Por Eduardo Tagliaferro Al igual que en el juego de la
silla en el que los participantes disputan por un asiento, en la causa por la venta ilegal
de armas todos los imputados quieren mantenerse en pie y se resisten a ser el techo de la
investigación. El ex ministro de Defensa Oscar Camilión, indignado por la nueva
citación judicial del juez federal Jorge Urso, señaló a Página/12 que es utilizado
como chivo expiatorio para encubrir a personas más influyentes que aún no
han sido llamadas a declarar, como por ejemplo el jefe del Ejército, el teniente general
Martín Balza. Sin mencionarlo y recurriendo a su experiencia en el arte de la diplomacia,
Camilión sugiere que el presidente de la Nación Carlos Menem es uno de los influyentes
que se benefician utilizándolo como cabeza de turco.
En reiteradas oportunidades, Camilión sostuvo que creía que la causa podía terminar con
la imputación de una persona más o menos relevante. Si bien el ex ministro es el único
funcionario menemista que renunció a sus fueros para someterse a la investigación
judicial, se niega a ser el principal inculpado.
La pelea de Camilión con Balza fue un clásico de su gestión, que no terminó con su
salida del Gobierno sino que actualmente continúa en los tribunales federales, y se
traduce en fuertes cruces verbales y posteriores reconciliaciones a medida que avanza la
investigación y la hora de las definiciones.
Cada vez que llega el momento de citar a alguien me llaman a mí, aunque hay
indagatorias que el juez tiene pendientes y aún no ha resuelto, dijo a este diario
el ex ministro, refiriéndose a la indefinición de Urso respecto de la indagatoria del
jefe del Ejército reclamada por el fiscal federal Carlos Stornelli.
Por su parte, Balza en diálogo con Página/12 se negó a realizar ningún comentario
sobre las declaraciones de Camilión, ya que no las conocía. Sin embargo, se manifestó
muy sorprendido por los dichos del ex ministro.
He tenido y tengo una excelente relación con Camilión, por el que siento un gran
respeto al igual que por su familia, respondió Balza cuando este diario le
insistió pidiéndole una opinión sobre las declaraciones de Camilión.
Realicé 25 presentaciones ante Urso aportando documentación y pruebas respecto de
mi inocencia, dijo Balza para intentar demostrar que no tiene ninguna cobertura en
la investigación judicial. El titular del Ejército insistió con que el Ministerio de
Defensa era el responsable por el nombramiento del personal militar destinado en
Fabricaciones Militares.
La competencia sobre los integrantes del directorio de Fabricaciones Militares es un tema
que fue parte de la histórica disputa entre Balza y Camilión, ya que el ex ministro, si
bien nunca negó la responsabilidad de su ministerio, siempre sostuvo que éstos le eran
sugeridos por el Ejército.
En la mañana de ayer, en declaraciones a Radio El Mundo, Camilión se excusó de
responder si el presidente Carlos Menem saldrá ileso de la investigación judicial, pero
aprovechó la oportunidad de manifestar sus dudas en el contexto en el que se desarrolla
la causa. Sería muy poco razonable si me considerara tranquilo por la marcha de la
causa, fue la única respuesta de Camilión, cuando el cronista radial le recordó
que Urso estaba sindicado por el ex ministro Domingo Cavallo como uno de los jueces que
respondían a Carlos Corach y que estaban mencionados en la famosa servilleta.
Los aviadores espías
Por A.M.
La causa
que investiga el seguimiento realizado por la Fuerza Aérea a periodistas y a la
organización Mujeres en Lucha encontró de nuevo quién la impulse. El juez federal
Gabriel Cavallo la delegó al fiscal de ese fuero Miguel Angel Osorio, quien ya solicitó
nuevas declaraciones testimoniales.
Tras circular por varios juzgados, cuyos magistrados se la iban pasando por una cuestión
de compensación, el expediente había terminado en la presidencia de la
Cámara Federal. Por sorteo volvió al Juzgado Nº 5 de Norberto Oyarbide, a cargo
temporariamente de Cavallo. Fuentes judiciales aseguraron a Página/12 que el magistrado
prefirió delegarla en Osorio para que pueda tener la dedicación intensa que necesita. A
partir de ahora, la investigación sobre el monitoreo que hizo la jefatura de Inteligencia
de esa fuerza en setiembre de 1997 publicado en exclusiva por Página/12 será
dirigida por el fiscal. Si Osorio quisiera realizar allanamientos, escuchas telefónicas o
pedir detenciones debe contar con la autorización de Cavallo, pero puede pedir y
consultar documentación o citar testigos. De hecho, en los próximos días deberán
presentarse como testigos integrantes del servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea,
incluyendo a su jefe, quienes pueden contribuir a la reconstrucción de los hechos por el
protagonismo que tuvieron en los mismos.
OPINION
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