. Así intentó
conjurar las especulaciones en torno a la suspensión de la recaudación y evitar que las
calles se llenen nuevamente de gente cuando apenas lleva tres semanas en el cargo. El
monto de lo que recibirá cada maestro es todavía una incógnita: dependerá no sólo del
total del pozo sino también de los criterios que se usen para distribuirlo.
Denuncia La titular de CTERA, Marta Maffei, anunció que presentarán una denuncia
penal contra el subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé, por
inducir a la evasión, al calcular en la mitad de lo posible la recaudación
impositiva por la tasa sobre autos, aeronaves y embarcaciones. Decidido a
garantizar, por lo menos, un pozo de 700 millones de pesos, el gremio también presentará
un recurso de amparo para impedir que el Gobierno disponga de los fondos producidos por la
licitación de las nuevas líneas de telefonía celular (PCS). Nuestro objetivo es
que no puedan usar esos fondos hasta que no resuelvan el financiamiento docente porque
esos recursos extrapresupuestarios podrían garantizar el Fondo de Incentivo,
explicó Maffei. |
Economía se lava las manos en
previsión de un fracaso
Las huestes de Roque culpan a
Educación de empecinamiento en el impuesto docente. Prevén que no
rendirá tanto como se espera.
Pablo Guidotti, viceministro de
Economía, no cree en el impuesto.
Mala señal para los mercados, expresó apenas salió la ley. |
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Por David Cufré
No vamos a
cargar con el costo político de un proyecto al que siempre nos opusimos. Si Educación y
el Congreso se empecinaron en aprobarlo, ahora que se hagan cargo. El comentario fue
hecho a Página/12 por un estrecho colaborador de Roque Fernández, minutos antes de que
el Ministerio de Economía emitiera un comunicado expresando su voluntad por recaudar lo
mejor posible el impuesto a los autos, motos, barcos y aviones, que financiará el aumento
a los docentes. En el Palacio de Hacienda salieron rápidamente al cruce de las críticas
que mereció el reconocimiento de uno de sus funcionarios, Guillermo Rodríguez Usé,
acerca de que ese gravamen aportará a lo sumo 370 millones de pesos, frente a los 700
millones proyectados. En consecuencia, el aumento para los docentes sería de apenas 50
pesos mensuales, en lugar de los 100 prometidos.
La estimación concreta de la recaudación para 1999 es difícil, pues se trata de
un impuesto nuevo que afecta a más de 6 millones de contribuyentes potenciales,
aclara el comunicado, relativizando las proyecciones de Rodríguez Usé, subsecretario de
Política Tributaria. De acuerdo a la versión de los hombres de Economía, ese
funcionario no hizo más que reiterar lo que ya conocían la ex ministra de Educación,
Susana Decibe, y su sucesor, Manuel García Solá. Cuando esa cartera comenzó a analizar
la creación del Fondo de Incentivo Docente, requirió a Economía un estudio técnico
sobre la potencial recaudación del gravamen. La Dirección Nacional de Investigación y
Análisis Fiscal estuvo a cargo del trabajo. El resultado más optimista fue que el
impuesto aportaría 370 millones.
Les dijimos que la iniciativa era inviable, pero Decibe y García Solá decidieron
seguir adelante, aseguran en Economía. Los gremios docentes, para evitar sorpresas,
presionaron a Educación para que la ley incluyera una garantía del Estado, asegurando
que el Fondo de Incentivo contaría con un presupuesto de 700 millones, más allá de lo
que recaudara el impuesto. Roque consiguió que Carlos Menem vetara esa garantía,
convencido de que el Tesoro debería aportar entre 300 y 350 millones, para cubrir la
diferencia entre los ingresos del gravamen y el presupuesto efectivo para el aumento de
los docentes. Sabíamos que la propuesta nos costaría un incremento del déficit
fiscal, que el FMI no aceptaría, señaló el escudero de Roque a este diario.
El Ministerio de Economía, a través de la Administración Federal de Ingresos
Públicos, está haciendo los mejores esfuerzos para cumplir con los objetivos de
recaudación propuestos, concluye el comunicado de esa cartera, en su intento por
quedar al margen del conflicto con los docentes por el reducido aumento que percibirán.
Una alternativa que barajó anteayer la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados,
presidida por Oscar Lamberto, fue elevar el impuesto a los autos gasoleros cero kilómetro
de 10 a 17 por ciento, para obtener más recursos con que financiar el incremento a los
docentes. Sin embargo, Economía se opuso a la iniciativa y se descuenta que será
descartada.
El titular de la AFIP, Carlos Silvani, también cuidó ayer sus espaldas. Dijo que
oportunamente le advirtió a Decibe que el organismo a su cargo no contaba con recursos
para publicitar el impuesto a los autos. Yo lo que hago es cumplir la ley. No
discuto si el impuesto es bueno o es malo. Francamente, creo que ésta no es la única
alternativa, pero así se votó, así se impuso la ley y yo la cumplo, subrayó
Silvani.
Todas las respuestas, todas 1¿Quiénes deben pagar el impuesto?
Todos los propietarios de autos cuyo valor supere los 4000 pesos, de motos de más de 200
centímetros cúbicos, de embarcaciones y aeronaves.
2 ¿Cuánto hay que
pagar?
Para los autos y las motos es del uno por ciento si su valor no supera los 20 mil pesos y
del 1,5 por ciento si supera ese monto. Para los automotores afectados al transporte de
carga y pasajeros, las embarcaciones y las aeronaves, el impuesto es del 1 por ciento. Las
embarcaciones, y aeronaves tributarán un mínimo de 50 pesos y de 200 respectivamente.
3 ¿Cómo se calcula el valor de cada vehículo?
Deben consultarse las tablas publicadas por la AFIP (Administración Federal de Ingresos
Públicos) en las cuales se detalla la marca, modelo y año. Las mismas están disponibles
en todas las escuelas del país, en los Registros Seccionales del Automotor o en cualquier
agencia de la AFIP. Si el vehículo no figura en la tabla de valores, deberá tomarse el
valor del seguro. De no estar asegurado, el valor fiscal para el pago de la patente, el
valor certificado por una agencia, concesionaria o compañía de seguro, o avisos en
publicaciones especializadas.
4¿Hay que esperar una notificación para pagar el impuesto?
No. Debe pagarse al vencimiento establecido según el número de patente. Los vencimientos
son a partir del próximo martes 8 (patentes terminadas en 0 y 1) hasta el 15 del
corriente (las que terminan en 8 y 9). Para embarcaciones y aeronaves, el impuesto vence
el 18.
5 ¿Qué debe utilizarse para efectuar el pago?
u Automotores: se pagan con los recordatorios recibidos o con el formulario 717 o 719
(autos no repatentados).
u Motos: se pagan con el formulario 718.
u Aeronaves y embarcaciones: se pagan con el formulario 726 generado a partir de un
programa provisto por la AFIP.
Todos los formularios se pueden obtener en la agencias AFIP o en su página web.
6 ¿Dónde se
paga?
En todos los bancos habilitados en el país, el Correo Argentino en el área
metropolitana, centros de servicios Pago Fácil, incluyendo los habilitados en los
supermercados Norte de Capital Federal y Gran Buenos Aires y en los supermercados
Wal-Mart. Contra el pago se recibirá una oblea para pegar en el parabrisas de su auto y
un ticket.
7 ¿Qué pasa si no se paga el impuesto?
No se podrá circular con el vehículo a partir del 1º de agosto y será pasible de
multas. Todos los autos deberán tener pegada en su parabrisas la oblea y llevar consigo
el ticket de pago.
8 ¿Qué se hará con el dinero recaudado?
La recaudación integrará el Fondo Nacional de Incentivo Docente y será transferido en
forma directa a las provincias para su incorporación al salario docente.
9 ¿Cómo obtener información sin moverse de su casa?
Por teléfono al 0800-3330023 o por Internet: http://www.afip.gov.ar |
Bajo el signo de la polémica El impuesto a los rodados y las embarcaciones para el financiamiento docente
nació bajo el signo de la polémica. En medio de fuertes críticas desde el sector
empresario y la conducción económica, el Congreso votó el proyecto con una garantía
oficial para asegurar un piso de 700 millones de pesos destinado a pagar un aumento a los
educadores. En medio de interesadas versiones de Economía de que el gravamen no
recaudaría ni la mitad de lo esperado, el Ejecutivo vetó el artículo que garantizaba un
piso mínimo para el fondo educativo. A partir de ese momento, el enfrentamiento entre
Susana Decibe y Roque Fernández no tuvo retorno.
A favor
Con uñas y dientes, el impuesto fue defendido por la ex ministra de Educación, Susana
Decibe, y el entonces viceministro (a la postre, su sucesor), Manuel García Solá. Ya
desde el año pasado, acusaron a Economía y a la AFIP (organismo recaudador) de
boicotear el gravamen. Al primero, por lanzar versiones sobre su baja
recaudación potencial. A la segunda, por imponer obstáculos a su implementación, lo que
en definitiva terminó demorando su puesta en vigencia. El candidato presidencial por la
Alianza, Fernando de la Rúa, fue una de las solitarias voces que se alzó ahora en favor
del impuesto para el financiamiento docente. Imploró a los contribuyentes que paguen el
impuesto y al Gobierno a hacer los máximos esfuerzos por lograr la mayor
recaudación.
En contra
Los empresarios del autotransporte, de la industria terminal y del sector concesionario no
perdieron oportunidad para hacer oír su protesta. Complicará las posibilidades de
recuperación del sector, advirtieron desde la industria automotriz. Va a
desmotivar a los potenciales compradores, aseguraron los agentes de venta de
vehículos. No estamos en contra de un fondo de incentivo salarial docente, pero sí
en que se lo hagan pagar a un sector en emergencia económica, clamaron los
autotransportistas.
El Ministerio de Economía utilizó un argumento repetido. Es una pésima señal
para los mercados, dijo eufemísticamente Pablo Guidotti, viceministro, como repite
cada vez que una medida amenaza tocar la rentabilidad empresaria. La opinión de
Economía, en rigor, no hizo más que reflejar el anterior disconformismo manifestado por
el Fondo Monetario Internacional, opuesto a un gravamen que no se destinará a reducir el
déficit fiscal.
La respuesta a Economía vino de parte de los supuestos destinatarios de lo que se
recaude: los docentes. No es raro que Economía se oponga a un impuesto que va
directamente a manos de los beneficiarios, interpretó Marta Maffei, secretaria
general de Ctera y secretaria adjunta de la CTA. Sin embargo, no se mostró muy conforme
con la implementación del gravamen. Calificó de lamentable la forma en que
se resolvió el problema del financiamiento del aumento salarial docente. Es
enfrentar a pobres contra pobres, planteó, en alusión a los automovilistas de
bajos recursos y a los maestros. |
OPINION
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