Por Fernando Almirón En una histórica sesión
simultánea, la Cámara de diputados chilena aprobó anoche el tratado que pone fin a la
disputa limítrofe entre ambos países en la zona de los Hielos Continentales, mientras
que el Senado argentino se aprestaba a votar después de la medianoche. El pronunciamiento
de ambos Parlamentos pone en vigencia el acuerdo rubricado en Buenos Aires el 16 de
diciembre pasado por el presidente Carlos Menem y su par chileno, Eduardo Frei, en el que
se resolvió el último conflicto fronterizo entre ambas naciones.
Con la aprobación del tratado se soluciona la última de las 24 disputas territoriales
entre ambos países a los largo de una década, que en una ocasión llegó a poner a ambos
lados de la frontera en estado de guerra. Fue en 1978 a raíz de la disputa por un grupo
de islas en el sur del continente cuando ambos países estaban gobernados por dictaduras
militares. Solo la mediación del Papa logró calmar los ánimos belicistas.
La dilación de anoche entre los legisladores argentinos tuvo dos razones: los 26 oradores
anotados como expositores en la sesión, que dedicaron más de una hora a cada discurso; y
los partidos que disputaron River y Boca, con los que se definía el campeonato.
Uno de los más ansiosos por terminar con la maratónica sesión en el Senado nacional fue
el canciller Guido Di Tella, que esperó pacientemente la hora de votación final para no
quedar fuera de la foto. Di Tella visitó el Congreso a primera hora de la tarde de ayer,
para recibir personalmente el clima que antecedía a la sesión en la que el gobierno
tenía puesta grandes expectativas. Después siguió el desarrollo del debate a través de
uno de sus hombres quien se ocupó de mantenerlo permanentemente informado de lo que
sucedía en el recinto.
La apertura de la sesión, que comenzó a las 15.45, estuvo a cargo de Eduardo Menem como
presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta. El senador
aprovechó el centro de la escena para sorprender a sus pares con un arrepentimiento por
lo que ya nadie recordaba.Hace más de una década voté en contra del tratado por
el Canal de Beagle. Es una cuestión en la que siempre pienso y hoy creo que me
equivoqué, se lamentó Menem. Y de inmediato se dedicó a explicar y defender el
hipotético trazado estipulado por este nuevo acuerdo. Hipotético ya que todavía no
existe una cartografía en la que figuren los nuevos límites.
Justamente éste fue el argumento utilizado por el senador sanjuanino y gobernador electo
de San Juan, Alfredo Avelín, para pronunciarse en contra del tratado (ver aparte). El
correntino José Antonio Romero Feris (Partido Autonomista) también anunció que no
respaldará el tratado argumentando que los acuerdos no resuelven el fondo del problema y
estamos generando un nuevo conflicto para el futuro. A ellos se sumaron los
representantes del PJ de Santa Cruz, Daniel Barizat y Miguel Arnould; y Luis León (UCR,
Chaco).
El único santacruceño que se manifestó a favor del acuerdo fue el radical Juan
Melgarejo, quien expresó el apoyo de su partido al tratado, ya que siempre tuve en
claro que no iba a jugar el mismo papel que jugó parte del justicialismo frente al
acuerdo del Beagle firmado en 1984. También anticiparon su voto favorable a la
nueva delimitación territorial el pampeano Antonio Berhongaray; Carlos De la Rosa (PJ,
Mendoza); y José Luis Gioja (PJ, San Juan).
En esencia, el tratado argentinochileno tiene como objetivo precisar el recorrido
del límite entre ambos países desde el Monte Fitz Roy hasta el Cerro Daudet, una
inhóspita y angosta franja de 160 kilómetros de largo en los Andes meridionales, que
está cubierta de glaciares. Para ello se dividió la zona en dos secciones en las que se
establecen las cumbres de los cerros como puntos de referencia para definir el trazado
final que delimitará dos terceras apartes del territorio en conflicto. El tramorestante
quedará a cargo de una Comisión Mixta de Límites Chile-Argentina. Mientras se esperaba
el resultado de la demorada votación en el Senado argentino, los diputados chilenos ya
habían ratificado el tratado por 58 votos a favor y 32 en contra.
Avelín y Romero Feris en contra
Los argumentos del no
Yo
espero no equivocarme, pero creo que este tratado dará lugar a nuevos litigios, nuevos
reclamos y nuevas disputas por parte de Chile, aseguró el senador Alfredo Avelín.
El gobernador electo de San Juan fue quien encabezó el rechazo a la ratificación del
tratado con el que se busca poner fin a la disputa territorial entre la Argentina y Chile
por los Hielos Continentales.
Esto no resuelve el problema, ya que por una cuestión política se saciaron las
apetencias de Chile, señaló el veterano político. Y aseguró: Les estamos
regalando la fuente que alimenta el potencial hídrico de la Patagonia, que son los Hielos
Continentales, una de las reservas de agua potable más importantes del planeta.
Según Avelín, la Cancillería es la principal responsable de esta desgraciada
situación.
El sanjuanino también objetó los atributos que le otorga el tratado a la Comisión Mixta
para que fije los futuros límites, ya que es algo que concierne al Congreso
Nacional, por lo que le estamos otorgando una facultad inconstitucional.
En igual sentido se pronunció el senador por Corrientes José Antonio Romero Feris, quien
aseguró que en vez de buscar un acuerdo definitivo, una vez más se pateó el para
más adelante. Romero Feris aseguró en su extenso discurso que el tratado no
resuelve el problema de fondo porque deja dudas sobre cual será el trazado final.
Jorge Villaverde (PJ, Buenos Aires), dedicó su exposición a los que se oponen a la
ratificación del acuerdo: No estamos perdiendo territorio, estamos ganando una zona
de paz; y en el Mercosur la paz es un valor estratégico.
Dos chilenos en Buenos Aires |
Contreras, muy
alegre
Por Romina CalderaroChileno de
nacimiento, argentino por adopción, Patricio Contreras vino a Buenos Aires en 1975,
cuando estaba de gira teatral y canceló una visita a Europa para quedarse aquí. Sólo
que entonces pensaba que su estadía iba a ser temporal.
¿Qué opina del acuerdo sobre Hielos Continentales?
Me parece muy positivo. En este momento, frente a la terrible guerra de los
Balcanes, es una suerte de ejemplo de racionalidad. Me alegro profundamente de que se haya
resuelto el conflicto limítrofe. Ahora, en la zona fronteriza va a resurgir la actividad,
que estaba muy paralizada. Creo también que actualmente las fronteras en un sentido
tradicional tienden a desaparecer. Así como los capitales internacionales entran y salen
de los países, la gente va a poder entrar y salir. Y la globalización va a tener su
arista positiva.
¿Cómo vivió los conflictos limítrofes entre Argentina y Chile desde que llegó
al país?
Mi testimonio no es representativo, porque la gente del teatro es muy progresista.
Siempre me apoyaron y me hicieron sentir que el que estaba en problemas era yo y que me
iban a ayudar porque la dictadura chilena fue anterior a la de acá. Hasta tal punto me
ayudaban que en el 78, cuando casi se va a la guerra con Chile y el gobierno militar
argentino difundía que iba a encarcelar a todos los chilenos, mis amigos ofrecían
esconderme en sus casas.
¿Cree que los chilenos y los argentinos son nacionalistas?
Mire, yo creo que hay una gran comunión entre los pueblos argentino y chileno:
Violeta Parra, Pablo Neruda, han sido tomados en la Argentina casi como poetas propios.
Sin embargo, si usted se fija, los prejuicios generales que tienen los chilenos acerca de
los argentinos son los mismos que los que tienen los argentinos sobre los chilenos. Esto
es así porque desde el poder los gobernantes de turno se han encargado de instalarlos por
conveniencia. |
Para
Caicedo era necesario
Por R.C.Franklin Caicedo dijo
hace un tiempo que el sueño de todo chileno es venir alguna vez a Buenos Aires,
recorrer la calle Corrientes e ir al 348. Lo hizo realidad en 1969 y se quedó.
Desde entonces trabaja como actor. Ama el teatro y el tango.
¿Se sintió afectado alguna vez por los conflictos limítrofes con Chile?
Nunca, por mi entorno. La gente del teatro es muy abierta mentalmente. Sí recuerdo
el conflicto del 78, época de la cuasiguerra, cuando la hostilidad se notaba
lateralmente. Por ejemplo, recuerdo haber leído en la mesa de un bar chilenos de
mierda, los vamos a reventar o algo por el estilo. Pero mi gente no me discriminó
en lo más mínimo.
¿Los pueblos de Chile y Argentina son xenófobos?
No. En lo más mínimo. Los conflictos se generan más que nada desde el poder, o
desde determinados focos de poder. No me llama la atención que la derecha chilena vote en
contra de este acuerdo, que es bueno y necesario.
¿Qué le parece la candidatura de Ricardo Lagos, el candidato socialista de la
Concertación?
Es un buen momento para que se postule un socialista. Creo absolutamente en él y
considero que vive un momento histórico más fácil que el de Allende, con todo el boicot
de los Estados Unidos.
¿Qué diferenció a la dictadura chilena de la argentina?
Ambas fueron sangrientas y terribles, pero allá el poder estaba monopolizado por
Pinochet, porque la institución militar es mucho más verticalista que aquí.
¿Por qué cree que Pinochet está preso en Londres y hay militares argentinos que
están volviendo a ser juzgados?
Porque las sociedades no han cicatrizado sus heridas, que están llenas de pus. Van
a cicatrizar cuando los responsables digan: Ahogamos a tantos, fusilamos a tantos,
torturamos a tantos y están enterrados en tal lugar. |
OPINION |
Trabajamos duro
Por Alejandro T. Mosquera (*)El
15 de febrero pasado, en el imponente marco del estrecho de Magallanes, los presidentes
Frei y Menem conmemoraron el centenario del abrazo entre los presidentes Roca y Errazuriz
que permitió superar un momento de extrema tensión entre los dos países.
Habían pasado cien años donde la relación chileno-argentina sufrió diversos
claroscuros. Pero pese a tener una de las fronteras más largas del mundo, argentinos y
chilenos no pudieron ser arrastrados ni siquiera por las dictaduras a la sangre y el
dolor.
Ayer, con la aprobación simultánea en los congresos del Tratado sobre Hielos
Continentales (campos de hielo sur para Chile), le pusimos fin al último diferendo
limítrofe entre nosotros. Sin duda el retorno a la democracia en ambos países fue el
cimiento que permitió avanzar en este camino. Y políticas acertadas reafirmaron la
voluntad integradora de nuestros pueblos.
El tratado de paz y amistad, los acuerdos entre Menem y Aylwin y un gran intercambio
comercial fueron los detonantes para que en unos años se disolvieran 22 de los 24
conflictos. Quedó la Laguna del Desierto sometida a un arbitraje, cuyo resultado es por
todos conocido, y este final que ayer votamos favorablemente.
En poco tiempo pasamos de los recelos a la mutua confianza. Trabajamos mucho y duro para
ello. Hemos presentado los libros blancos de la defensa. Acabamos de encomendar a Cepal un
estudio sobre nuestros gastos militares, lo que traerá transparencia y más confianza.
Realizamos los primeros ejercicios conjuntos entre las marinas y luego entre las fuerzas
aéreas. Antes de fin de año harán lo propio los ejércitos. Estamos planificando
campañas y vigilancia en la zona antártica. Tenemos priorizados 13 pasos fronterizos con
una inversión de 300 millones de dólares en ejecución y estamos discutiendo la
posibilidad de suprimir los trámites de migración entre los dos países.
Ya nos liberamos de la carga de los enfrentamientos anacrónicos.
(*) PJ. Embajador argentino en Chile. |
Con sentido
común
Por Marcelo Stubrin (*)El éxito de este
tratado demuestra que siete años de estancamiento de ambos gobiernos en defensa de la
poligonal del 91 fueron un tiempo lastimosamente perdido.
Después, la inauguración de la diplomacia parlamentaria, con legisladores
del oficialismo y la oposición, fue una buena noticia, quizá la mejor que dio el
Congreso durante años de mayorías automáticas.
La capacidad negociadora no tiene límites cuando se abastece de sentido común, persigue
objetivos racionales y se despoja de pequeñeces de política doméstica.
Es importante destacar que la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Diputados convocó a trabajar a los principales especialistas en la materia.
Entre muchos se destacaron el ingeniero Bruno Ferrari Bono, uno de los principales
especialistas en recursos hídricos de la Argentina, el general retirado Miró, presidente
de la Comisión de Límites, y el general Arredondo, presidente de la Academia de
Geografía.
El resultado es equilibrado, respetuoso de la geografía y de acuerdo con los tratados
históricos.
Las pequeñas variaciones hacia el este y el oeste de la línea de las más elevadas
cumbres de la cordillera que dividan las aguas hacia un lado y al otro obedecen a la
necesidad de que la frontera pase por dos hitos naturales e históricos como son el cerro
Chaltén (Fitz Roy) al este y el Monte Stokes al oeste. Una línea
transaccional que sigue un paralelo en el extremo norte y un moderado alejamiento de
algunos fiordos del Pacífico al sur son las excepciones a una demarcación que nos dará
una frontera natural y permitirá el desarrollo de múltiples actividades en la zona, que
fueron siempre postergadas por la existencia del conflicto. Como ejemplo de ello, los
refugios del Instituto del Hielo Continental Patagónico, mudos testigos de la erosión de
inversiones públicas indispensables de la región.
* UCR-Alianza. Vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Diputados. |
OPINION
Por Martín Granovsky
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