Por Luis Bruschtein El próximo viernes 25 de
junio, a las diez de la mañana, en el Hotel Intercontinental, el candidato presidencial
de la Alianza, Fernando de la Rúa tendrá el mundo a sus pies. O por lo menos a una parte
importante del mundo. El jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires tendrá así la
oportunidad de demostrar si es o no aburrido ante un impresionante auditorio integrado por
decenas de jefes de Estado y líderes políticos de Europa y todo el mundo, entre los que
se cuentan Gerhard Schröder, Felipe González, Pierre Mauroy, Shimon Peres, Yasser Arafat
o los premieres de Suecia, Portugal, Grecia y Austria que participarán en esta ciudad en
la reunión del Consejo de la Internacional Socialista.
La Internacional Socialista se ha convertido en estos años en la mayor congregación
mundial de partidos políticos. Y solamente en Europa ocupan el gobierno en 13 de los 15
países que integran la Unión Europea. El Consejo de este organismo, que agrupa a
representantes de 139 partidos de todo el mundo, se reúne dos veces al año y ésta será
la primera en su historia que lo haga en América latina.
Semejante despliegue de poder e influencia política internacional se realizará en Buenos
Aires prácticamente en plena campaña electoral. Y aquí la Alianza juega de local. El
Partido Socialista Popular es miembro pleno de la IS desde 1973, en tanto que la Unión
Cívica Radical se incorporó como miembro consultivo en 1996. El diputado santafesino
Guillermo Estévez Boero y el propio ex presidente Raúl Alfonsín han sido los actores
argentinos más destacados en las reuniones de la internacional socialdemócrata. Estévez
Boero acaba de regresar de París, donde participó en las deliberaciones del Comité de
Administración y Finanzas que discutió los últimos preparativos para la reunión que se
efectuará aquí los días 25 y 26 de junio.
Pocas veces se ha reunido en Buenos Aires o en esta parte del continente una cantidad tan
impresionante de dirigentes tan representativos de la política mundial y en esta
oportunidad tendrá el rasgo si se quiere llamativo de que al contrario de lo
que sucede en este tipo de reuniones, la oposición será protagonista principal mientras
que el oficialismo deberá resignarse a un papel de mero espectador.
Para la Alianza constituye una oportunidad única, sobre todo para De la Rúa, que en
plena campaña presidencial tendrá la posibilidad de proyectarse como estadista junto a
varios de los campeones mundiales de ese rubro. Los discursos de apertura en la liturgia
de estas reuniones de la socialdemocracia corresponden a los partidos anfitriones y al
presidente de la Internacional, que en la actualidad es el ex primer ministro de Francia,
Pierre Mauroy. Estévez Boero será el primero en hablar como representante del partido
que es miembro pleno. En el radicalismo se discutió si hablaría algún dirigente en
nombre del partido y De la Rúa como cabeza de la fórmula electoral. Pero el jefe del
Gobierno de la Ciudad fue terminante en ese punto: hablará como jefe del partido y como
cabeza de fórmula. Mauroy cerrará el acto de apertura.
La reunión tiene además una importancia especial para los socialistas locales que
siempre la tuvieron como referente internacional y esperaban llegar a ella con el proceso
de unificación finalizado. Sin embargo debieron postergar el anuncio por diferencias
surgidas en la campaña.
La elección de Buenos Aires tiene una intención política inocultable, que no solamente
se refiere a la campaña de la Alianza en la Argentina, sino que también apunta a las
inminentes elecciones que se realizarán en Chile y Uruguay. En el país trasandino, la
victoria de Ricardo Lagos en la interna de la Concertación anuncia un triunfo casi seguro
en la elección presidencial. Lagos es miembro del Partido Socialista que, junto con el
Partido por la Democracia, y el Radical Socialdemócrata, son miembros plenos de la IS. En
Uruguay, la organización mira con simpatía la candidatura de Tabaré Vázquez por el
Encuentro Progresista-Frente Amplio. Más allá del impacto regional, la importancia
mundial de esta reuniónestá dada por el intenso debate que conmueve a la Internacional
Socialista entre los seguidores de la llamada Tercera Vía, encabezados por los primeros
ministros de Gran Bretaña, Alemania e Italia, Tony Blair, Gerhard Schröder y Massimo
DAlema, respectivamente, y quienes impulsan una línea socialdemócrata más
distanciada del neoliberalismo. Esta línea es encabezada por los socialistas franceses de
Mauroy y Lionel Jospin, el primer ministro portugués, Antonio Guterres, el ex presidente
español Felipe González y los partidos escandinavos y de Holanda.
En este sentido, el plenario del Consejo, que sesionará bajo el lema Construyendo
el cambio, abordará temas como el rol del Estado, el Estado
responsable y las políticas sociales. Y analizará el documento elaborado por la
Comisión de Progreso Global, que preside Felipe González. Sobre estos temas, el plenario
deberá preparar los lineamientos para el Congreso de París de la IS que se realizará
del 8 al 10 de noviembre. Como efecto de la caída del Muro de Berlín y los procesos de
democratización en países de Asia y Africa, en los últimos diez años se incorporaron
30 nuevos partidos. Desde la década de los 80, la IS prácticamente duplicó la cantidad
de sus integrantes.
En la reunión de París, que será la última del siglo, Mauroy quiere homogenizar el
nuevo perfil ideológico que sostendrá la IS en el futuro y que dé cuenta en ese plano
de los efectos producidos por la globalidad y la desaparición del Estado de bienestar
así como la incorporación de un punto de vista menos europeísta. Junto con la reunión
del Consejo, en Buenos Aires se reunirá la Internacional Socialista de Mujeres los días
27 y 28 en el Hotel Crowne Panamericano. Los mandatarios seguirán la jornada en Río de
Janeiro, en la reunión entre la Unión Europea y el Mercosur, donde el presidente Carlos
Menem tendrá finalmente su rol protagónico.
OPINIONES
Por G. Estévez Boero
Por Fernando de la Rúa
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